Créditos: Alva Batres
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En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, cinco profesionales recibirán el galardón “Mujeres de Izabal” que fue instituido en nombre de lideresas que han dejado huella en Izabal. El reconocimiento valora el trabajo que realizan en voluntariado y sus aportes al gestionar políticas públicas a favor de las mujeres. 

Por Alva Batres

La Colectiva de Organizaciones de Mujeres de Izabal año con año conmemora el 8 de marzo y en el marco de esta fecha el próximo 10 de marzo harán entrega del galardón Mujeres de Izabal en tres categorías. 

La primera, Orden Abuela Catatu, se entrega a mujeres cuya trayectoria en servicio social voluntario la ha caracterizado por muchos años. Este año será entregado a 4 mujeres cuyo esfuerzo y trabajo ha significado mantener vivas las redes de voluntariado por muchos años.   

La segunda es la orden Elena Supal Williams. Este reconocimiento se entrega a mujeres con trayectoria de servicio a favor de la población femenina desde sus espacios profesionales como desde la institucionalidad.

Finalmente, la Orden Lorena Cardona, la cual se entrega a mujeres con trayectoria política que han gestionado políticas públicas a favor de este sector de la población.

Las galardonadas en 2024

Rosa Ramírez Cruz, quien nació en Puerto Barrios, es la tercera de cinco hermanos. Es soltera, graduada como secretaria bilingüe. Es licenciada en psicología clínica, traductora (inglés-español) en la Asociación San José por casi 10 años. 

Ha laborado en la Secretaría de Bienestar Social (SBS) y en la Procuraduría General de la Nación (PGN). En 2018 llega como voluntaria al Centro San Martín de Porres fundando la clínica de atención psicológica gratuita la cual sigue atendiendo hasta la fecha.

Rosa Ramírez Cruz. Foto de cortesía

Rosa María Tec Cac nació en la aldea Pinares, de Santa María Cahabón, Alta Verapaz. Por motivos del conflicto armado su familia fue desplazada hasta Puerto Barrios y por ese motivo empezó a estudiar en la escuela primaria hasta los 9 años de edad.

Tec dijo a Prensa Comunitaria: “Soy una mujer maya Q’eqchi’, me siento orgullosa de mis raíces y de mi identidad”. Se graduó de perito contador y desde muy joven ha participado en la lucha contra la discriminación de la mujer siguiendo el ejemplo de su padre.  

“Ingresé a participar en UNAMG y ahí fue donde aprendí a valorarme, respetarme como mujer, a valorar y respetar a otras mujeres” señaló Tec, quien cuenta con estudios de Igualdad género, Derecho y Participación Ciudadana de las mujeres, así como participación de las mujeres en los Consejos Departamentales de Desarrollo (Codedes).

Once años después de concluir los estudios de diversificado, comenzó la licenciatura en Pedagogía en Administración Educativa en el año 2017. Ha colaborado para la educación de adultos con el Comité Nacional de Alfabetización (CONALFA). Es maestra voluntaria desde hace 10 años en el Centro Integral San Martín de Porres.

Rosa María Tec. Foto de Alva Batres

“Me siento orgullosa de mí y mi familia. Siento que debo de seguir preparándome, porque un docente debe estar actualizada a los cambios”, concluyó Tec.

Alba Marina Santiago nació en el municipio de Morales, Izabal. Alba cuenta que desconoce la identidad de su padre, además que su madre la tuvo a una temprana edad.  

“Tuve una infancia muy difícil, porque mi madre desapareció durante años y me dejó al cuidado de mi abuela, durante ese tiempo no tuve un hogar estable porque constantemente estaba yendo de un lugar a otro, hasta que un tío me apoyó de esa manera pude empezar la escuela, pero eso me duró poco, porque él falleció y me quedé sin el apoyo de nadie, mi abuela hacía lo mejor que podía para darme educación”, comparte Alba Santiago.

