Por Lourdes Álvarez
El pueblo Xinka, representado en sus 59 autoridades indígenas y ancestrales, aprobó la metodología para poder implementar un estudio que evidenciará el impacto cultural y espiritual del proyecto minero el Escobal, en San Rafael las Flores, Santa Rosa. Esto como parte del proceso de preconsulta y consulta que ordenó la Corte de Constitucionalidad (CC) en 2018, cuando se detuvo el proyecto.
Según Kelvin Jiménez, abogado que brinda acompañamiento al Parlamento Xinka, el acontecimiento representa varios logros para el pueblo Xinka, porque dentro del proceso de preconsulta están acreditadas las autoridades indígenas respetando las propias formas de organización y tomando en cuenta los estándares fijados en la sentencia de la CC que incluye el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Además, sienta un precedente para otros pueblos indígenas del país sobre cómo se deberían de realizar estos procesos de consulta previos a otorgar una licencia minera o de aprovechamiento de los recursos naturales que están en los territorios de esos pueblos, para determinar la afectación y si existe o no forma de mitigarla.
También es un enorme avance en el reconocimiento de los derechos del pueblo Xinka, según Jiménez.
Desde que la CC dio la razón a las comunidades del pueblo Xinka y ordenó detener el proyecto minero, también se indicó que se hicieran acompañar de especialistas académicos que fueran de su confianza para poder continuar con el proceso de preconsulta sobre el proyecto suspendido.
En un comunicado emitido en conjunto, como parte de los acuerdos entre las autoridades del Parlamento Xinka y del ministerio de Energía y Minas se indica que se llevaron a cabo dos reuniones de trabajo el 14 y 29 de septiembre, donde el equipo de investigación antropológica presentó el plan de trabajo, metodología, cronograma de visitas y talleres que se realizarán con las diversas comunidades.
Por parte del Parlamento Xinka se indicó que era necesario informar de estas actividades a las comunidades para que supieran de la realización del estudio. Además, enfatizaron que es importante que se escuche la voz del pueblo Xinka sobre cómo perciben que el proyecto minero afecta sus propias formas de vida.
Este era uno de los temas que se estaban solicitando desde hace mucho tiempo por parte del pueblo Xinka, porque cuando se otorgó la licencia no se hizo este tipo de estudio.
Cada vez que se haga un proyecto extractivo en territorios indígenas se debe evaluar cómo se va a afectar la cultura, la cosmovisión, las formas de vida, entre otros aspectos, resaltó Jiménez.
Se tiene previsto que el estudio arranque este mes y continúe por algunos meses más.
La investigación permitirá emitir una opinión sobre los impactos que el proyecto tiene en la cultura Xinka y estará a cargo de Claudia Dary, antropóloga, con un doctorado por la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, quien afirmó que el proceso de investigación será integral, histórica y holística.
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