Por David Toro
Las pruebas para diagnosticar casos de COVID-19 son fundamentales para tener un control del avance de la epidemia y tomar decisiones, pero Guatemala actualmente no cuenta con datos certeros ni en tiempo real, la capacidad del Laboratorio Nacional de Salud (LNS) para analizar pruebas colapsó desde mayo y las nuevas autoridades de salud se encuentran realizando una auditoría por anomalías en los datos durante la administración del ex ministro Hugo Monroy.
El mes de junio para Guatemala, ha sido hasta ahora el mes más fuerte de la pandemia, ya que en 29 días pasamos de 4 mil a 17,409 casos positivos de covid-19 detectados, según los datos oficiales. Además, solo del 1 al 29 de junio se registró el 85% de las 746 muertes que ha dejado el coronavirus, esto nos convirtió en el cuarto país latinoamericano donde la enfermedad ha sido más letal.
El punto alto de la crisis llegó justo cuando Guatemala se quedó a ciegas, sin oportunidad de tener datos actualizados del avance del virus en todo el territorio, ya que el Laboratorio Nacional de Salud (LNS), según las autoridades colapsó. El ente rector de correr y analizar las pruebas comenzó a estancarse el 26 de mayo, en aquel momento la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), constató que habían 800 pruebas pendientes de analizar, un mes más tarde la presa de pruebas estancadas se elevó a 7,000 según el reporte del Departamento de Epidemiología al Congreso el 16 de junio.
Este retraso ha provocado que Guatemala no tenga datos en tiempo real, esto además es un factor que ha provocado que los hospitales colapsen según explica la defensora de salud de la PDH, Zulma Calderón, “en las verificaciones en hospitales que hemos realizado hemos constatado que la saturación se debe a que no tienen resultados de los hisopados que se realizan, hay personas hospitalizadas que esperan hasta 14 días para conocer su diagnóstico (…) el colapso del LNS, está influyendo directamente en la atención de las personas” agregó.
El colapso del LNS también están relacionado a la escasez de insumos para analizar cada prueba, “el personal ha denunciado que no tienen hisopos ni reactivos para realizar pruebas y los pacientes han denunciado que se han perdido sus resultados o que incluso ya nunca se les informa sobre el diagnóstico” agrega la doctora Calderón.
En mayo el exministro Hugo Monroy rechazó que el LNS estuviese colapsado y dijo que estaban por recurrir al apoyo de laboratorios privados y de universidades, sin embargo, su sucesora Amelia Flores quien tomó las riendas del Ministerio el 19 de junio, aceptó el colapso y además aseguró que el 50% del personal del laboratorio estaba en cuarentena por casos positivos de COVID-19 reduciendo drásticamente su capacidad.
“En Guatemala hay 10 veces más casos de los que se han logrado detectar” dijo el 18 de junio el infectólogo Edwin Asturias quien está a cargo de la Comisión Presidencial Contra el Coronavirus (COPRECOVID), en aquel momento Asturias dijo a los medios en una rueda de prensa fuera del Congreso, que si se realizaran más pruebas sería posible detectar mayor cantidad de casos.
Asturias en abril, dos semanas antes de formar parte del equipo de Giammattei recomendó al gobierno realizar 5,000 pruebas diarias para tener una idea real del avance de la pandemia “se debe considerar que a nivel mundial el 40% de los casos son asintomáticos” resaltaba Asturias a través de su cuenta de Twitter. Sin embargo, Guatemala no ha logrado pasar de las 1,500 pruebas al día con un atraso considerable en el análisis de las mismas y el 29 de junio solo se realizaron 805 a nivel nacional según los datos oficiales.
Manejado a ciegas en la pandemia
“Realizar y analizar las pruebas a tiempo nos puede servir para tener una idea realista del avance del virus y así poder tomar decisiones acertadas” asegura la diputada Lucrecia Hernández Mack de la bancada Semilla quien fuera ministra de salud (2016-2017), además durante la pandemia ha fiscalizado las acciones de las autoridades de Salud.