Alba Marina Santiago. Foto de Alva Batres

“En 2015 mi vida dio un giro inesperado, porque por medio de amigos y el apoyo de mi esposo llegué a un proyecto social liderado por mujeres en donde encontré el apoyo necesario para culminar mis estudios sin importar las circunstancias, así inicié de nuevo mi educación académica logrando graduarme de nivel medio, luego me motivaron para seguir en la Universidad, actualmente estoy concluyendo la carrera Profesorado de Enseñanza Media con la idea de concluir la licenciatura muy pronto. Mi vida no ha sido fácil, pero me he encontrado con personas que me han guiado por el camino correcto, gracias sinceramente al Centro de Formación San Martin de Porres”, concluyó Alba.

Alba Marina es una mujer comprometida y muy agradecida, desde su egreso como profesional ha estado colaborando como maestra voluntaria del proyecto San Martín sirviendo de ejemplo y motivación a otras mujeres que como ella desean superarse y alcanzar sus metas académicas.

Dilia Asaela Palacios Cayetano, es una mujer garífuna, maestra de Educación Parvularia y trabajadora social. Fue comisionada presidencial en la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo (CODISRA), impulsora de la Agenda de las Mujeres Garífunas y Afrodescendientes. 

Es fundadora de la red de voluntariado y del proyecto San Martín de Porres. Desde el inicio ha sido gestora y se ha identificado con las mujeres que buscan una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida.

Dilia Asaela Palacios. Foto de Alva Batres

Hania Batres 

Es maestra de primaria con estudios en Licenciatura en Expresión Artística. Fundadora de la Escuela de Alfabetización, ha laborado en comunidades rurales como maestra de multigrado y directora del nivel primario.

Hania Batres. Foto de Alva Batres

Galardón se instituye por mujeres que han dejado huella en Izabal

Iriarda Ramírez más conocida como la Abuela Catatu, fue una comadrona originaria del municipio de Livingston, Izabal, mujer garífuna, querida y respetada. Contó en su historial más de 1500 partos, refiriéndose a su labor como una ocupación bendita pues en sus manos no falleció ni uno solo de recién nacidos.  

Iriarda Ramírez, conocida como Abuela Catatu. Foto de Alva Batres

Elena Supal Williams es una mujer hindú originaria del municipio de Livingston.Vivió en el exilio en Cuba a causa de su trabajo durante el conflicto armado interno en Guatemala. Supal fue conocida en el movimiento social como “Xochitl”.  Fue fundadora de la primera Oficina Municipal de la Mujer en Guatemala, gracias a las gestiones hechas por Cruz Roja Española con la municipalidad de Livingston.  

Elena Supal Williams. Foto de Alva Batres

Acompañó muchos procesos de empoderamiento ciudadano y político con las mujeres, coordinó con Fundación Guatemala la Escuela de Lideresas Procuradoras Municipales de Derechos Humanos y Ciudades Seguras en el municipio. También impulsó la educación de las mujeres. Falleció en Cuba, dejando un enorme legado en Izabal.

Lorena Cardona es originaria de Morales, Izabal, de raíces afrodescendientes y Ch’orti’. Se involucró en la política partidista desde donde pudo gestionar diversos proyectos dirigidos a mujeres en el departamento. 

Lorena Cardona. Foto de Alva Batres

Junto a Elena Supal impulsaron la incidencia para la reforma al Código Municipal para la creación de Oficinas Municipales de la Mujer. Gestionó la fundación de la Casa de la Cultura en el municipio de Morales. Durante su gestión como concejala municipal, promovió talleres de formación ciudadana y política lo que originó masiva participación de las mujeres en los Cocodes y en el Consejo Municipal de Desarrollo (Comude).

Dos de las mujeres íconos de Izabal fueron galardonadas en vida, excepto Lorena Cardona que había fallecido pocos meses antes de instituirse el galardón.

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