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Créditos: Jorge de Leon
Tiempo de lectura: 7 minutos

 

A pesar de que algunos partidos de oposición buscarán en alianza competir por el poder local, se autoevalúan como débiles y con problemas para la unificación durante las elecciones 2023, en las que, con pocos recursos, enfrentarán a un sistema cooptado; sin embargo, afirman que darán la batalla electoral.

Por Juan Calles

Cuando el Ministerio Público (MP) de Thelma Aldana y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), dirigida por el colombiano Iván Velázquez, iniciaron procesos penales a algunos políticos, empresarios globalizados y militares contrainsurgentes que integraban redes de corrupción que incidían en el proceso de elecciones, algunos sectores vieron la posibilidad de que el sistema electoral y de partidos políticos tendría cambios trascendentales.

Ese mismo año, la población presenció la renuncia del presidente Otto Pérez Molina y de la vicepresidenta Roxana Baldetti, señalados por el MP y la CICIG de dirigir una estructura criminal que defraudaba al Estado a través de las aduanas.

Ocho años después, la sociedad guatemalteca inicia un proceso electoral que está marcado por la participación de partidos, algunos de reciente creación, que postulan a personas acusadas de corrupción y, algunos de ellos, sentenciados por lavado de dinero y narcotráfico.

En este escenario se da la participación del binomio presidencial del Movimiento por la Liberación de los Pueblos (MLP), que días después de que presentó la solicitud de inscripción al Registro de Ciudadanos, de las candidaturas de Thelma Cabrera, a la presidencia y de Jordán Rodas, a la vicepresidencia, el Procurador de los Derechos Humanos, Alejandro Córdova, denunció a Rodas por supuestamente no cumplir con los requisitos de ley al abandonar su cargo como su antecesor.

El Registro de Ciudadanos negó la inscripción al binomio del MLP argumentado la vigencia del finiquito, como uno de los requisitos para su inscripción. Otros grupos de interés se han sumado a denunciar a Rodas con el argumento de no contar con el finiquito que la ley exige. Utilizando las leyes a su favor y con la institucionalidad cooptada.

Aunque el MLP ha demostrado que su candidato presidencial sí cuenta con los requisitos requeridos, los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), confirmaron la negativa de inscribir al binomio. A partir de ello, el partido inició el proceso de apelación de la decisión en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que está pendiente de resolver el amparo presentado.

Entérese más aquí:

El MLP presenta amparo ante la CSJ en contra de la decisión del TSE

Bajo estas condiciones, algunos partidos de oposición han mostrado su preocupación, que temen que sus candidaturas pudieran ser impugnadas, utilizando las leyes e interpretándolas a favor de los intereses de grupos conservadores de la sociedad, que ven en algunas propuestas políticas una amenaza a las condiciones de las que, según denunció la CICIG, se benefician.

“La oposición dará la batalla en estas elecciones” 

Para Gregorio Chay, del comité ejecutivo de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), en este proceso la oposición consiguió grandes avances para la creación de alianzas que, desde el poder local, propongan cambiar las condiciones de la sociedad guatemalteca.

“A nivel municipal tenemos coaliciones con Winaq y con el partido SEMILLA. En Cuyotenango, Suchitepéquez, la coalición es con Semilla, igual en Ixcán y Santa Cruz del Quiché; y, en el caso de Chimaltenango en todos sus municipios la coalición es con Winaq. En Champerico, Retalhuleu, la coalición es triple: URNG con Winaq y Semilla; en Alta Verapaz con Winaq y en el caso de la Metropolitana (departamento de Guatemala) la coalición también es triple”, dijo.

Roman Castellanos, diputado de semilla en la ultima legislatura, analiza como enfrentar el proximo evento electoral. Foto: Congreso de la Republica

El movimiento político Winaq cuenta con una bancada integrada por una diputada y cuatro diputados, que han trabajado la fiscalización de fondos públicos durante la última legislatura. Es este movimiento que hace alianza con URNG para presentar un binomio presidencial: el exdiputado Amílcar Pop, como candidato a presidente y la doctora Mónica Enríquez, a vicepresidenta.

En un ejercicio de autocrítica el secretario general de URNG señaló que “la coalición es a nivel nacional, una coalición para nosotros insatisfactoria, porque queríamos alianza con todos los partidos de oposición. Pero en relación con las elecciones pasadas, la coalición así como la tenemos es un enorme avance”.

El diputado del partido Semilla, Román Castellanos, evaluó los puntos débiles y fuertes de las alianzas a nivel departamental. “No concretamos todas las alianzas que queríamos por falta de tiempo”, comentó el diputado.

“Nuestras alianzas son estratégicas, porque a nivel territorial requerimos mayor presencia, liderazgos sólidos y reconocidos y muchos recursos económicos, porque competimos con partidos políticos del régimen que tienen a su favor el presupuesto público, financiamiento ilícito de diversas fuentes, además que sus candidatos son caudillos que han ejercido la alcaldía o han sido diputados”, agregó el diputado Castellanos.

El secretario general de la URNG agregó que encontrar la forma de trabajar juntos es un desafío. “El problema de nosotros es no tener la capacidad de unirnos, si sumamos los votos que obtenemos por aparte, seguro ganaríamos, sin embargo en este proceso electoral yo sí creo que la izquierda va a tener un avance”, señaló.

