Por Paolina Albani
La noche del 15 de noviembre, Miguel Ángel Gálvez, quien apenas unas horas antes había presentado su renuncia al cargo como juez de mayor riesgo, dio una entrevista a Fernando del Rincón en el programa Conclusiones, de CNN en Español, en donde conversó sobre la persecución judicial y el acoso que lo orilló a dejar el país hace 12 días.
Gálvez habló claro y fuerte sobre quienes están detrás del asedio que denominó “juicio estratégico”, entre los cuales está la organización militar Fundación contra el Terrorismo, pero también el presidente Alejandro Giammattei y su fiscal general, Consuelo Porras.
Un asedio del que ha sido cómplice el mutismo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que lo dejó a su suerte e ignoró casi todos los recursos que Gálvez presentó para defenderse y que, además, ha aceptado su renuncia en menos de 24 horas. Casi de inmediato, la corte ha ordenado sacar la vacante a convocatoria como si no hubiese pasado nada.
En uno de los momentos más relevantes de la entrevista, Gálvez admitió que la situación le ha generado tristeza y que nunca imaginó terminar su carrera como lo hizo: renunciando, en el exilio y perseguido.
FR: Los operadores de justicia independientes de Guatemala en el exilio me hacen llegar un documento muy breve donde manifiestan su solidaridad con el ilustre, así lo califican, juez Miguel Ángel Gálvez Aguilar, quien hoy hizo pública su renuncia. -En la carta dicen que- la decisión asumida por el juzgador representa un duro golpe para la justicia y se expone en un momento de profundo deterioro institucional materializado en la persecución infundada, despiadada y vergonzosa que tiene como víctimas a operadores de justicia, líderes sociales y periodistas independientes.
FR: ¿Ya recibió este documento de los operadores de justicia de Guatemala en el exilio?
MAG: Ya lo recibí, Luis Fernando.
FR: Juez Gálvez se lo voy a preguntar de frente, porque muchos guatemaltecos están pendientes de esto y no lo ha hecho público, ¿ya no va a regresar a Guatemala?
MAG: Pues, por el momento, es difícil, tomando en consideración que no hay garantías para que esté en Guatemala.
FR: ¿Su familia está con usted?
MAG: No, no está conmigo, está en Guatemala.
FR: ¿Teme por la seguridad de su familia, en este momento, juez Gálvez?
MAG: Por supuesto que temo. Precisamente, salí el día 4 de noviembre cuando fue la audiencia con el juez pesquisidor. La audiencia era una semana antes, pero mi súplica, mi requerimiento al juez pesquisidor era que se hiciera pública la audiencia en donde he ido a presentar los descargos. Lamentablemente, contrario a lo que pasó 2015, cuando había público, había periodistas, que estaba llena la -sala de- audiencia, él se negó a hacer pública la audiencia. Ya se imagina qué era entrar a una sala del despacho del juez pesquisidor, él en un escritorio y que me asignara una silla en donde yo no podría ni abrir una computadora porque no tenía espacio. Entonces a raíz de eso, consideré con esa resolución y las otras, que se me estaba limitando, se me violó la garantía fundamental del derecho a la defensa.
FR: Juez Gálvez, de acuerdo a lo que me acaba de contar, hagamos una proyección al futuro si se queda en Guatemala ¿dónde se vería usted?, ¿en prisión?
MAG: Fíjese que sí, ese es el temor que tengo. Lamentablemente, si me hubieran dado la oportunidad de defenderme hubiera sido diferente, pero desde que se inicia el trámite del antejuicio la Corte Suprema de Justicia ha dictado resoluciones completamente alejadas de lo que es Estado de derecho y, especialmente, limitarme ese derecho de defensa.
FR: Si tuviera que definirlo en este momento Juez Gálvez ¿lo podríamos considerar ya un exiliado más de los operadores de justicia?
MAG: Así se entiende, definitivamente, tomando en cuenta que no hay garantías para que pueda regresar a Guatemala.
FR: En esta acusación que le hace a usted la Fundación contra el Terrorismo, que viene de un grupo que ha sido sumamente criticado, dicen que habría utilizado la figura de prisión provisional en los casos Cooptación del Estado, La Línea, cuando no existe esa figura en Guatemala.
¿Esto es cierto o es mentira, Juez Gálvez ? ¿Qué responde?
MAG: Fíjese que se hace referencia a cinco procesos, de esos, tres no me corresponden a mí. Ignoro la tramitación de los procesos y, únicamente, conocí el proceso de Otto Fernando Pérez Molina, precisamente, al caso de referencia a usted en 2015, -La Línea- y a Claudia Méndez Asencio quien trabajó en la Superintendencia de Administración Tributaria. O sea, en los primeros tres procesos desconozco la tramitación y son solo estos cuando se hace referencia a prisión provisional.
Uno de los problemas que tenemos es que, tanto la Constitución como el Código Procesal Penal, regulan que después de que se haya detenido a una persona por orden de juez, a las 6 horas se les tiene que hacer ver el motivo de su detención y a las 24 horas escuchar la primera declaración. Los problemas que tenemos en los juzgados de competencia ampliada son que los procesos son muy extensos. Es lógico que no podemos dictar el auto de prisión preventiva a las 24 horas porque son -grandes- cantidades de sindicados.
