Alta Verapaz: Andrés Ché y su lucha por recuperar la tierra ancestral

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Créditos: Cortesía
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Elías Oxom

Andrés Ché, es uno de los fundadores de la aldea Xyaab’al Hix (Gancho Caoba II), Cobán, Alta Verapaz, junto a sus hijos y diez familias más que lucharon para recuperar las tierras que les fueron arrebatadas a sus ancestros durante la invasión del territorio Q’eqchi’ por parte de los alemanes, durante los gobiernos liberales.

Ché, maya Q’eqchi’ de 73 años, es hijo de Juana Ché y Francisco Cú quienes nacieron, crecieron y vivieron toda su vida en las montañas del lugar denominado Sayhá, que fue ocupado e invadido por los alemanes, y despojado a los abuelos de Francisco Cú en 1873, durante el gobierno de Justo Rufino Barrios; por esa razón, los padres de Andrés Ché trabajaron toda su vida en las fincas de café del terrateniente Alberto Urrutia.

En estas mismas condiciones nació Andrés Ché, en 1948. Recuerda que a los doce años el terrateniente le dijo a su padre que Ché ya estaba grande y debía empezar a trabajar en la finca, para que cuándo creciera no fuera (q’emkun) haragán. Según Ché, en las fincas se trabajaba de siete de la mañana a cinco de la tarde, sin percibir ningún salario; a cambio tenían  un lugar para vivir en la finca y un pedazo de tierra para sembrar maíz y alimentar a la familia.

En 1980 el ejército masacraba a comunidades enteras. El ejército había bombardeado a la aldea Cumpemech cercana a Sayhá. Esto obligó a Andrés Ché y sus hermanos a refugiarse en las montañas para resguardar la vida durante dos años, en donde perdió a su madre, hermanos, hijos y familiares, todos asesinados por el ejército de Guatemala.

En 1985 llegó a vivir a Peña Blanca I, pero por la necesidad de buscar tierra fértil en donde sembrar maíz y frijol, se trasladó a Gancho Caoba I, en donde vivió durante nueve años y pudo cultivar nuevamente la tierra que estaba por Sayhá, lugar en donde laboró antes del Conflicto Armado Interno, pero Sayhá quedaba a dos horas de Gancho Caoba I, un tramo retirado para el traslado de la cosecha; era una tierra fértil para la siembra de maíz, frijol y cardamomo.

Foto: cortesía

Esta razón obligó a que Andrés Ché empezara a organizarse con sus hijos y con el señor José Caal y diez familias, con el objetivo de lucha por la certeza jurídica de Sayhá. Para esto se vieron obligados a acercarse al terrateniente Alberto Urrutia, quien les indicó que la finca ya no estaba a su nombre y que ahora pertenecía a Víctor Urrutia. Hablaron con él pero no quiso dialogar.

Eran 13 familias, entre ellas la de Andrés Ché y las de sus dos hijos que se asentaron en el cerro “Xyaab’al Hix” en 1998, pero por falta de voluntad del terrateniente se complicó aún más su estadía en el lugar; constantemente amenazó que los desalojaría con soldados y policías, pero los comunitarios respondían que no tenían miedo y que sobrevivieron a miles de balas en las montañas durante el Conflicto Armado Interno, por lo que estaban dispuestos a dar sus vidas por la tierra que les pertenecían.

Según Jesús Caal, uno de los hijos de Andrés Ché, en una ocasión el terrateniente Urrutia llegó con prepotencia a gritarles invasores a los comunitarios que estaban construyendo sus champas en Xyaab’al Hix, pero Caal respondió “el invasor es usted, en estas tierras vivieron nuestros abuelos antes de que ustedes llegaran y nuestros padres trabajaron toda su vida en la finca de café sin tener ni un centavo de salario”.

En esas condiciones vivieron hasta que empezaron a recibir solidaridad y acompañamiento de organizaciones indígenas. Esto obligó al terrateniente a hacer su escritura que, según Ché, no estaba en orden cuando ellos empezaron la lucha por recuperar la tierra de sus abuelos. Con el apoyo de Fondo de Tierras pudieron negociar la “compra” de la tierra por medio de un crédito subsidio; el Fondo de Tierras compró la finca y les dio un plazo de diez años para devolver el dinero de la compra.

Actualmente, en el departamento de Alta Verapaz existen muchos casos de conflictividad agraria, porque muchos campesinos se están organizando para recuperar las tierras que en la actualidad siguen a nombre de terratenientes que invadieron estos territorios durante los gobiernos de la Reforma Liberal.

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