“el colapso y el mal manejo de los datos, provoca que tengamos información de mala calidad, no podemos saber a quienes está afectado ni en donde, si no tenemos detalles no se puede tomar decisiones sobre la movilidad, si debemos cerrar maquilas, a quienes debemos enviar a cuarentena (…) hay decisiones sanitarias que no se pueden tomar si no hay información, es como intentar manejar a oscuras, sin saber si más adelante hay una curva, vamos sin luces, ese es el mayor problema, sin información será complicado controlar todo esto” resalta Hernández Mack.
El colapso es un riesgo en el amplio sentido y navegar a ciegas lo aumenta si se considera que el 30 de junio la Doctora Carisa Ettiene directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), advirtió en una conferencia virtual que América Latina se encuentra en sumergiéndose en la etapa crítica de la pandemia y que el pico más alto para Guatemala, México y El Salvador podría llegar en agosto, por lo que recomendó a las autoridades preparar medidas para los próximos tres meses
Los datos de las pruebas no cuadran
La incertidumbre aumenta, además de que el LNS está colapsado, la cantidad de pruebas realizadas que reportó entre abril y junio el presidente Giammattei y el ex ministro Monroy en cadenas nacionales son muy diferentes a los datos que el Departamento de Epidemiología ha registrado.
Los datos oficiales entregados por el ejecutivo hasta el 27 de junio suman un total de 85,222 pruebas realizadas a nivel nacional, pero el reporte que el Departamento de Epidemiología entregó al Congreso el 23 de junio señala que solo se han realizado 50,490 pruebas, es decir que hay un vacío de unas 34 mil pruebas entre los datos que el presidente maneja y los registrados de Epidemiología.
Aunque la nueva ministra de Salud, Amelia Flores, tuvo que pedir una auditoria de datos cuando asumió el 19 de junio por anomalías en el registro de casos positivos de COVID-19 y el comisionado Edwin Asturias aceptó que los datos fueron manipulados artificialmente del 5 de abril al 21 de junio, el domingo 28 de junio el presidente Giammattei en una cadena nacional se atrevió comparar a Guatemala con Chile y Ecuador, porque tienen cantidad de población similar, el mandatario dijo que estos dos países tienen 275 mil y 55 mil casos reportados respectivamente y que Guatemala apenas supera los 17 mil.
Pero el presidente Giammattei obvió mencionar que desde que se detectó el primer caso en Guatemala, tomando como referencia los datos oficiales solo se han realizado 1,500 pruebas por cada millón de habitante, mientras que en Chile se han corrido 57,000 pruebas por cada millón y en Ecuador 8 mil.
La urgencia de aumentar las pruebas y la centralización en la capital
“Si para tomar decisiones políticas se usan los datos que entrega el presidente y el ejecutivo, podrían reabrir la economía con mayor prontitud, porque esos datos reflejan menor nivel de positividad en las pruebas corridas, son datos acumulados y no actualizados, pero si se revisan los datos del Departamento de Epidemiología, veremos que en algunos departamentos están en un promedio de 20% de positividad hasta el 25 de junio, por lo que es urgente aumentar la cantidad de pruebas lo más pronto posible” advierte el ingeniero Oscar Chávez quien forma parte del equipo
Si Guatemala tiene un 20% de positividad según el Laboratorio de Datos, es decir 20 de cada 100 pruebas realizadas son positivas y si el país tuviera la capacidad para haber realizado las 1,096,444 pruebas que hizo Chile, tendríamos al menos 200,000 mil casos detectados a nivel nacional.
El Laboratorio de Datos GT indica en un análisis publicado el 28 de junio que del 12 al 19 de este mes, el ejecutivo reportó 4,236 pruebas realizadas en el departamento de Guatemala, es decir el 52% de las pruebas a nivel nacional en una semana, el otro 48% está repartido entre 21 departamentos, en 20 de estos se ha realizado menos de 400 pruebas en la última semana.
