Por Prensa Comunitaria
La Investigación
“Entre Tormentas” surge como una investigación de Prensa Comunitaria a partir de la cobertura realizada durante las tormentas tropicales Eta y Iota. Investigamos el impacto de ambos fenómenos naturales y cómo se encuentran las comunidades damnificadas.
Buscamos conocer la respuesta del Estado de Guatemala o la ausencia de ésta, la organización comunitaria y los impactos de megaproyectos de minería, represas, hidroeléctricas o monocultivo de palma africana, cuyos daños medioambientales podrían haber elevado el riesgo de la gente ante las tormentas.
Decidimos mostrar la realidad de varias regiones damnificadas a través de las historias y las voces de quienes sobrevivieron a las tormentas.
Lo ocurrido en Campur, una comunidad Q’eqchi’ en Alta Verapaz, con la inexplicable inundación que vivieron cuando el agua emergió desde el propio suelo.
Lo ocurrido en Trapichitos, una comunidad Maya Ixil en Nebaj Quiché, que históricamente ha sobrellevado el abandono del Estado.
Lo ocurrido en Pico de Oro en Sayaxché, Petén, una comunidad mestiza aislada por la palma africana, que en medio de la inundación y la crisis vivida busca tener una carretera que los comunique con el mundo.
Con la llegada de Eta y Iota en noviembre de 2020, Prensa Comunitaria organizó la cobertura periodística en las comunidades afectadas que una a una iban registrando distintos incidentes.
Documentamos el desbordamiento de ríos, inundaciones, derrumbes, la pérdida de puentes, cultivos o casas. De esa cuenta, un equipo de 20 periodistas de distintos pueblos indígenas y mestizos que forman parte del medio recorrieron los territorios afectados y realizaron la cobertura en tiempo real durante las tormentas. Todo este esfuerzo se realizó en medio de la pandemia de la covid-19, presente en Guatemala desde marzo del 2020, que aumentó los riesgo de contagio de la población, con cientos de personas en albergues sin mayores medidas para contener y prevenir el virus.
Las tormentas tropicales Eta y Iota impactaron en Guatemala a través del Atlántico. Fue el 5 de noviembre de 2020 que la primera de las tormentas impactó el Caribe guatemalteco. Desde los Estados Unidos, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) advirtió a través de un boletín de los efectos catastróficos que ETA podría provocar; nadie fue informado de esta advertencia en las comunidades que resultaron damnificadas en Guatemala. ETA duró nueve días.
Con la llegada de la tormenta Iota, desde el 14 de noviembre, dos días después y con mayor fuerza que ETA, miles de personas resultaron damnificadas en un extenso territorio a través de los departamentos de Petén, Izabal, Chiquimula, Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz, Baja Verapaz y en menor medida Totonicapán.
2 millones 438 mil 933 personas resultaron afectadas y llegó a haber 1 millón 797 mil 230 fueron damnificadas, según datos que publicó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) desde el 28 de mayo de 2021.
Con la llegada de invierno de 2021, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) prevé que habrá una cantidad de lluvia por arriba de lo normal en los territorios afectados el año pasado, lo que de nuevo aumenta los riesgos para estas comunidades.
Esta serie de reportajes “Entre Tormentas” busca poner en la opinión pública la realidad que fue desnudada por los efectos de las lluvias en 2020. Con la llegada de este invierno estas historias de vulnerabilidad podrían repetirse.