El proyecto del Aerometro, impulsado por la Municipalidad de Guatemala, aunque también abarca Mixco, fue cuestionado por un informe técnico del Centro de Estudios Urbanos y Rurales (CEUR), el ex decano de Economía de la USAC, Eduardo Velázquez y el diputado de Semilla, Román Castellanos. Le critican un cálculo que no cierra sobre la cantidad de personas que puede movilizar y una tarifa demasiado alta. Estos cuestionamientos se suman a los señalados por un reportaje de Prensa Comunitaria en torno a la participación en el financiamiento del proyecto de Lenir Pérez, empresario hondureño sindicado de prácticas poco transparentes en su país. El proyecto ha sido retirado de la agenda del Congreso.
Por Regina Pérez
Los diputados del Congreso están por aprobar el proyecto de ley para habilitar el Aerometro, un sistema de transporte público impulsado por la municipalidad capitalina que se implementará en Guatemala y Mixco, mediante un contrato por un plazo de 25 años. La propuesta ha despertado dudas y según una opinión técnica del Centro de Estudios Urbanos y Rurales (CEUR) este sistema es caro para los usuarios y no resolverá el problema de la movilización en el transporte público.
La idea de este proyecto inició durante la administración del alcalde ya fallecido, Álvaro Arzú y fue continuada por el actual jefe edil, Ricardo Quiñónez. La concesión del mismo fue adjudicada el año pasado al consorcio “Grupo Consolidado Solidario”, que integran las empresas Cablevía de Guatemala Sociedad Anónima, Desarrollos Residenciales Victoria Sociedad Anónima, Desarrollos Torino Sociedad Anónima y Doppelmayr Guatemala Sociedad Anónima, de reciente creación.
El proyecto de ley 5934 fue presentado al pleno del Congreso el 6 de octubre de 2021 y el pasado 2 de febrero se tenía previsto discutirlo en su tercer debate, por artículos y redacción final, sin embargo, no se concretó y esta semana no aparece su discusión en el orden del día.
Según el reportaje “Aerometro y el señor de los cielos de Honduras”, publicado recientemente en Prensa Comunitaria, detrás de la inversión de este proyecto está el empresario hondureño, Lenir Pérez, conocido por sus tratos poco claros para gestionar los principales aeropuertos en los países del norte de Centroamérica y por violaciones a derechos humanos en Honduras.
Sobre esta iniciativa, el diputado Román Castellanos, de la bancada Semilla, quien solicitó una opinión técnica al CEUR sobre el Aerometro, dijo que tiene las mismas características que otros proyectos que responden a alianzas público privadas, como la concesión de la autopista Palín-Escuintla y el contrato Ferrovías, en términos de cómo se concesionan los espacios del Estado y que las empresas que están detrás no necesariamente tienen trayectoria o experiencia, pero que están vinculados con sectores políticos tradicionales.
El valor del contrato firmado con el grupo mancomunado es de Q1,216,448,000 y se proyecta una contribución a las municipalidades de Guatemala y Mixco de Q426,183,000 millones que se percibirán de las concesionarias, según el dictamen realizado por la Comisión de Comunicaciones, Transporte y Obras Públicas del Congreso.
La iniciativa busca aprobar la concesión del Sistema de Transporte Público por Cable Aéreo Tipo Teleférico (Aerometro) en su fase 1, por un plazo de 25 años, que contempla 2.2 kilómetros de distancia y un recorrido estimado en tiempo de 8 minutos. Se habilitarán 124 cabinas con un aforo de 12 personas, con 4 estaciones: Plazuela España, Tecún Umán, CAMIP y Trébol.
La fase 2 del proyecto constaría de 8 estaciones y 51 torres a lo largo de los 6.6 kilómetros restantes y constará de 326 cabinas. En total será una ruta de 9 kilómetros que recorrerá toda la calzada Roosevelt, con un tiempo de recorrido de 28 minutos, con lo que, según la municipalidad, se ahorraría 90 minutos para los usuarios.
Cada cabina tendrá una capacidad de 12 personas, unos 5,500 pasajeros por hora y hasta 374 mil personas por día utilizarían el servicio, de acuerdo con la iniciativa.
Sin embargo, una opinión técnica solicitada por Castellanos a expertos del CEUR revela varias inconsistencias en el proyecto, en su fase 1.
Contenido engañoso, alto precio del transporte y poca capacidad
El profesor investigador del CEUR, Luis Rafael Valladares, quien elaboró el documento, indicó que a partir del contenido de los esquemas presentados para la comprensión del proyecto, puede calificarse como una “publicidad falaz que trata de engañar a los incautos”.
El proyecto señala de manera general que habrá un ahorro de 90 minutos en el tiempo de traslado, pero no se toma en cuenta tiempos de espera de abordaje, tiempos de salida y abordaje de las estaciones intermedias.
De acuerdo a estudios técnicos, solo aquellos que residen o trabajan a 500 metros de las estaciones se verían beneficiados con su movilidad, tanto en ida como en retorno, indicó Valladares. De la población residente en las 10 zonas del municipio de Mixco se estima que solo la parte industrial, las zonas 2 y 3 serían beneficiadas.
