En entrevista con Prensa Comunitaria, pocas horas después de conocer que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) le había quitado la inmunidad, el juez Pablo Xitumul dijo que esta medida en su contra es parte de “una estrategia de regresión”. Expresó que “el pueblo de Guatemala necesita justicia eficaz y no solapada o sesgada, como pretenden algunos grupos al cooptar y copar las instituciones del estado”. Consideró que es un mensaje “a los jueces y fiscales honestos” que dice: “esto te va a pasar si nadás contra la corriente”. Finalmente, con calma precisó: “Pero deben saber que a Pablo Xitumul nada lo doblega”.
Por Juan Calles
Xitumul recibió a Prensa Comunitaria en su despacho, respondió todas las preguntas y hasta reveló que tiene un Plan B, en caso de que se concrete su remoción al frente del Juzgado C de Mayor Riesgo.
Xitumul ha actuado en juicios de gran relevancia e impacto, tanto de justicia transicional como en casos de corrupción. Destaca su participación en el juicio por genocidio contra el general Efraín Ríos Montt, el procesamiento de cinco militares por la desaparición de Marco Antonio Molina Theissen, el caso “Dos Erres” y el denominado “Agua mágica”, en el que condenó a la exvicepresidenta Roxana Baldetti por corrupción.
Tres años con un caso
Los hechos que se usaron para construir un caso contra el juez Xitumul tuvieron lugar en febrero de 2019, cuando fue víctima de una agresión e intimidaciones por parte del subinspector de la Policía Nacional Civil (PNC), José Cuxaj, en el kilómetro 20 de Ciudad Quetzal, Mixco.
El juez indicó que ese día una patrulla de la PNC detuvo su vehículo. En el procedimiento le pidieron que descendiera del mismo, a lo que respondió que no había ninguna causa para ello y se identificó como juez. En ese momento el subinspector Cuxai reaccionó de manera agresiva agarrándolo del cuello, mientras llamaba a más unidades policiales. Al llegar estas al lugar, los efectivos policiales le tomaron fotografías y videos al juez.
El inspector Cuxaj fue ligado a proceso por el delito de abuso de autoridad en el Juzgado de Mixco. Sin embargo, posteriormente, el oficial policial accionó contra el juez acusándolo del mismo delito. El 25 de junio de ese año la Junta Disciplinaria Judicial rechazó las acusaciones, a pesar de ello, tres días después, la CSJ decidió dar trámite al antejuicio contra Xitumul. El proceso judicial fue planteado por el jefe de la fiscalía de delitos administrativos del Ministerio Público (MP), Melvin Medina.
Este 9 de febrero, tres años después de estos hechos, el juez Xitumul fue despojado por la CSJ de su inmunidad, ahora, los grupos de poder buscarán destituirlo de su cargo y permitir que un juez más cómodo para sus intereses asuma la presidencia del juzgado C de Mayor Riesgo.
La entrevista:
“Tienen miedo a la verdad”
Con pantalón de lona y gorra de béisbol recibió a Prensa Comunitaria el Juez Pablo Xitumul en su oficina en el nivel 13 de la Torre de Tribunales, su toga colgaba en una de las paredes, en una mesa redonda una taza de café a medio tomar y regadas como a propósito, migas de pan daban cuenta del recién pasado desayuno.
Al iniciar la conversación con el juez Xitumul dejó bien clara su postura sobre lo que significa este proceso administrativo en su contra: “Para la sociedad y para los jueces honestos, fiscales honestos, en el sentido de resolver todo caso conforme a derecho, sin sesgos de ninguna naturaleza, es un mensaje de represalia, de escarmiento, un mensaje que dice “esto te va a pasar si nadás contra la corriente”. Antes de cambiar de tema dijo con tranquilidad: “Pero deben saber que a Pablo Xitumul nada lo doblega”
¿Quiénes están tras el retiro de su inmunidad?
Ante la realidad, lo que percibimos y escuchamos, incluso en las redes sociales, que anticipan lo que va a suceder, hay grupúsculos que están reacios a enfrentar a la justicia, a rendir cuentas, ellos son quienes pueden estar tras de esto.
Lo notamos desde el gobierno anterior, un funcionario principal siempre hablaba de cuestiones ideológicas, izquierda, derecha, comunismo; cuando, como yo siempre he dicho, la administración de justicia no tiene nada que ver con cuestiones ideológicas, ni centro, ni derecha, ni izquierda, guerrilleros, militares; la administración de justicia debe ser de seres humanos para seres humanos, con pruebas y el derecho.
Sí, hay personas que pueden sentirse ofendidas y, ante la realidad que no pueden modificar a través del derecho, lo hacen a través de subterfugios y prácticas del pasado.
¿Cómo analiza lo que sucede en estos días en Guatemala?
