Con un discurso que parece sacado de un libro de historia de la guerra fría, Alejandro Giammattei acusa de sedición al Departamento de Estado norteamericano y a una agencia de cooperación, y aprovecha para asegurar que en el país no existe persecución política.
Por Juan Calles
En recientes declaraciones de Alejandro Giammattei a un pódcast realizado por la oenegé norteamericana, Alianza Global por la libertad, organización afín al partido republicano, Giammattei habló de un país muy diferente al que las guatemaltecas y guatemaltecos vivimos a diario, además se presenta como víctima de un ataque político que busca derrocarlo, acusa a una agencia de cooperación estadounidense y a los pueblos indígenas de sedición. De esta forma, deja servida la mesa para quienes han encontrado en la criminalización una forma de atacar a la oposición política y a defensoras y defensores de derechos humanos.
“La corrupción transnacional es la que hay que combatir y aquí se centran en “roba vueltos” en ver si un funcionario se robó unos pesos, no estoy diciendo que eso sea correcto, pero hay cosas que son superiores a eso”, dijo el presidente en referencia a donde se deben dirigir los esfuerzos de la cooperación internacional, en una declaración paradójica pero que deja claras las intenciones presidenciales.
Giammattei repite así un discurso muy parecido al de su antecesor, Jimmy Morales, en una entrevista con el periodista Jorge Ramos, de Univisión, en 2017, en la que normalizó la corrupción, como algo “educacional” en América Latina, esto, al ser cuestionado por los señalamientos de corrupción en contra de uno de sus hijos y de su hermano.
¿Por qué nos ataca el Departamento de Estado norteamericano?
Giammattei trató de explicar que el Departamento de Estado norteamericano ataca y quiere derrocar a un gobierno centroamericano por ser conservador; pero en la segunda parte de su respuesta toca un tema más contundente, como son los millones de dólares que maneja la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
“Somos atacados porque somos un país conservador desde el punto de vista de la protección de la vida y la familia… Esa política pública ha sido una de las mayores discrepancias con el gobierno de los Estados Unidos que prefiere otro tipo de supuestas libertades donde se promueve el aborto”.
En marzo de este año, Guatemala fue nombrada capital provida de Iberoamérica, después que el Congreso aprobara algunos decretos que prohibían el aborto, la educación sexual en las escuelas y declarara el 8 de marzo como el Día de la Familia. Sin embargo, la situación de la niñez en el país demuestra que en realidad el abandono y el desinterés de proteger a la familia queda únicamente en el papel.
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Según datos del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), durante las primeras semanas del 2022 se contabilizaron 3, 230 casos de desnutrición aguda en niños menores de 5 años. Según esa información, el número aumentó 0.7 por ciento en relación con los casos del 2021. En otras palabras, mientras el gobierno celebraba que Guatemala es la capital pro vida, miles de niños padecían hambre.
Los números negativos se repiten en salud, educación y vivienda. Según el Banco Mundial, el analfabetismo en departamentos y municipios con mayoría de población indígena alcanza un 75 por ciento, y las niñas indígenas que llegan a la escuela con dificultad completan dos años escolares.
Después de presumir su premio como defensor de la familia y la vida, el presidente se mostraba muy interesado en generar molestia por el trabajo que USAID hace en Guatemala; “si usted me pregunta a mí en que entraba el dinero de los contribuyentes de los EEUU por medio de AID no lo sabemos, no había reportes, no va acorde a los programas de gobierno”, dijo Giammattei.
Mientras en su página web, USAID informa que es una agencia federal que proporciona financiamiento y asistencia técnica para apoyar iniciativas de desarrollo en más de 80 países. En el caso de Guatemala, trabajan con organizaciones de gobierno y no gubernamentales para que todos los habitantes de este país tengan acceso a los beneficios de la democracia, la transparencia, el crecimiento económico y los servicios de educación y salud.
