Una de las tradiciones más arraigadas en la feligresía católica de la Ciudad de Guatemala es la tradicional procesión de La Reseña del Jesús Nazareno de la Merced, una ocasión para que las y los devotos lancen flores como agradecimiento a esta escultura de más de 400 años de Historia.
Texto por Juan José Guillén fotos por Prensa Comunitaria
Jesús Nazareno de la Merced recorrió las calles de Ciudad de Guatemala en la tradicional procesión de la Reseña 2024. Como cada Martes Santo, el Nazareno Mercedario recorrió algunas calles del centro histórico y a su paso miles de devotos le lanzaron flores.
Históricamente la presencia de esta imagen en la religiosidad católica de Ciudad de Guatemala ha sido importante, su cofradía fue fundada en Antigua Guatemala en 1582 y esta es la primera imagen de Guatemala consagrada, hace más de 300 años.
Se trata de una de las tallas del Nazareno con una cruz a cuestas más representativas de la Semana Santa en Guatemala. Además, se le considera un referente estético e histórico a nivel escultórico para la larga tradición de talla en madera sacra que ha existido en el país.
Otra de las particularidades de esta obra del barroco guatemalteco, es que el maestro Mateo de Zúñiga talló la imagen para la cofradía entre los años de 1654 y 1655 y debido a que él no encarnaba sus obras, decidió contratar al maestro Joseph de la Cerda para que se encargara de hacerlo en la imagen del Nazareno.
Como todos los años, el pasado 26 de marzo el Nazareno de la Parroquia de la Merced, el Patrón Jurado de la Ciudad recibió miles de ramos y arreglos florales por parte de los fieles que este día visten con traje formal y no con túnica para cargar al Nazareno Mercedario
Entre las particularidades de este cortejo destaca la gran cantidad de músicos que acompañaron el cortejo, porque para esta ocasión, interpretaron las marchas de forma voluntaria como una ofrenda a Jesús de la Merced.
¿Por qué la Reseña?
Históricamente las procesiones de Reseña eran usadas para instruir a la gente. Se realizaban entre Domingo de Ramos y el Miércoles Santo, los curas utilizaban a las imágenes de pasión como recurso pedagógico para explicar el misterio de la pasión de Cristo.
En el siglo XIX la procesión encarnaba a los devotos liberales del Nazareno, frente a quienes cargaban el Viernes Santo y se identificaban con el bloque conservador. Probablemente sea ese el motivo por el que los devotos dejaron de usar el traje de cucurucho en esa época.