Lo percibo de esta manera: desde el anterior gobierno inició una estrategia de regresión, lo que venía en progresión, lo poco que habíamos avanzado empezaron a desmantelarlo, descabezaron a grupos de investigadores policiales, luego en el Ministerio Público colocan a las personas que consideraron ad hoc para desarticular los avances, la buena práctica de la investigación en procura de la justica, ya solo faltaba el organismo judicial y ahora vean este caso en mi contra.
Pero siempre me sentiré con la frente en alto, con la conciencia limpia y agradecido con el pueblo de Guatemala, que me ha dado la oportunidad de administrar justicia y lo seguiré haciendo, en tanto me permitan hacerlo. Siempre de manera objetiva, imparcial y trasparente.
Por ello todas las audiencias que he tenido han sido de puertas abiertas, siempre ha estado la prensa, quizá a esos grupúsculos no les guste, pero mi actuar seguirá siendo de esa manera.
¿Qué futuro puede esperar nuestro país mientras esos grupúsculos tienen cooptado al Estado?
Si a mí me preguntan si soy un hombre de fe, yo diría que tengo la esperanza que algo suceda, que algo haga cambiar esta estrategia de regresión. Algo puede pasar y, de pronto, sino a través de las urnas, activar otros mecanismos ciudadanos y ya que pare esto, el pueblo de Guatemala necesita justicia eficaz y no solapada o sesgada, como pretenden algunos grupos al cooptar y copar las instituciones del estado.
¿Qué debería hacer el pueblo de Guatemala frente a esta situación?
Siempre he dicho que más exigencia, más presencia, ya que comunicados y pronunciamientos no son suficientes.
Esta minoría que se ha incrustado en las instituciones del estado, en los tres poderes del estado, genera temor a la población, porque si el pueblo hiciera más presencia, ellos tiemblan y está demostrado, vea lo que sucede en el Congreso cuando tienen sesiones importantes y perciben la presencia de manifestantes, circulan las calles y concentran a elementos policiacos en varias calles a la redonda ¿Qué significa eso? Temor a la verdad, así de sencillo.
Pero tengo la esperanza que algo positivo surja de todo esto.
“Siempre tengo un Plan B”
Al culminar de responder las preguntas, con tranquilidad el juez Pablo Xitumul camina en su despacho, remueve papeles, ordena la engrapadora, todo mientras cuenta como su papá, durante su niñez en Rabinal, Baja Verapaz, le enseñó a siempre a tener un plan B. “Por si las cosas no salen como uno espera, siempre hay que tener un plan B”, repite Xitumul.
“Esto es una primicia para Prensa Comunitaria”, dice el juez mientras abre un folder amarillo. “Este es mi plan B”, agrega y muestra hojas impresas con letras de canciones que el mismo escribió. “Tengo más de quinientas canciones escritas, ya coticé instrumentos musicales, tengo guitarra y teclado, pero me hacen falta una batería y bocinas”, explica.
El juez Xitumul, antes de estudiar derecho, era profesor de música, impartió clases en Amatitlán, en San Juan Sacatepéquez y desde esos tiempos escribe canciones. El juez vuelve a mostrar las letras de las canciones y tararea algunas, mientras se explaya sobre las mismas: “tengo baladas, bachatas, hasta cumbias y merengue”. Xitumul canta una canción que dice: “Guatemala siempre florecerás”
“No les sorprenda que, si el próximo lunes me notifican que tengo que abandonar el cargo, me vean tocando mis canciones”, dice un juez que toma su situación jurídica con gracia y una rítmica actitud positiva.
“No estamos viviendo en una república”
Para que la mirada sobre un hecho de la gravedad del que estamos tratando fuera completa, Prensa Comunitaria requirió la opinión del analista independiente y abogado Oswaldo Samayoa.
“No estamos viviendo en una república en este momento, estamos viviendo en cualquier otra cosa, pero no le podemos llamar república, ya que es evidente que el poder judicial está siendo operado no por quienes lo dirigen, sino por grupos de poder que tienen cualquier otro tipo de intereses menos los de justicia, esto nos pone frente a la historia del país, que es el control autoritario de las instituciones”, indicó Samayoa.
“Cuando un país vive en esta situación -agregó- los sujetos incomodos son removidos de sus cargos, por ejemplo, los jueces independientes e imparciales, estas personas son una piedra en el zapato para los grupos de poder a los que les interesa mantener el control del aparato estatal para que sus planes avancen sin ninguna oposición”.
“Revisten de apariencia de legalidad, las acciones contra jueces independientes para removerlos de su cargo, en algunos casos no hay tanto interés en que ellos enfrenten una causa de justicia para llevarlos a prisión, sino que la intención es quitarlos de la judicatura y de la posibilidad que tomen decisiones, para que estos grupos de poder puedan tomar ese tipo de decisiones. El caso del juez Xitumul puede responder a esto”, afirmó el analista.
En este punto coincidieron Samayoa y el Juez Xitumul, se cree que importantes casos de corrupción durante el gobierno anterior y también de justicia transicional, como el del genocidio ixil, serían adjudicados al tribunal de mayor riesgo C, del que Pablo Xitumul es presidente.