Texto y fotografías: Manuel Pedro
Los seres humanos necesitan a la naturaleza, obtienen de la tierra gran parte de los productos que les permiten vivir, pero no significa que sean “dueños de la naturaleza” o que puedan utilizarla de un modo arbitrario o agotar sus recursos indiscriminadamente
No poseemos derechos absolutos sobre la naturaleza, debemos administrar los recursos en un marco de respeto hacia la realidad natural y hacia las generaciones futuras.

Destruir la naturaleza, no respetar su riqueza, dinamismo y leyes equivale a no respetar al hombre que ha de vivir de ella y en ella. Cuando no tratamos adecuadamente y con benevolencia la naturaleza, tampoco nos estamos comportando nosotros de acuerdo con nuestra naturaleza humana y dignidad.