Créditos: Juan Bautista Xol
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Más de 30 días de intenso calor afecta la cosecha de maíz, según reportes de varios agricultores de El Estor, Izabal. 

Por Juan Bautista e Isela Espinoza

En los primeros días de marzo el grado de calor supera los 39°C, según el boletín semanal del Instituto Nacional de Sismología y Vulcanología (Insivumeh). Esta semana durante el día se esperan temperaturas máximas entre 30°C a 34°C para el norte de Quiché, Izabal, Verapaz, El Progreso, Jalapa, Jutiapa, Chiquimula y la región del Pacífico. 

Estas condiciones han provocado pérdidas en el cultivo de maíz por lo que los agricultores muestran su preocupación. “Nos vemos afectados por esta ola de calor ya que nuestras milpas se secaron sin poder florear”, comentó Dimas Caal, un agricultor de El Estor que aseguró haber perdido una manzana de milpa.

Entre octubre y noviembre del 2023, las fuertes lluvias que se registraron en el Caribe guatemalteco, inundó parcelas y también provocó pérdidas de maíz. Caal recordó que, a inicios del 2024, las cosechas también fueron afectadas por el frío que se registró en el territorio. “La tierra no nos apoyó en esta temporada”, expuso.

El Centro de Información Estratégica Geográfica del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), reportó que de noviembre a marzo es característico la influencia de vientos secos y fríos lo que puede ocasionar “estrés hídrico en la vegetación, ya que obliga a la planta a transpirar más” y esto dificulta el crecimiento de las plantas y su calidad.  

En cuanto a las perspectivas agroclimáticas para marzo, el MAGA también refiere que según el área geográfica se registran regiones con temperaturas elevadas y posibles ráfagas de viento aceleradas, actividad eléctrica e incluso la posibilidad de granizo. 

El MAGA señala que los posibles cultivos en riesgo son el maíz, hortalizas, café, cardamomo, melón, tomate, arroz, sandía, caña de azúcar y pastos. 

En tanto, el informe No.3 del Centro de Información Agropecuaria manifiesta que las olas de calor podrían prolongarse por tres o más días.

Las opciones de los agricultores

Ante esta situación, algunos agricultores desesperanzados deciden abandonar sus milpas para dedicarse a otro trabajo temporalmente. Mientras, otros prueban suerte al sembrar milpa en las orillas del río Polochic que se encuentra a unos 40 kilómetros al sur de El Estor, Izabal.

Otra forma de resistencia de los agricultores ante las condiciones climáticas es el alquiler de parcelas. Sin embargo, esta medida es una de las preocupaciones de las familias debido a que el alquiler de parcelas oscila entre los Q600 por manzana y en esta temporada no solo pierden sus cosechas sino también los recursos económicos que utilizaron para sufragar gastos para sus cultivos.

Uno de los casos es el de Carlota Cho que gastó Q3,200 con el cuidado de la milpa. Esta madre de familia dependía de la venta de la cosecha para sustentar su hogar, pero ahora muestra su preocupación ya que tendrá que comprar el grano básico. 

“Como madre de familia me siento triste ya que no tendremos cosecha en esta temporada. No podemos culpar a nadie, la madre naturaleza quiso que esta vez esto pasara por lo tanto nosotros estaremos tristes y a la vez agradecidos”, agregó.

Esta pérdida de cosecha también causa un impacto a la economía de los vecinos de El Estor que compran maíz en las tiendas o mercados ya que cuando es muy baja la cosecha, el maíz aumenta de precio hasta Q270 por quintal. Hasta la fecha, el costo del maíz está a Q200 el quintal, según comentaron algunas familias. El informe de precios del MAGA, también reporta un alza en el quintal del maíz que actualmente se cotiza en Q205 en los mercados locales de la ciudad de Guatemala.

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