“La corrupción mata” y la Fundación contra el Terrorismo “es una fundación para infundir el terror” fueron algunas de las frases lapidarias que Virginia Laparra, la exfiscal de la FECI dijo durante su intervención en el día previo a que se conozca su sentencia, en la acusación por abuso de autoridad en su contra por la cual fue detenida 296 días. Además, señaló que en este proceso ella es la perseguida y que siempre ha estado orgullosa del trabajo que realizó al frente del MP.
Por Regina Pérez
Este jueves se realizó la sexta jornada del juicio de Virginia Laparra, que inició el 28 de noviembre, luego de varios retrasos en el sistema de justicia que prolongaron su prisión preventiva por más de nueve meses. El viernes, la jueza presidenta Oly González emitirá su veredicto sobre si condena a Laparra y la envía a prisión por 8 años, como pidió el Ministerio Público (MP) o la deja libre.
Durante su intervención, Laparra señaló a la Fundación contra el Terrorismo, querellante en este proceso, de infundir terror e indicó que está presa porque ella nunca se fue del país. Fue detenida el 23 de febrero, en Quetzaltenango, acusada del delito de abuso de autoridad por haber denunciado por la vía administrativa a Lesther Castellanos, cuando era juez de Mayor Riesgo, por usar documentos obtenidos de forma anómala en su defensa, a raíz de una denuncia de la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG) por revelación de información confidencial al abogado Omar Barrios, querellante y testigo en este proceso.
En el uso de la palabra, dijo que no se comprueba que los querellantes hayan sufrido un daño, puesto que tanto el exjuez como Omar Barrios ostentan puestos en el Estado, el primero como Relator contra la Tortura y el segundo como titular de la Comisión Portuaria Nacional (CPN), manteniendo su puesto como docente de la Universidad de San Carlos. “La que no ha tenido trabajo y la que no ha tenido ingresos económicos soy yo, presa desde hace 10 meses”, dijo.
En una sala llena de periodistas, observadores y defensores de derechos humanos, Laparra manifestó a la jueza González su deseo de hablar, cuando la juzgadora había indicado que aplazaría la audiencia para el viernes 16 de diciembre, a las 13 horas, cuando dará a conocer su veredicto.
Laparra comenzó diciendo que durante sus intervenciones, los querellantes se refirieron en múltiples ocasiones a la CICIG, ente internacional que trabajó con la FECI, así como a exfiscales de dicha Fiscalía que según los querellantes, se han dado a la fuga “¿Por qué ellos hacen esas enunciaciones a cada momento? Eso, señora jueza, es una venganza de todo lo que esas personas no estuvieron de acuerdo de lo que en su momento hizo la CICIG y algunos personajes incómodos para ellos de la FECI. Estoy aquí por presentar cuatro denuncias administrativas”, dijo.
Laparra indicó que ella no persiguió a Castellanos, como afirmó la Fiscalía, porque tenía mucho trabajo. Solo en uno de los procesos que llevaba en la FECI en Quetzaltenango tenía 26 cajas de información. “Yo no tenía tiempo para andar persiguiendo a un juez que no es, no ha sido y no será nunca importante para mí, nunca, a diferencia de ellos que me han hecho famosa con este proceso”, manifestó.
El arresto de Virginia Laparra, el 23 de febrero, se dio en medio de una ola de procesos y detenciones en contra de exfiscales de la FECI y de una exmandataria de la CICIG, Leily Santizo, así como procesos judiciales en contra de jueces, sobre todo de Mayor Riesgo, que han avanzado de forma expedita en el Organismo Judicial (OJ) como el de Erika Aifán y Miguel Ángel Gálvez, ambos ya en el exilio.
Virginia aclaró a la jueza que fue la CICIG quien denunció a Castellanos por filtrar información de un caso en reserva a Barrios, por una publicación que el abogado hizo el 22 de agosto 2017 y luego el 25 de agosto la Comisión recusó al juez.
Durante su testimonio, Barrios indicó que él se presentó a la oficina de la FECI en Xela, a hacerle un favor a Virginia Laparra, pero ella refutó dicha versión indicando que él llegó a amenazarla con que si no se retiraba su nombre que aparecía en esa recusación la denunciaría penalmente o por la vía administrativa.