Durante toda la pandemia los únicos departamentos que han realizado más de 2 mil pruebas son Guatemala con 22,086, San Marcos con 2,029 y El Progreso con 2,944. Además 12 departamentos han realizado menos de mil pruebas, nueve con menos de seiscientos y siete están entre las 1,000 y 2,000 pruebas.
En este enlace puedes encontrar los datos del Departamento de Epidemiología desglosados por municipio y departamento.
Según el reporte de Epidemiología al Congreso del 16 de junio en los Hospitales de Occidente, Cuilapa, Petén, Escuintla, San Marcos y Malacatán, se habían registrado 4,200 pruebas realizadas, todas estas de las marcas Genexpert y Powerchek, las pruebas CPR, catalogadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como las más confiables han sido administradas exclusivamente por el Laboratorio Nacional de Salud, de estas se han corrido 28,180 y 18,000 existentes hasta el 16 de junio.
Aunque el comisionado Edwin Asturias había advertido que las pruebas por antígeno tienen entre 20 a 30% de margen de error y pueden entregar falsos negativos, el 11 de junio el Ministerio de Salud aún dirigido por Hugo Monroy, decidió realizar nuevas compras de pruebas de antígeno ya que este no necesita el complejo y costo equipo molecular que utiliza el LNS y que no está disponible en todo el país.
El 11 de junio el epidemiólogo integrante de COPRECOVID, Hugo Pezzarozzi declaró a Prensa Libre que se estaban privilegiando las pruebas por antígeno, a pesar de que las de procedimiento PCR son las que debería realizarse a todos los pacientes, pero no hay suficientes debido a los costos.
Hasta el 16 de junio las autoridades de salud reportan la utilización de Q22, 270 millones para adquisición de pruebas, de los Q100 millones que el 21 de abril el Congreso aprobó, además en abril el legislativo había aprobado la prórroga al Estado de Calamidad con la condición de que se asegurará de realizar 6 mil pruebas de COVID pero esto no sucedió.
Según la Doctora Calderón de PDH esto se debe en gran medida a que el LNS se encuentra colapsado y a que las anteriores autoridades de salud no habían tenido la capacidad de ejecutar el presupuesto, “además según los informes que nos dieron a inicios de junio no podían adquirir suficientes pruebas porque los proveedores limitaban a mil pruebas por semana para Guatemala y la región” añade Calderón.
La ministra Amelia Flores entregará los resultados de la auditoria y hará públicos los detalles de las anomalías que dejó la anterior administración por primera vez desde que tomó el cargo el 19 de junio.
Tanto el ingeniero Chávez del Laboratorio de Datos, como la diputada Hernández coinciden en la importancia de desfogar al LNS descentralizando las pruebas, haciendo uso de los laboratorios privados y de las universidades.
Los laboratorios privados si están corriendo pruebas, pero no han servido para ayudar a desahogar al LNS, porque ofrecen el diagnóstico de forma independiente y hasta el 21 de junio muchos Hospitales Privados no habían reportado la cantidad de casos nuevos al MSPAS, según el comisionado Edwin Asturias.
Hasta el 26 de junio según un oficio de la viceministra Ana Lucía Garcés a la diputada Lucrecia Hernández Mack, solo nueve laboratorios privados tienen autorizado realizar pruebas de COVID-19, sin embargo, durante las últimas dos semanas al menos 15 laboratorios han ofrecido pruebas por antígeno y PCR, los costos van desde los Q300.00 hasta los Q4,000.00.
El colapso del LNS en el pleno aumento de casos, habría dado un impulso a los laboratorios privados que han aprovechado la alta demanda de pruebas que existe, en la segunda entrega ahondaremos sobre el papel del sector privado, el origen de las pruebas y los problemas para descentralizar y agilizar los diagnósticos de COVID, en Guatemala.