Por Elias Oxom
Hace 40 años un grupo de militares llegó a la aldea Pambach, Santa Cruz Verapaz, para registrar viviendas, amedrentar y agredir sexualmente a mujeres en una tienda cercana a la escuela de Pambach, y llevarse a 80 hombres, bajo el supuesto de que debían prestar servicio militar. Jamás fueron vistos de nuevo. El hecho ocurrió el 2 de junio de 1982.
Con el fin de conmemorar este hecho, se llevó a cabo una actividad la aldea Pambach, en donde el Movimiento Regional de Víctimas entregó una plaqueta con el nombre de los 82 hombres, para que no se pierda su memoria, como víctimas del Conflicto Armado Interno. En la actividad participaron familiares de los desaparecidos y las autoridades comunitarias de la localidad, además se difundió un comunicado en diferentes medios digitales.
El 1 de junio de 1982 el Ejército de Guatemala llegó directamente a torturar y llevarse a una familia Poqomchi’ de la aldea Pambach. El padre, la madre y sus dos hijos fueron desaparecidos desde ese día. Al día siguiente, el 2 de junio, desde las 5 de la mañana, miembros del Ejército llegaron nuevamente a la comunidad a sacar a las familias de forma violenta de sus casas. Algunas mujeres fueron abusadas sexualmente, enfrente de sus esposos e hijos, destruyeron sus casas, robaron sus pertenencias, dinero, alimentos y sus animales de crianza, según se recuerda en un comunicado publicado en la página de Facebook del Caso CREOMPAZ.
Entre 2012 y 2015 la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) realizó exhumaciones en la antigua Zona Militar No.21, donde actualmente funciona el Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Mantenimiento de Paz (CREOMPAZ), lugar en el que se encontraron los restos de 565 personas en 85 fosas clandestinas, y en la fosa No.17, fueron recuperados 64 osamentas humanas, de las cuales 37 pertenecían a “los hombres de Pambach”. A partir de estos descubrimientos, se inició en 2016 el proceso penal conocido como “Caso CREOMPAZ”, en el que se juzga a militares de alto rango vinculados a la Zona Militar No. 21.
No obstante, luego de una serie de resoluciones, amparos y burocracias judiciales, las familias del caso Pambach siguen con la herida a flor de piel, porque la esperanza disminuye y los familiares de las víctimas siguen esperando justicia.
“En el año 2016 se inició un juicio contra militares de alto rango vinculados a la Zona Militar No. 21, sin embargo, este juicio ha tenido un avance demasiado lento”, lamentaron en el comunicado las familias de Pambach.
La jueza Claudette Domínguez, titular del Juzgado de Mayor Riesgo “A” es la que lleva el “Caso CREOMPAZ”, 29 familias de Pambach están incluidos en ese caso, a casi 10 años de las exhumaciones que se realizaron siguen esperando justicia.
La mujeres y sobrevivientes de la comunidad de Pambach publicaron un comunicado, en donde manifestaron “Hoy a 40 años de este terrible suceso, las víctimas sobrevivientes y familiares de Pambach recordamos a nuestros seres queridos, los conmemoramos y también recordamos a nuestros familiares que en este camino por la justicia han fallecido como Don Francisco Caal y Don Roberto Jalal Calach. Todo nuestro profundo agradecimiento a su lucha, honramos su legado y su memoria”.
“Exigimos que se haga justicia para los hombres de Pambach, sus familiares y todas las víctimas del caso CREOMPAZ, caso que refleja la magnitud de las atrocidades cometidas por el Ejército de Guatemala contra de la población civil, en especial contra el Pueblo Maya”, concluyeron.
Ana Xuk, del Movimiento Regional de Víctimas, indicó que “en el tema de justicia en este caso no avanza, todo está paralizado, los que damos el acompañamiento y los familiares lo vemos con mucha preocupación porque el caso no avanza, el tema de justicia no avanza, está paralizado, así como está la situación ahora ya no se habla de justicia digna”, expresó.
Xuk agregó que “el retroceso en el sistema de justica lo vemos con una gran preocupación, porque los casos no avanzan, las trabas las ponen los jueces y ahora la jefa del Ministerio Público, la Fiscal General. Esperábamos el cambio de Fiscal General del Ministerio Público, porque son los mismos que ponen las trabas porque no les conviene”, concluyó.