Tras la renuncia de Cesar Paiz Fernández de la dirección de la Escuela de Ciencias de la Comunicación (ECC) a finales de enero de 2024, se desató una disputa interna por el control de la escuela. La representante de docentes Regina Miranda se autonombró como directora interina, mientras se bloquea y sanciona a los representantes estudiantiles por denunciar estos hechos.
Por Prensa Comunitaria
La Escuela de Ciencias de la Comunicación (ECC) enfrenta una crisis política tras la renuncia del director Cesar Paiz Fernández. El pasado 30 de enero, durante una sesión extraordinaria del Consejo Directivo, Paiz Fernández concluyó su mandato y presentó su renuncia irrevocable como docente titular.
Tras una disputa interna, los representantes del Consejo Directivo suspendieron la sesión, esta comenzó a las 17:08 horas con la presencia del director Cesar Paíz, Silvia Miranda López, Marco Tulio Ocho como representantes de docentes, Ana Cecilia Andrade representante de profesionales, Guillermo Herrera representante estudiantil y Héctor Salvatierra secretario de la escuela, según el acta 01-2024.
El Consejo Directivo de la ECC está compuesto por el director, dos profesores, un profesional y dos estudiantes. Sin embargo, tanto Paiz, quien ya había renunciado, como la representante docente Silvia Regina Miranda López, y la representante profesional, Ana Cecilia del Rosario Andrade de Fuentes, reanudaron la reunión en un lugar distinto al convocado. En dicha sesión secreta decidieron que Miranda asumiría interinamente la dirección de la Escuela.
El acta 01-2024 hace referencia que por un incidente se suspendió la sesión del Consejo Directivo a las 17:46 hora y que a las 18:20 horas fue reanudada la sesión sin la presencia del Cesar Paíz, Marco Julio Ochoa y Guillermo Herrera. A pesar de la asistencia de tres representantes el acta hace constar que no existieron ausencias.
En el portal de la ECC se puede verificar que Miranda López aparece como “directora interina”, representante de docentes y como Coordinadora Del Plan de Autoformación a Distancia PAD, dentro de la dirección de la escuela.
Esta acción ha generado malestar y críticas, ya que la normativa establece que el director interino debe ser el representante de los catedráticos de mayor antigüedad, por lo que debería haber sido nombrado Marco Julio Ochoa España.
En una asamblea estudiantil realizada el pasado 20 de febrero de 2024, la Asociación de Estudiantes de Ciencias de la Comunicación (AECC) “José León Castañeda” acordó realizar un plantón en el edificio M2, donde se encuentra la administración de la ECC. “La USAC no tiene Rector y Regina no es directora, es usurpadora”, fue una de las consignas.
En un comunicado que apareció en las redes de la ECC, sin firma ni sello, se señala que Miranda López asumió como directora en funciones desde el 1 de febrero de 2024 según se acordó en una sesión extraordinaria del Consejo.
“La designación de la representante docente obedece a la culminación del periodo de César Augusto Paiz quien ejerció el cargo por cuatro años desde el 1 de febrero de 2020”, indica el documento.
En el mismo se asegura que hay una campaña de desinformación por parte de un grupo de docentes que busca generar “ingobernabilidad”. Sobre el tema de la antigüedad, el comunicado resalta que Miranda López integra el Consejo desde el año 2020, mientras que Ochoa España lo integra desde 2022.
Estudiantes perseguidos
En medio de esta situación, a uno de los representantes estudiantiles que integran el Consejo Directivo no se le ha permitido participar en las reuniones. Desde octubre de 2022, por medio de un acuerdo firmado y avalado por Paiz, al representante Iván Porres no se le ha dejado participar de las reuniones.
Dicho acuerdo fue denunciado por los estudiantes por abuso de poder, ya que la dirección no tiene la facultad de destituir o de permitir el ingreso a las reuniones de un representante elegido de forma democrática.
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Guillermo Herrera es otro de los representantes estudiantiles en el Consejo Directivo de la ECC.
En la sesión del pasado 28 de febrero, el CSU aprobó iniciar medidas disciplinarias contra 74 universitarios que incluye a estudiantes, docentes y trabajadores por oponerse al fraude en la elección a Rector. Entre ellos figura Herrera.
Herrera no descarta que esta intimidación provenga de la representante de docentes, Regina Miranda quien usurpa la dirección desde el 30 de enero, así como del exsecretario, Héctor Salvatierra. Según Herrera, su objetivo es eliminar la oposición existente en el Consejo Directivo.
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En 2022 la comunidad universitaria denunció que Regina Miranda López era la responsable de solicitar un proceso disciplinario en contra de Herrera por transmitir una de las sesiones del consejo directivo en la que se le exigió a Paiz, Salvatierra y Miranda rechazar la imposición de Walter Mazariegos como rector de facto.
Tanto Paiz, quien fungía todavía como director de la ECC, el secretario Héctor Salvatierra y Regina Miranda representante de docentes respaldaron a Mazariegos, “tenían planificado seguir ignorando las demandas estudiantiles que exigen una postura contra el fraude a las autoridades de la ECC” cita la denuncia de la Asamblea permanente por el rescate de la USAC, el 15 de octubre de 2022.
Sin convocar a elecciones
El 13 de febrero de 2024, los dos representantes estudiantiles Porres y Herrera enviaron una solicitud al Consejo Superior Universitario (CSU) para que se autorizara la convocatoria a elecciones de todos los miembros del Consejo Directivo de manera inmediata, un mes después no han recibido respuesta.
La ECC es una de varias unidades académicas de la Universidad de San Carlos en las que no se ha convocado a elecciones.
Desde que el exdecano de la Facultad de Humanidades Walter Ramiro Mazariegos Biolis usurpa la rectoría en 2022, el CSU se ha negado a convocar a elecciones en todas las unidades académicas, lo que mantiene en crisis a la USAC.
Herrera expresó su preocupación ya que el CSU en lugar de convocar a elecciones está decidiendo intervenir de manera abrupta en la Escuela de Ciencias de la Comunicación, como ya ocurrió en la Escuela de Ciencias Políticas.
Esta intervención facilita a Mazariegos imponer a todos los miembros del Consejo Directivo, y consolidar su control sobre las unidades académicas.