En el caso del proceso de Cooptación, por ejemplo, la primera audiencia duró tres meses. Habían 67 personas y por el tipo de proceso, había una cantidad -grande- de abogados. Entonces, de ahí es donde surge que la persona se queda detenida hasta que concluya la primera declaración y se proceda a dictar o medida sustitutiva y prisión preventiva.
Esto es un problema del sistema, es un problema de del Código Procesal Penal. Y, precisamente, cuando dicté la resolución en el proceso Cooptación hice referencia que cómo era posible si la investigación no debe durar más de tres meses y tres meses duré en la primera declaración. Ahí es donde motivo a la Corte Suprema de Justicia a promulgar o modificar la ley para ampliar los plazos en procesos en donde hay -una gran- cantidad de sindicados.
FR: ¿De ninguna manera violó el debido proceso de los detenidos de los investigado?, ¿no lo hizo como hacen o pretenden hacer ver los de la Fundación Contra el Terrorismo, en esta denuncia?
MAG: De ninguna manera. Tomando en consideración que de cinco procesos que me señala, tres no son míos. Entonces que mejor que para dar fe que la audiencia se realizó con toda la transparencia. Como dice Gabriel García Márquez: “cara al sol”.
En cambio, a mí sí se me limitó el derecho de defensa, porque no se quiso dar publicidad a la audiencia en donde iba a presentar mis descargos. Definitivamente, niego este aspecto al que están haciendo referencia.
FR: El caso Diario Militar, la Fundación contra el Terrorismo que es de militares, Otto Pérez Molina es militar. Lo que hoy le ocurre a usted es la suma de uno más uno más uno igual a tres. ¿Qué piensa?
MAG: El problema es que se hace referencia al proceso de Diario Militar, que fue el que levantó mucho mi perfil, pero, aparte de eso, tengo los procesos de genocidio, de Sepur Zarco, el de la Embajada de España, las violaciones Achi’. No solo es un proceso. Es la suma de varios. En el caso Diario Militar está -Jacobo-Salan Sánchez, está Toribio Acevedo y hay varios militares relacionados con el proceso y, que actualmente, se encuentran en prisión. A parte de esos procesos, estaríamos agregándole los de corrupción como La Línea y Cooptación, el proceso de Melgar…
FR: ¿Esta persecución que usted acusa en su contra es por parte de la fiscalía y del propio aparato del Estado se pinta de verde?, ¿su origen es de color verde?
MAG: Por supuesto. Es a lo que se ha hecho referencia en otras oportunidades. El régimen de -Alejandro- Giammattei y la centralización de todos los organismos del Estado contra, prácticamente, todas las personas que no se han acoplado a sus intereses o que se oponen a determinadas acciones tomadas, se toman como enemigos del Estado. Por eso es que ellos mismos dicen que racionalizaron la guerra, porque ahora no están matando sino que es el tema del exilio. El ostracismo (alejamiento forzado) como como lo decía Grecia. Sacar a las personas que son un estorbo para el régimen de Giammattei.
FR: Dice la fiscalía que el antejuicio al cual hace usted referencia deriva de una querella presentada ante un órgano jurisdiccional, no de una acción promovida por el Ministerio Público. Se lava las manos la fiscalía. Por lo cual, según ellos, esto deja claro que ellos no están persiguiéndolo a usted. ¿Qué le responde?
MAG: Que sí interviene -el MP- en todas las diligencias que se están realizando en el antejuicio. Prueba de eso es que cuando tuve la vista en la Corte de Constitucionalidad, intervino el Ministerio Público. Específicamente, la fiscal general es un brazo operativo de la persecución de operadores de justicia. Este es un juicio estratégico que están utilizando y muestra de eso es la cantidad de gente que está afuera. Tengo aquí en este momento y un documento sobre el ataque a la independencia judicial en Guatemala.
Este informe es de octubre del 2022, que es un informe de la de la Misión de Jueces de la Federación Latinoamericana de Magistrados y de la Unión Internacional de Magistrados, en sus párrafos hace referencia a que la Fundación contra el Terrorismo, integrada por militares, en los últimos años ha ganado mucha influencia y está generando una fuerte desestabilización del poder judicial con sus acciones. No solamente busca obstruir la justicia sino utilizar de manera perversa el derecho penal para criminalizar a fiscales, jueces y jueces independientes. Entonces ahí es donde se puntualiza que existe un juicios estratégicos para criminalizar a los operadores de justicia que no han acoplado a los intereses que ellos manejan.
FR: Después de haber llevado casos de tan alto perfil y enviado a juicio a Efraín Ríos Montt, Otto Pérez Molina, Roxana Baldetti, en fin, ¿se imaginó algún día que iba a terminar su carrera en Guatemala así?
MAG: No me imaginé y la verdad es que es muy triste estar en una situación como en la que estoy, tomando en que la misma gente o los mismos magistrados del Organismo Judicial son los que están propiciando para atender los requerimientos de la fundación con relación a la criminalización de jueces y hago referencia a los jueces, pero no son solo ello, son fiscales, la magistrada Gloria Porras y grupos de derechos humanos, abogados defensores. No es solo con una persona es con un grupo de personas y muchos ya están afuera.