Militares y funcionarios, acusados por el asesinato de cuatro sacerdotes belgas durante 1980, enfrentan cargos por los delitos de crímenes de lesa humanidad, desapariciones forzadas y asesinato, en contra de cuatro sacerdotes belgas. El juicio, que podría durar tres semanas, empezó sin la presencia de los acusados, algunos de ellos pagan condenas en Guatemala por delitos de guerra.
Por Shirlie Rodriguez
Este lunes inició en la ciudad europea de Lovaina, Bélgica, el juicio contra cinco altos mandos militares señalados de delitos de lesa humanidad contra cuatro sacerdotes belgas, de la Congregación del Inmaculado Corazón de María, durante la década del 80 en Guatemala.
Este 4 de diciembre se realizó la primera audiencia en la que están señalados los generales Ángel Aníbal Guevara, exministro de la Defensa; Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor del Ejército; Manuel Antonio Callejas y Callejas, exjefe de la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército (G2); Donaldo Álvarez Ruiz, exministro de Gobernación y Pedro García Arredondo, exjefe del Comando 6 de la Policía Nacional.
Familiares de los misioneros belgas asesinados exigieron un alto a la impunidad y pidieron a la justicia belga por los crímenes que se cometieron durante la dictadura del general Romeo Lucas García en Guatemala.
La audiencia se realizó sin la presencia de los acusados porque algunos de ellos guardan prisión en Guatemala y otros son de edad avanzada, según el reporte de la organización Guatebelgas, que da seguimiento al caso en apoyo a los familiares de las víctimas.
Durante la década de los 80, mientras Guatemala estaba bajo la dictadura de Lucas García, los sacerdotes Walter Vordeckeres, Ward Capiu, Serge Berten y Paul Schildermans, fueron víctimas de crímenes, y ahora la justicia belga decidirá si los acusados son responsables de los delitos de detenciones arbitrarias, tortura, desapariciones forzadas, asesinatos y otros crímenes de lesa humanidad.
Según información de la organización Impunity Watch, el proceso judicial se realiza bajo la Ley sobre la Represión de Violaciones Graves al Derecho Internacional Humanitario, contemplada en el artículo 136, del Código Penal belga. Este mecanismo se utiliza para quienes son víctimas de este tipo de delitos en cualquier parte del mundo.
Se espera que el desarrollo del debate dure unas tres semanas y la justicia dicte una sentencia durante la primera mitad de diciembre de este año.
#Ahora En Bélgica da inicio el juicio contra 5 ex militares y funcionarios guatemaltecos por crímenes de lesa humanidad contra misioneros belgas del #CICM durante la dictadura militar de Romeo Lucas (1978-1982). Vía @ImpunityWatchGt ? pic.twitter.com/ErX578si2e
— Prensa Comunitaria Km169 (@PrensaComunitar) December 4, 2023
Según la investigación, el sacerdote Walter Vordeckeres fue asesinado el 12 de mayo de 1980 frente a la parroquia de Santa Lucía Cotzumalguapa, en Escuintla; y Ward Capiu el 22 de octubre de 1981, en San Lucas, Sacatepéquez.
Mientras que el sacerdote Paul Schildermans fue detenido de manera arbitraria el 4 de enero de 1982, en la parroquia de Nueva Concepción, Escuintla, junto con el sacerdote guatemalteco Paredes Aragón.
Los archivos de su detención, señala que en los minutos previos a la detención de Paredes, ya había sido asesinado el sacristán de la parroquia.
El padre Schildermans fue llevado a una cárcel clandestina en Mazatenango en donde fue torturado. Finalmente fue liberado el 6 de enero de 1982.
Serge Berten desapareció el 19 de enero de 1982 en la calzada San Juan de la ciudad de Guatemala. Se sabe que fue llevado a un centro clandestino de detención en donde fue torturado y posteriormente asesinado. Su cuerpo sigue sin aparecer.
Las familias de los misioneros integrantes de la Congregación del Inmaculado Corazón de María esperan justicia después de más de 40 años para llegar a identificar a los posibles responsables.
La organización Guatebelga publicó información que señala que las familias de los sacerdotes asesinados viajaron a Guatemala, en 1997, para buscar respuestas de los hechos y hacer las respectivas denuncias. Pero no obtuvieron una respuesta.
Fue hasta en 2001, cuando presentaron una denuncia ante el fiscal B. Bulthé en Bruselas, Bélgica. De esta manera se inició la investigación del asesinato de Walter Voordeckers y la desaparición de Serge Berten en Guatemala. En el caso, la familia del sacerdote Ward Capiau, y la Congregación del Inmaculado Corazón de María se constituyeron como querellantes.
Benedicto Lucas y Manuel Callejas y Callejas fueron sentenciados por la desaparición de Marco Antonio Molina Theissen y vejámenes contra de su hermana Emma, a pesar de ser condenados por los hechos, magistrados de tres cortes les beneficiaron con medidas sustitutivas a la prisión.
Por ahora, el proceso judicial se continuará bajo las medidas de videoconferencia pero hay testigos que también esperan declarar en este caso. Según la información del Tribunal en Bélgica, a pesar del temor de algunas personas por dar a conocer la información que conocen, estarán presentes ante el jurado y declararán. Otros lo harán a través de video.