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La operación de la empresa hidroeléctrica genera la preocupación de unas 100 comunidades ubicadas en la Sierra de la Minas y que se abastecen del agua que traslada el río Matanzas. Para los comunitarios la empresa de manera ilegal esta ampliando su construcción y esto esta contaminando el agua del río. 

Por Nelton Rivera

El 13 de febrero las comunidades en resistencia ubicadas en la Sierra de las Minas, Baja Verapaz denunciaron la contaminación del río Matanzas, esto como resultado de las operaciones de la hidroeléctrica Sacjá (Sac’ Ha’), ubicada en el municipio de Purulhá.

Los comunitarios a través de un comunicado informaron que en las últimas 48 horas se ha visto el cambio del color y el aumento de tierra en las aguas del río Matanzas, efectos que atribuyen a los trabajos de ampliación que realiza la hidroeléctrica y por los cuales no hay una autorización.

La hidroeléctrica está ubicada en la Finca Moxanté a menos de 1 kilómetro del río Polochic, que desemboca en el lago de Izabal.

La contaminación afecta a unas 100 comunidades indígenas que se ubican a lo largo del recorrido del río Matanzas, sobre la Sierra de las Minas, y a unos 40 kilómetros de la cabecera departamental.

La empresa tiene una autorización del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) para la producción de 2 megavatios (MW), desde 2007. Sin embargo, en su sitio web, la empresa afirma que tiene una capacidad para producir 6.4 MW.

La hidroeléctrica es propiedad de la Representaciones Exclusivas Tarot, según una publicación de CMI Guatemala.  Uno de los representantes, es Jorge Flores, un ingeniero que ha tenido varias denuncias por comunitarios, investigadores sociales y periodistas.

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