Las modalidades se deben encontrar. No hay impedimento legal.
Ante el obvio colapso de los hospitales: hay más pacientes que espacio físico, hace falta medidas de emergencia. Por ello propongo el uso de dos o tres construcciones que tienen espacio y están desocupadas por la crisis. Es la Ciudad de Dios y la Megafrater, así como instalaciones de otras denominaciones. No lo hago por cuestiones religiosas. La mayoría de templos católicos son de construcción antigua y no tienen condiciones. Lo propongo porque son instalaciones modernas, que pueden suplir la construcción de hospitales en medio de la pandemia. Además no hay tiempo.
En esta dirección, el Hospital Militar tiene que ser incorporado en la lucha contra el coronavirus. Tiene las condiciones y la obligación. No se puede aceptar que se mantenga como un privilegio para enfermedades comunes o cárcel alternativa. Los hospitales privados también están obligados, por razones de emergencia nacional, a sumarse a la lucha contra el coronavirus. Las modalidades se deben encontrar. No hay impedimento legal.
Por la existencia de estas opciones, parece por lo menos descabellado, intentar contratar hoteles para suplir la saturación de los hospitales que vemos como una verdadera catástrofe. No me opondría si hoteles como las grandes cadenas que hay en el país, ofrecieran sus instalaciones de manera solidaria. No acuso a nadie pero esa fórmula de alquilar hoteles revela un pensamiento elemental, simple. O si se piensa mal, es una fuente de corruptelas anunciadas.
Es necesario advertir que en nuestro país las enfermedades no van a disminuir por la emergencia que nos plantea el COVID-19. Por ello no se puede utilizar toda la limitada y exigua capacidad hospitalaria para la atención de los casos de la pandemia. Es ello lo que obliga a pensar en otras opciones, en nuevas posibilidades. Es la razón de esta propuesta. En especial si asumimos de manera serena, que el pico de la crisis aún no llega y que los casos deben crecer de manera exponencial. Son los hechos concretos, los datos que se publican.
Si se habilitan los lugares que se indican al inicio, bien se podría pensar, por ejemplo, que los pacientes no graves, se trasladaran a esas instalaciones, que quiero dejar bien claro, se utilizarían de forma transitoria. El equipamiento de estos locales de emergencia, se podría resolver con los fondos que tiene asignado el gobierno para la crisis, pero también, solicitando apoyo internacional.
La utilización de estos locales, se haría únicamente durante el tiempo de la crisis del COVID-19. Esta propuesta solo la retiraría ante las opiniones de médicos que luchan por la falta de condiciones por la saturación en los hospitales. Los recursos utilizados de manera transitoria, se podrían utilizar en la construcción anunciada de más hospitales nacionales.
Esta propuesta no trata de señalar a nadie, y tampoco tiene que ver con los remedos de debate que en ocasiones se producen por cuestiones confesionales; se trata de proponer posibles soluciones a un problema que nos afecta como nación, como sociedad. A todos.
Fuente: https://bit.ly/2yzJDpm