“Exigimos que se nos reconozca como parte de la economía, que se valore nuestro tejido y que se detenga el tema del saqueo, del plagio de nuestros diseños, subliminados o en máquinas industriales; que empresas nacionales y transnacionales dejen de plagiar nuestros diseños”, dijo Dilia Margarita Co Coy
Luis Hub
Más de 500 tejedoras se reunieron este sábado en la calle principal de Chamché, de Tactic, Alta Verapaz, en el Primer Festival de Conocimientos Ancestrales en Telar de Cintura, organizado por seis organizaciones de mujeres que se dedican a este oficio y arte.
En el evento que inició a las 8 de la mañana y concluyó a las 2 de la tarde, se desarrolló un festival del tejido Poqomchi’ en telar de cintura; conversatorios sobre derechos de autor; exposición y ventas de productos hechos a mano; una pasarela de indumentaria maya con mujeres Poqomchi’, y la presentación de avances de investigación sobre diseños Poqomchi’.
“Re’ Qak’achariik Nkemjik Eh Nko’ljik” (La vida se teje y se defiende), fue el lema de este primer festival, que a partir de hoy, por acuerdo municipal, se llevará a cabo anualmente, según informó a Prensa Comunitaria Dilia Margarita Co Coy, representante legal de la Asociación B’atz, una de las agrupaciones organizadoras.
“Somos parte del Movimiento de Mujeres Tejedoras que promueve esta actividad en reconocimiento y reivindicación de los derechos de las mujeres tejedoras Poqomchi’, indicó.
La entrevistada dijo que el festival además de reivindicar su derecho de oposición “al plagio y saqueo de nuestros diseños de Tactic y a su uso de forma industrializada”, también promueve la economía de las mujeres.
Dilia Margarita destacó el aporte de la Asociación Femenina para el Desarrollo de Sacatepéquez (AFEDES), que desde San Juan y Santiago Sacatepéquez apoyaron el evento.
Exigen que se valore su trabajo y se respeten sus derechos
La representante legal de la Asociación B’atz habló de algunos de los problemas que enfrentan como tejedoras, como el regateo a sus productos. “No se valora nuestro trabajo, muchas mujeres venden sus güipiles y a veces solo recuperan el costo de la materia prima”; también se refirió a la explotación del trabajo de las mujeres de algunos comerciantes intermediarios, que por lo regular son hombres, anotó.
Dilia Margarita hizo énfasis en el plagio de los diseños, pero también en la falta de visibilización de las tejedoras en la economía local. “Las autoridades municipales poco han hecho, esperamos que con este movimiento se haga mayor cosa, que volteen a ver las necesidades de las mujeres tejedoras”.
No es solo una necesidad, es una demanda, es un derecho que exigimos hoy: que se nos reconozca como parte de la economía, que se valore nuestro tejido y que se detenga el tema del saqueo, del plagio de nuestros diseños, subliminados o en máquinas industriales; que hacen algunas empresas nacionales y transnacionales, concluyó.
Otras de las agrupaciones organizadoras del festival fueron: el Consejo de Tejedoras de Tactic, la Cooperativa Ixoq Aj Kemol y la Asociación Nukem.