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La importancia de la siembra del maíz para la cultura maya Q’anjob’al

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Créditos: David Diego Marcos.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por David Diego Marcos

En idioma Q’anjob’al awal o awoj significa literalmente siembra. El awal es considerado el principio de nuestra vida. Cuando decimos awal nos referimos al maíz, es el universo más sagrado de nosotros, entorno al maíz, ya que nos desarrolla política, intelectual, científica y familiarmente, todo es a base del maíz, dijo a Prensa Comunitaria Pedro Geovi Toledo, académico y guía espiritual.

Foto: David Diego Marcos.

Cuando todavía no existía el dinero la principal riqueza para algunos pueblos indígenas era el awal o maíz. En la niñez, los mayores nos explicaban que no había que pisar el maíz, que no hay que dejarla tirada y que no había que desperdiciar las tortillas, porque el awal es sagrado y es la madre que nos da la vida, indicó.

La milpa del maíz tiene un proceso distinto. Para los Q’anjob’ales cuando inicia la época, se toma B’utx ulul (atol blanco), es una bebida ceremonial que se toma al inicio de este proceso. Algunas aldeas todavía practican esta costumbre.

Los trabajadores toman el B’utx ulul, el azadón y el resto de las herramientas de trabajo. Se le hecha el B’utx ulul para dar inicio a las actividades. El ciclo de la vida del maíz marca también los tiempos cuando es la lluvia, cando empieza a brotar la flor del maíz. Para todo eso hay distintas ceremonias; por ejemplo, la primera hoja de maíz que brota es utilizada para hacer tamales. Las hojas se dejan colgadas, no se tiran.

Foto: David Diego Marcos.

A decir del guía espiritual, cuando sale el primer elote, se tiene por costumbre decirle: “soy flaco, soy flaco, apúrate, queremos maíz”, para que crezca y siga brotando. Desde el inicio del tiempo, incluso en las inscripciones jeroglíficas, hay dos principales representaciones del Dios del maíz, que a veces es visto también como el Dios del cacao, por ser dos productos principales. En vasijas de barro, en platos y pinturas aparece el Dios del maíz, al que cuando es joven se le dice Ajan (elote) y cuando el Dios del maíz es señor es nombrado Nal (mazorca).

Entonces, el awal es la principal fuente de la vida, de la ciencia y la cultura, porque si no hubiera awal buscaríamos comida y no nos daría tiempo de sentarnos para filosofar, estudiar medicina, ciencia, matemática. Lamentablemente ahora poco a poco se va perdiendo una de las dos cosas.

La práctica de la siembra del awal y como consecuencia de esta práctica de respeto al maíz, ahora nuestras hijas, nuestros hijos, son profesionales: ejercen el magisterio, las leyes, la psicología o el comercio, pero eso también solo los ha llevado a pensar en ganar y generar dinero, y si les da tiempo siembran maíz y si no lo pueden hacer ellos contratan a personas que trabajan por ellos, anotó.

Foto: David Diego Marcos.

Así se va perdiendo ese lazo profundo que se tiene con la madre tierra y el maíz. Ahora ya no sembramos y poco a poco dejaremos de pasar estas sabidurías a nuestros hijos: no sabrán cuál es la fecha de la siembra, cuál la de la primera limpia, cuándo brota la flor y en que momento hay que comer el primer tamal en hojas de maíz.

Ya no sabrán la fecha de tomar el Ajan Ulul (atol de elote), cuándo desgranar otra vez para la siguiente semilla. Todo ese conocimiento agrícola se va perdiendo porque todos tienen otras ocupaciones.

Según el académico, en el área Q’anjob’al, antes del OYEB K’U se empezaba a sembrar, lo que sería en el TAP, OYEB K’U y WEX. En estos tres tiempos o ciclos todavía se siembra. Después del WEX viene el siguiente ciclo de la siembra. Se podría sembrar pero hay que conocer.  Si se siembra y mantiene la práctica del awal o awoj se entiende cómo funciona la vida y el ciclo del maíz, porque se basa en el calendario agrícola.

Foto: David Diego Marcos.

También esta misma práctica enseña, porque hay maíz de diferentes ciclos de vida que llamamos Q’anjob’al Xim najat q’inal k’al xin seb’ q’inal, que quiere decir semillas de largo y corta vida, por ejemplo: si se siembra el maíz seb’q’inal a principios de mes, su desarrollo va a ser rápido. Con esa práctica se ve el ciclo de vida de cada maíz. Hay maíz que tiene un ciclo de vida más corto y otros más largos, tomando en cuenta también el tipo de suelo y clima donde se siembra, dijo.

En la actualidad, las nuevas generaciones en Santa Eulalia ya no practican ni se basan en el calendario agrícola para efectuar sus siembras, solo saben que después de la celebración de la feria titular del municipio, en febrero, empiezan a sembrar, lo que coincide con uno de los ciclos de la siembra, según el calendario maya agrícola, concluyó Geovi Toledo.

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