Texto: Miguel Ángel Sandoval
Imagen: Twitter Edgar Rubio
En nota publicada el 2 de mayo, hice un par de reflexiones sobre la publicación de un libro que, contra todo pronóstico, fue de hecho, desautorizado por el alto mando del ejército y por sectores de conservadores que no han vacilado en calificar su publicación como una maniobra de los izquierdistas, comunistas y otros calificativos que no ocultan la desazón que ocasiono el texto en las filas castrenses. Curioso pues otros textos de militares se han publicado en los últimos años, aunque es necesario decirlo, ninguno con una visión crítica o autocritica de la institución armada. Por el contrario, los textos anteriormente publicados solo sirven para justificar los excesos de la guerra sucia durante los treinta años del conflicto armado en Guatemala.
La desautorización del texto “Desde el cuartel”, se produce por ser un trabajo documentado, sólido y quizás con cosas que ya sabemos, pero que hilvanadas de la manera en que lo están y escritas por un coronel en activo, sitúan el tema en el ámbito de una necesaria polémica sobre una institución hermética que se ha defendido toda la vida con argumentos falaces como si fueran la reserva moral de la nación, cuando sabemos que hay mucha tela que cortar como lo demuestra el libro Desde el cuartel, que se ha convertido en un éxito editorial raro en nuestro medio.
La relación que se expone en el texto del coronel entre la institución armada y los grupos de poder económico deberían dar lugar a una amplia y profunda reflexión, que en realidad es lo más positivo que hay luego de la publicación de un texto que se comenta en corrillos y en medios de comunicación, como algo novedoso y algo que desde hace tiempo se esperaba. Notas periodísticas del tipo, El Coronel si tiene quien le escriba, o un texto incómodo para el ejército, o se rompe el muro, y otros títulos para notas que sugieren una lectura extendida de un texto revelador. Al grado que una columnista señala que estamos ante la posibilidad de grietas profundas en el ejército y ante un momento que puede romper la unidad que ha habido en la interpretación de la historia nacional. Así de fuerte ese impacto que el texto Desde el cuartel ha generado.
Lo más importante de una discusión en los últimos días, es el hecho que un fuero especial, o intentos de tener uno al margen de la legislación nacional, no aguanta la fuerza del texto constitucional que establece el derecho a la libre emisión del pensamiento como algo inherente a la democracia que vivimos y que queremos fortalecer. Si alguna pertinencia puede tener el fuero militar o sus tribunales, solo podría explicarse en tiempos de dictadura o de guerra, pero, aun así, solo sí en este contexto, se suprimiera la vigencia de la constitución y del estado de derecho.
Es por ello que la sociedad ha rechazado la pretensión del ejército de pasar por un tribunal de honor al coronel Rubio por la publicación del libro Desde el cuartel. Las inquietudes son muchas pero la central se puede resumir así: ¿Cuál tribunal de honor? ¿Uno clandestino? ¿Quiénes lo integran? ¿Se trata de militares honrados o de militares vinculados al robo de armas, de recursos, o vinculados a los crímenes de lesa humanidad, ¿O a la plaga moderna del narcotráfico? ¿En dónde están los militares pundonorosos?
Como bien se puede entender, estamos ante un parte aguas en la visión que hay sobre el ejército en nuestro país. Ya no se trata de juzgar el genocidio, que por lo demás ya fue juzgado y condenado por jueces independientes. Ahora es el rol de una institución sobredimensionada y con funciones que tienen que estar atadas al marco institucional y no de forma declarativa, sino que, de manera real, a efecto de que no tengamos en el futuro más militares corruptos, asesinos, impunes, sino en realidad, guardianes de la soberanía nacional y de la seguridad del país, que no ciudadana, lo cual corresponde a las nuevas funciones que debería tener una estructura como la PNC. Cierro con esta nota los comentarios al texto de Rubio y no me queda más que expresar mi preocupación sobre el acto propio de la inquisición que intentó acallar el impacto del texto de un coronel que pone en negro y blanco lo que ya sabíamos pero que ahora se confirma. Esos son los hechos.
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https://prensacomunitaria.org/un-militar-con-sentido-comun-1/