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Un nuevo convenio con USAID
Antes de finalizar el tema, el presidente presume haber obligado a la agencia a enfocar sus programas en los planes de gobierno y no en los proyectos de pueblos indígenas, pues aseguró que la agencia promovía la libertad y su autonomía.
“Por eso habíamos decidido no firmar el convenio con AID. Pero ya ahora van a abrir sus libros y va a decirnos a quién le da el dinero y para qué programas da el dinero, para que los proyectos vayan acorde a los programas de gobierno”, mencionó Giammattei.
Consultamos al antropólogo y analista social Carlos Fredy Ochoa, quien asegura que la actitud del gobernante responde de forma autoritaria porque no tiene otra forma de gobernar ante el agotamiento de la constitución y la falta de cumplimiento de los acuerdos de paz, que plantean la oposición política y los pueblos indígenas.
“No tienen propuestas, no tienen nada que decir frente a las demandas, entonces las respuestas autoritarias solo se van a agravar, las acusaciones a agencias de cooperación no tienen sentido porque en los últimos años el apoyo de esas agencias ha disminuido; lo que a ellos no les gusta es el apoyo de esas agencias a los procesos de transparencia”, opinó Ochoa.
La persecución de Jueces, fiscales y periodistas no existe en la Guatemala de Giammattei
Desde que Jimmy Morales denunció el acuerdo que daba vida a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala(CICIG), hace tres años, han salido al exilio periodistas, jueces y fiscales que han investigado casos de corrupción gubernamental.
Entre las personas exiliadas están: la exfiscal general, Thelma Aldana; el exfiscal anticorrupción, Juan Francisco Sandoval; la jueza Erika Aifán; el exfiscal Andreí González, la jueza Claudia Escobar, la exmagistrada de la Corte de Constitucionalidad, Gloria Porras; el fiscal Rudy Herrera.
Además de los periodistas Juan Luis Font y Michelle Mendoza. En total se reportan 24 personas exiliadas en los últimos dos años.
Es evidente la componenda entre todos los organismos del Estado para atacar y criminalizar a jueces de alto impacto que llevan casos contra exmilitares por abusos durante el Conflicto Armado Interno y periodistas que denuncian corrupción de funcionarios públicos.
En opinión de Ochoa, es insostenible la posición del gobierno de Guatemala pues la criminalización de cualquier tipo de oposición es un método que han encontrado diversos gobiernos para callar las demandas ciudadanas.
“Además, en Guatemala todo el sistema de justica está cooptado, en donde se producen las leyes y en donde se defienden, allí en donde la democracia se debería expresar claramente es donde se trasladan ahora todos los problemas políticos porque ellos lo tienen cooptado”, opinó el analista.
No obstante, Giammattei afirma que tienen pruebas de que las personas exiliadas cometieron delitos en Guatemala y que cuando tenga la oportunidad irá a Estados unidos a mostrar dichas pruebas, mientras eso ocurre, califica de “ridículo” que Estados unidos acepte a estas personas como exiliadas.
“Están allá protegidos por el Departamento de Estado e incluso contratados por onegés para que estén haciendo la fuerza de tarea anti corrupción en Centroamérica, la cosa más ridícula del mundo”. Dijo el mandatario.
Para concluir Ochoa opinó que: “No es casualidad que del Organismo Judicial y de la USAC salgan todos los funcionarios de gobierno, porque ellos conocen bastante bien el funcionamiento del Estado y de esa forma garantizan que nada cambie, que todo se mantenga como les conviene a ellos, por eso les es vital tener el control tanto del Organismo Judicial como de la USAC”.
Las próximas elecciones presidenciales no son vistas como una forma de cambiar la situación en Guatemala, pues el sistema electoral también está cooptado, según la opinión de Ochoa, por lo que el estado actual del país cambiará dependiendo de lo que suceda tanto en el OJ como en la Universidad, “Allí están los frentes de lucha” concluyó.