Al final de Conflicto Armado Interno, en 1996, la oposición se configuró en su mayoría con personas de pensamiento de izquierda, pero después de 2015 surgieron liderazgos progresistas, sin que hasta la fecha se haya logrado trabajar para articular un solo frente de oposición, que haga contrapeso a la maquinaria electoral de los partidos tradicionales que cuentan con millonarias campañas de publicidad y clientelismo político para captar votos.

La actual oposición política está integrada por una gama de partidos políticos que van desde la izquierda hasta el centro, que no están alineados con los intereses de grupos de poder económico y político.

Bloqueos administrativos, denuncias y miedo

Tanto Gregorio Chay como Román Castellanos, coinciden que las debilidades y los problemas que enfrentan el Movimiento Semilla y la URNG, entre otros, es una multa de 50 mil dólares (medio millón de quetzales), que le impuso el TSE. La URNG tuvo que hacer un préstamo para cancelarla y en el caso de Semilla, las multas administrativas, dijo Castellanos, aún buscan la manera de solventarlas.

Gregorio Chay de la junta directiva de URNG y fundador del partido. Foto: RRSS

Los políticos consideran que el financiamiento público de los partidos políticos podría resolver que la oposición cuente con los recursos para fortalecer su organización departamental.

“El recurso económico para desarrollar organización territorial en otros países se resuelve con financiamiento público o con una cultura política más desarrollada en donde es común el financiamiento por los afiliados, pero eso en Guatemala no sucede”, comentó Castellanos.

Otro gran obstáculo identificado por Chay y Castellanos es el hecho de que los partidos tradicionales tienen capturadas las instituciones públicas y buscan bloquear el surgimiento de otras opciones políticas o dificultar la participación de los partidos que hacen oposición.

“Están bloqueando las candidaturas, como lo que le sucede al MLP en este momento, denunciando a los liderazgos de partidos de oposición”.

En la actualidad, además de los recursos económicos, algunos partidos conservadores han cooptado para su beneficio la institucionalidad, que convergen con grupos de poder económico, grupos de extrema derecha y crimen organizado que públicamente amenazan a jueces, periodistas y defensores de derechos humanos. Esta unión de intereses se ha llamado el pacto de corruptos.

A diferencia de estos grupos, la oposición no ha logrado articular un frente que dispute el peso de estas expresiones, logrando bajos resultados electorales. En las elecciones de 2019 el Movimiento para la Liberación de los Pueblos, (MLP), obtuvo el cuarto lugar en las urnas con el 10.37% de los votos, siendo el mayor logro electoral de la oposición en los últimos 20 años.

“Los pobres resultados electorales tienen varios factores, aparte de nuestras propias deficiencias y falencias, la desigual de competencia a la que nos enfrentamos, no usamos dinero y poder del Estado, no usamos dinero mal habido, no tenemos financiamiento y enfrentamos tremendas maquinarias electorales que tienen la capacidad clientelar para comprar la voluntad de la gente”, dijo Chay.

Además de la división, la oposición padece de debilidad organizativa, explicado parcialmente por la falta de recursos económicos, como explicaron Castellanos y Chay, pero se ha mostrado que la organización de las personas alrededor de un movimiento político de oposición es efímero, no se logra construir un vínculo con las personas o comunidades.

Sin embargo, Román Castellanos señaló que el actual proceso electoral tienen una opción; “Hoy tenemos la oportunidad de mejorar porque la ola regresiva que se da después de 2015 ha hecho que gran parte de la sociedad, pero en especial analistas, periodistas e intelectuales le pongan más más atención a la cuestión política lo cual es positivo porque ayuda a entender qué sucede y qué se necesita para cambiar las cosas”.

¿Se puede confiar en un Tribunal electoral señalado de poco transparente?

Ante la pregunta, ambos políticos expresaron su preocupación; su evaluación sobre el TSE es negativa.

“Al parecer no tiene la capacidad de enfrentar este proceso electoral y, aunque no lo puedo asegurar, parece que actúan en complicidad con algunos funcionarios, pues llama la atención que niegan la inscripción de Jordán Rodas por asuntos de tipo administrativo mientras que han inscrito a candidatos que, incluso, enfrentan procesos judiciales”, agregó Chay.

“No hay ninguna razón para bloquear la candidatura de nadie, quien debería decidir es el pueblo de Guatemala en la urnas, sin embargo, nos cuidamos mucho, tratamos de no darle argumentos al TSE o a los otros partidos políticos para que nos bloqueen una candidatura”, mencionó Castellanos.

“Seguiremos utilizando los mecanismos legales y políticos para que no suframos una impugnación a nuestras candidaturas, la movilización la denuncia y los recursos legales serán nuestra estrategia si se nos intenta bloquear la participación”.

Semilla presentará sus candidaturas en los próximos días, sin embargo, temen ser impugnados tal y como les sucedió en el evento electoral de 2019, cuando la candidatura de Thelma Aldana, la exfiscal general, hoy en el exilio, fue impugnada por razones administrativas.

“Sabemos que nada es garantía de nada, porque hemos visto que al tener capturadas instituciones como el Ministerio Público, las Cortes y el tribunal electoral no sabemos qué vaya a pasar al final”, concluyó el diputado.

Mientras que el TSE anuncia diariamente entrega de credenciales electorales a personajes de derecha, de la política tradicional, partidos como el MLP buscan en las cortes ser inscritos y el resto de oposición trabaja con cautela y miedo de no ser inscritos, incluso antes de presentar sus candidaturas.

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