Según Laparra, Barrios sabía que ella tenía una carrera intachable porque cuando la visitó le dijo que la había investigado y que no le encontró nada. “Usted es una persona con principios y valores, por eso está ahí (al frente de la FECI), yo no, eso fue lo que me dijo literalmente, y es cierto señora jueza, soy una persona con principios y valores”, indicó con la voz quebrada.
“La Fundación contra el Terrorismo infunde terror”
La exfiscal de la FECI señaló que por ejercer su derecho de defensa fue enviada a prisión preventiva tras la etapa intermedia, cuando el juez Sergio Mena Samayoa resolvió que por haber mediatizado el caso la enviaba a prisión y luego la mandó a la cárcel militar de máxima seguridad en Matamoros.
En estas audiencias nunca se permitió el acceso a la prensa aduciendo motivos de seguridad por la pandemia de la COVID-19.
Casi al final de su intervención, Laparra hizo alusión a declaraciones de Castellanos, quien comparó la independencia judicial con el Holocausto. “La mayoría de personas que se enviaron a esos campos de concentración fueron enviadas por órdenes de jueces competentes, no fueron enviadas por un militar o por un capricho”, dijo Castellanos previamente.
Me parece interesante escuchar del Holocausto, estas personas que fueron enviadas a campos de concentración por jueces, -haciendo referencia al famoso psicólogo Víktor Frankl-, “es lo que está sucediendo ahora…porque este sistema está corrompido, pero no es culpa de FECI, no es culpa de CICIG, fue de las personas corruptas que lo hicieron así, la corrupción mata señora jueza, las personas que han muerto en las carreteras porque ni siquiera se les da mantenimiento, hay personas que mueren en los hospitales porque no hay medicamentos”.
Además, señaló que esto ella no lo aprendió en los casos y recordó que cuando la enviaron al Hospital General San Juan de Dios por problemas de salud, que se han exacerbado en la cárcel, los querellantes se reían de ella en las audiencias donde el juez Mena no dejó ingresar a la prensa.
“La que se reía por dentro era yo, porque yo toda mi vida he ido a los hospitales públicos y ¿sabe por qué?, porque mi trabajo así me lo demandaba, ahí está mi madre que le puede decir que eso es cierto, yo conozco los hospitales públicos de Quetzaltenango, porque era la motivación que yo tenía para continuar con esos casos de corrupción, a mí nadie me puede contar que la gente se moría, a mí nadie me puede decir cuál es el olor de esos hospitales públicos, esa es una más de las miles de veces que he ido”, indicó.
Virginia indicó que por eso ella siempre estuvo orgullosa de la labor que ejerció al frente de la FECI en Quetzaltenango. También habló de los sacrificios que realizó como fiscal, saliendo tarde de su trabajo y perdiendo cumpleaños en su familia porque no podía llegar debido a la carga laboral que tenía.
El único día que salió temprano fue el 23 de febrero, cuando salió a las 4 de la tarde de su oficina pues se disponía a viajar a la ciudad capital para presentarse al siguiente día a la audiencia que tenía con el juez Mena Samayoa, por la denuncia por la que fue enviada a juicio.
Casi al finalizar su intervención indicó que está presa porque no se fue del país y dijo que la Fundación contra el Terrorismo, querellante en el proceso, “no esconde el terrorismo, es una fundación para infundir terror realmente, eso es lo que son”.
Aunque sus amigos le advirtieron que dicha Fundación anunció que se estaba fraguando una orden de aprehensión en su contra, ella dijo que no salió del país, a pesar de tener visa y los medios para irse “pero no me fui”.
Durante su intervención, Virginia también se refirió a las cuatro denuncias administrativas que presentó en contra del juez y por qué las interpuso.
La jueza Oly González la interrumpió en este punto, haciéndole ver que ella estaba dando otras conclusiones de su proceso, cuando lo que le correspondía era ejercer su derecho a la última palabra pero le permitió continuar.
La audiencia en la que se dará a conocer el veredicto de la juzgadora se realizará el viernes a la 1 de la tarde y de su resolución depende que Virginia Laparra continúe en prisión o salga libre.
Al salir de la sala de audiencias, defensores de derechos humanos y observadores irrumpieron en aplausos, dándole palabras de ánimo. “Estamos contigo Virginia, estamos contigo”, manifestaron. También estuvo en su audiencia el defensor Bernardo Caal, declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional (AI), organización que también declaró como “presa de conciencia” a Laparra y que considera que la persecución penal en su contra es infundada.