Texto y fotografías por Sandra Cuffe
Izabal, 29 de mayo de 2017.- Cientos de vecinos de El Estor acompañaron ayer al entierro de Carlos Maaz Coc, el pescador asesinado el sábado en medio de la represión policial, Carlos Maaz tenía solamente 27 años de edad.
Era un pescador artesanal Q’eqchi’ y residente del pueblo de El Estor, donde vivía con su compañera y su hijo de ocho años, la comunidad responsabiliza a la policía por su muerte, lo cierto es que quedó otro hogar en la orfandad.
El sábado 27 de mayo la Gremial de Pescadores Artesanales de este municipio inició al mediodía un nuevo bloqueo en la salida de El Estor hacia Panzós, cortando la ruta de transporte de la mina Fénix de la empresa Compañía Guatemalteca de Níquel –CGN-. Denunciaron que las autoridades no llegaron esa mañana para seguir el diálogo, y reiteraron de nuevo sus demandas, las cuales incluyen la investigación de la contaminación del Lago de Izabal y el cierre de la mina.
“Están contaminando la CGN. Eso es lo que protestan los pescadores”, dijo en una entrevista ayer Mario Coc Ical, el tío de Maaz Coc.
Habían llegado de antemano fuerzas especiales de la policía, y a hora y media de haberse tapado la carretera, se inició el desalojo. Los antimotines avanzaron tirando gas lacrimógenos para dispersar a la gente y quitar las piedras, ramas, y alambre de la calle.
La represión desencadenó algunas confrontaciones en distintos puntos del pueblo y luego en la noche también incendios en la sub estación y casa del alcalde, pero en el sector donde se encontraba Maaz Coc y otros pescadores y vecinos en la mera salida del pueblo, no había ni armas de fuego, ni ataques a los agentes policiales.
No obstante, la policía abrió fuego con balas en ese sector en contra de las personas, y a eso de las dos y media de la tarde cayó Maaz Coc en medio de una nube de gas lacrimógeno. Nunca llegó el Ministerio Público MP a levantar el cuerpo, ni a trabajar en el área para recuperar pruebas del ataque policial. Los testimonios de quienes estuvieron ahí dan cuenta del ataque de la PNC, varias personas fueron heridas por la espalda.
“Hallamos los casquillos de la policía. No van a decir que no fue la policía”, dijo Coc Ical.
Según las versiones del gobierno, hubo muerto, pero después no hubo muerto.
El mismo sábado, el Ministerio de Gobernación publicó un comunicado para denunciar que cuatro agentes de la policía quedaron heridos, reconoció que un civil “se encuentra fallecido en el lugar”.
No obstante, el día siguiente en otro comunicado el Ministerio de Gobernación informó que “tras los patrullajes de seguridad en atención a la ciudadanía honrado se determinó que no hay persona fallecida ayer”.
El mismo día de ayer que aseveró el gobierno que no hubo muerto, se llenó la calle frente a la entrada al barrio donde vivía Maaz Coc. Siguieron sumándose vecinos mientras rezaba la familia en su casa, y otros cientos llegaron para acompañarlo cuando salieron rumbo al cementerio.
Cientos de personas llenaron el cementerio para despedirse de Maaz Coc y solidarizarse con la familia y los pescadores. El breve discurso fúnebre del pastor se mezclaba con el llanto desconsolado de los familiares de Maaz Coc, la indignación del pueblo está presente.
Sus familiares quieren justicia por su asesinato. Responsabilizan a la policía y al Estado, pero algunos también a la CGN.
“Lo que hace la empresa es mandar policías para asesinar a la gente”, dijo Jorge Xol, el yerno de Maaz Coc, en una entrevista el domingo después del entierro.
“Si lo dejamos así, cualquier policía puede matar a otra persona”, dijo.
Por su parte, Coc Ical quiso agradecer al pueblo de El Estor por el acompañamiento ayer, y también a quienes aportaron materiales y apoyo para el entierro.
“Gracias por el pueblo, pues que nos apoyaron a ir a dejar al cuerpo en el cementerio,” dijo.
El gobierno no solo trató de ocultar el asesinato de un pescador, también quiso exculparse del rompimiento unilateral del Estado de la mesa de diálogo, culpando a la Gremial de Pescadores Artesanales.