También menciona que el hecho de construir la Central de Transferencia de Mixco, cercana la estación del Aerometro en Mixco, busca condicionar a las personas que usan el transporte extraurbano a usar obligatoriamente este servicio.
El diputado Castellanos señaló que esta opinión no es una oposición al modelo de transporte que sí funciona en otros países, pero dijo que en la Calzada Roosevelt debería de operar un sistema de transporte masivo, con capacidad para más usuarios porque ahí circula todo el transporte colectivo que ingresa del occidente del país y que “pareciera que el Aerómetro va en ese sentido de que todos los que ingresen por transporte colectivo del occidente, más allá de Mixco, utilicen este medio de transporte”.
Es como un monopolio del transporte colectivo que ingresa a la ciudad por el occidente, añadió.
En una de las ilustraciones que contiene la iniciativa se indica que la capacidad de cada cabina es de 12 personas y que estiman movilizar a 5,500 pasajeros cada hora.
“No coinciden los cálculos presentados, el dato es a todas luces engañoso cuando se menciona que el Aerometro tiene la capacidad de movilizar hasta 374 mil personas al día, cuando en realidad aún funcionando las 450 cabinas llenas, de ida y retorno, las 24 horas del día, el número de personas que trasladarían es menor”, opinó Valladares.
El experto hizo un cálculo que da como resultado que la movilización real sería de 259,200 personas y no 374 mil como afirma la municipalidad.
Por otro lado, el investigador se pronunció sobre el alto precio de la tarifa que se propone, que sería de Q10, un cálculo que es “antojadizo” y que no está basado en parámetros técnicos. La tarifa estimada para el eje I es de Q4 y para el eje II, de Q6.
“La tarifa que se pretende de Q10 es a todas luces sobrevaluada”.
Finalmente, indicó que las municipalidades de Guatemala y Mixco reconocen que el Aerometro es un paliativo para la problemática de la movilidad y, que su construcción, si bien no es la solución a los problemas de movilidad, solo conectaría sistemas de transporte, pero no es un transporte masivo como necesita una urbe como la de la ciudad de Guatemala.
Puede leer la opinión técnica completa en este enlace.
No cumple con criterios para un proyecto de movilidad urbana
El economista Eduardo Velásquez, excoordinador del CEUR, señaló que para evaluar un proyecto de movilidad urbana hay que tener tres criterios fundamentales, uno de ellos es si permite la reducción del tiempo de viaje; el segundo, es si permite la reducción del costo de viaje; y un tercero, si ante la demanda de transporte el proyecto hace una contribución sustantiva en la resolución del problema de demanda que existe.
Sobre la reducción del tiempo de viaje, Velásquez dice que supuestamente los 2.2 kilómetros de la primera fase del Trébol hacia la Plazuela España se harían en un tiempo aproximado de 8 minutos, unos 16.5 kilómetros por hora, una velocidad muy lenta que se puede hacer en bicicleta.
Sobre la reducción del costo del viaje, que según el proyecto, será de Q4 en el eje 1 y Q6 en el eje II, un total de Q10, el profesor señaló que no se trata de un servicio barato, “especialmente para los usuarios del transporte urbano público”, que son los demandantes de ese servicio.
Sobre el tercer criterio, Velásquez indicó que en la primera fase, en la cual se habilitarán 124 cabinas, con capacidad para 12 pasajeros cada una, da un total de 1.488 usuarios, si se utilizan todas. “La capacidad de transporte es limitadísima”, dijo. El impacto para la ciudad capital, estima el académico, donde se realizan unos 8 millones de viajes por día, es bajísimo.
Por lo tanto, “la propuesta de la municipalidad adolece de una serie de limitaciones”, entre ellas, que los teleféricos han tenido mucho éxito en ciudades donde hay asentamientos precarios en los cerros, como en el caso de Río de Janeiro o donde hay montañas como en el caso de Medellín, Colombia y por eso utilizan esta alternativa. No obstante, en el caso de la Calzada Roosevelt lo que se puede hacer es un metro subterráneo, manifestó.
La iniciativa para aprobar la concesión del Aerometro fue presentada al Congreso en octubre de 2021 y avanzó rápidamente en su segunda y tercera lectura donde no se requieren votos. La propuesta iba a ser conocida la semana pasada en su tercera lectura y redacción final sin embargo esto no ocurrió.
Castellanos indicó que tal como avanzaba la propuesta parecía que iba a ser aprobada en el Congreso en su tercera lectura, sin embargo, ahora ya no figuró en el orden del día. El diputado indicó que quizá no se cuentan con los votos suficientes para aprobar este proyecto y señaló que sería bueno que los diputados se informen, ya que muchos son de departamentos y no conocen sobre la necesidad de un transporte eficiente, seguro y accesible para los habitantes de la ciudad.
Para el diputado, más que la opinión de los políticos se necesita escuchar más las opiniones de urbanistas y menos opinión de inversionistas. “No podemos resolver los problemas de transporte colectivo, porque es el transporte que usa la mayoría, solo por el gusto de quienes hacen inversiones grandes y obtienen ganancias”, manifestó.