Después de tres años, la cantidad de contagios por la pandemia disminuyó, pero aún se analiza si las instalaciones del área asignada para la atención de pacientes por esta enfermedad continúan hasta finalizar el 2023.
Por Shirlie Rodríguez
De 152 camas que se habilitaron desde abril de 2020 para la atención de la emergencia sanitaria por la COVID-19, ahora únicamente dos están ocupadas por pacientes que requieren cuidados especiales.
Las cifras de atención han disminuido porque los contagios también se dieron a la baja en el último año. Según los datos del municipio de Quetzaltenango, en la última semana solo se reportaron siete casos positivos, sin necesidad de ser internados.
El Hospital Temporal de Quetzaltenango funciona con más de 150 personas, entre médicos, personal de enfermería, administrativo, intendencia y dirección. Este número de trabajadores también disminuyó a inicios de año y no se renovó los contratos a un 30 por ciento de este personal, por la baja de atención requerida.
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COVID-19: Hospital Temporal en Quetzaltenango funciona con menos personal
Según las autoridades de salud, en este centro, se cuenta con las áreas de encamamiento en donde atienden a las personas que en su mayoría requieren atención porque no están vacunadas y además tienen enfermedades crónicas que pone en riesgo su vida.
Ante el descenso de la cantidad de personas que necesitan hospitalización por la COVID-19, se abrieron clínicas postcovid, para que la población sea atendida por los rezagos que deja la enfermedad. La atención es de más de 30 personas a la semana y llegan con cuadros clínicos de dolores de espalda, articulaciones, dificultad para respirar y atención psicológica.
También se realiza la administración de la vacuna contra la COVID-19; las personas de la región pueden recibir en este lugar primeras dosis y también refuerzos.
Una trabajadora del Hospital Temporal, que pidió no ser identificada, dijo que hasta ahora están en incertidumbre porque no saben si en el otro semestre serán contratados nuevamente. Hasta ahora solo tienen contrato para junio.
A las personas que no continuaron a inicios de año, no les informaron a tiempo que ya no necesitaban de sus servicios y por lo tanto exigieron continuar con su relación laboral, pero estas peticiones no fueron escuchadas y quedaron sin su plaza.
“En un inicio nos tenían como personal indispensable porque la necesidad nos llevó a arriesgarnos a atender la emergencia, a pesar de que nosotros podíamos contagiarnos. Ahora como ya no hay muchos pacientes, tampoco hay una opción para continuar con trabajo”, dijo la enfermera.
Otra área en donde se mantiene la atención de paciente con COVID-19, es el Hospital Regional de Occidente. En este solo hay pediatría y ginecología.
María del Carmen Sajquim, vocera de la institución dijo que las mujeres que llegan por atención ginecológica son hisopadas y ahí identifican los casos positivos. Actualmente solo hay un paciente pediátrico en el área designada dentro del Hospital. Agregó que las personas que llegan a este hospital por un cuadro de COVID-19 positivo, son trasladadas al Temporal.
En 2020, este hospital adecuó áreas para aislamiento de pacientes. Una fue donde funcionó el Comedor Solidario y otra en donde funcionaría el Área de Maternidad. Ahora, solo esta última atiende a las mujeres con COVID-19 y la otra es de Medicina Interna.
Según los datos del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), a nivel nacional las cifras acumuladas desde el día 1, de reporte de pacientes positivos, hasta la actualidad son de 1 millón 239 mil 341.
De estos, 20 mil 182 personas murieron por el virus en todo el territorio nacional. Actualmente hay 974 casos activos. En las últimas 24 horas se realizaron 7 mil 923 pruebas y salieron positivas 391 personas.
Vacunación contra la COVID-19 también ha disminuido
Las primeras jornadas de vacunación contra el virus fueron concurridas, el primer grupo vacunado fue el personal de salud, rescatistas y quienes tuvieran contacto o riego directo al contagio; luego las personas mayores de los 50 años.
Las primeras vacunas fueron donaciones de países como India, Estados Unidos y otros de la Unión Europea. Luego se avanzó con otros grupos etarios y los últimos fueron menores de edad.
Salvador Soto, director del Centro de Atención Permanente de Quetzaltenango, informó que en el municipio tienen una cobertura de un 86% de personas vacunadas con primeras dosis, que equivale a 171 mil 517 personas.
Con dos dosis fueron 148 mil 134, el primer refuerzo lo recibieron 92 mil 132 personas y el segundo refuerzo solo a 15 mil.
Soto dijo que esta última cifra es baja porque se pueden vacunar solo personas arriba de los 50 años y que tengan alguna enfermedad crónica.
En el municipio de Quetzaltenango se cuenta con biológico de marca Pfizer para iniciar esquemas de vacunación y Moderna para refuerzos.
El director asegura que ha disminuido la cantidad de personas que llegan a solicitar la vacuna, porque ahora pueden aplicarla en los diferentes puestos de salud del municipio.
A nivel nacional la vacunación contra el virus alcanzó a 8 millones 917 mil 175, con primera dosis; y 7 millones 105 mil 615 tienen dos dosis.
Con primer refuerzo la cantidad de guatemaltecos es de 3 millones 685 mil 542 y con una cuarta dosis solo 562 mil 343.
Nohemí Racancoj, del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva, señaló que durante estos últimos años dieron seguimiento a la atención que se brindó y notaron el deficiente acercamiento a toda la población para promover la vacuna.
Uno de los aspectos que identificaron fue la falta de campañas de sensibilización en idiomas mayas y también la desinformación que existió.
Andrés Ruano es del Consejo Comunitario de Desarrollo en la zona 8 de Xela y dijo que cuando empezaron a informar sobre la vacuna, muchos de sus vecinos se oponían por lo que decían en sus iglesias y mensajes que recibían a través de las redes sociales.
“Muchos creyeron que la vacuna los iba a matar, por eso no lo hicieron. Un vecino del sector después se enfermó y resultó hospitalizado. Lo que faltó es que el personal de salud nos explicara qué era la vacuna y así los vecinos atendían al llamado”, aseguró.
Después de tres años, los niños, niñas y adolescentes aún esperan ser vacunados. En Quetzaltenango no hay disponibilidad del biológico para menores de edad y hasta ahora el MSPAS no ha informado cuándo les abastecerán.