Vecinos de Chiquimula responsabilizan a constructora de hospital por daños en viviendas

COMPARTE

Créditos: Prensa Comunitaria
Tiempo de lectura: 7 minutos

 

Los vecinos de la colonia Minerva en la zona 1 de Chiquimula denunciaron que sus viviendas presentaron daños en su infraestructura y han responsabilizado a la constructora del nuevo hospital departamental, la cual se ha comprometido a estudiar el caso.

Por Prensa Comunitaria

La construcción del nuevo hospital nacional en Chiquimula comenzó el 12 de junio de 2023, reemplazará al actual hospital Carlos Manuel Arana Osorio. Costará Q262.6 millones pagados con el préstamo internacional 2230 del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) con la programación de estar listo en 765 días, un poco más de dos años.

El proyecto tiene molestos a los vecinos. La empresa constructora Opción Técnica Sociedad Anónima (OPTESA) encargada del proyecto comenzó con la preparación del terreno. Los trabajos de excavación, relleno y compactación del suelo se realizaron con maquinaria pesada y la comunidad ha reportado que la vibración del suelo pudo ocasionar daños a la infraestructura de su vivienda y que podrían derrumbarse como consecuencia, según confirmó un experto del lugar.

Foto de Prensa Comunitaria

La adjudicación de OPTESA ha sido para el “Diseño, Construcción, Equipamiento y Puesta en Marcha para el Mejoramiento y/o Ampliación del Hospital de Chiquimula” con la instalación de cinco quirófanos de alta tecnología, cuatro salas de parto, un tomógrafo, un resonador magnético, área de radiología y ecografía; cinco laboratorios de especialidades, espacio para 25 camas de adultos y pediátricos para terapia intensiva e intermedia y 22 camas para el área de urgencias y el alojamiento de 180 internos.

Fuente de Guatecompras

Los daños

En un recorrido a la colonia, los vecinos mostraron las fachadas y el interior de sus viviendas, en las que se pudo observar grietas en las paredes, columnas y terrazas. Estos daños, aseguran, aparecieron con la llegada de la constructora y señalan que la empresa a cargo es la responsable.

En esta colonia hay alrededor de 30 casas y al menos, cinco de ellas presentan daños considerables en su infraestructura, según documentó Prensa Comunitaria.

Foto de Prensa Comunitaria

César Oliva, presidente del Comité de Vecinos ha expresado su preocupación por el deterioro de las viviendas y hace referencia al terremoto de 1976 cuando pasaron por una experiencia similar. Los vecinos temen que las viviendas se desplomen por la actividad que ha realizado la maquinaria pesada. “Cuando rellenan y compactan el suelo con la maquinaria pesada, más conocida como cilindro compactador, genera demasiada vibración en el suelo y subsuelo… Hasta podríamos pensar y sentir que es un sismo que oscila en unos 3 grados en alguna escala”, indicó.

Foto de Prensa Comunitaria

Noé Álvarez, otro vecino de los más afectados, contó que las vibraciones de la máquina compactadora le desplomaron una pared de 7 metros de largo por 4 de altura.

“Las vibraciones y la lluvia fueron las causas que mi pared se desplomara poco a poco. Inclusive, a una sobrina casi le caía la pared cuando ingresó a mi domicilio”, indicó.

Álvarez dijo que sostuvieron una reunión con los ingenieros de la constructora del nuevo hospital, pero estos justificaron los daños alegando que “su casa estaba mal construida y que por eso se estaba cayendo”.

En la entrada donde se construye el hospital, hay una valla que identifica a la constructora y el Ministerio de Salud ha colocado mantas vinílicas para que la población tenga información a dónde denunciar algún daño por la obra. Además, hay una manta con el número de licencia de construcción y detalles de esta.

Foto de Prensa Comunitaria

Dudan si constructora reconocerá daños

Otros vecinos señalaron los daños de sus viviendas por el uso de maquinaria pesada, pero, hasta ahora, desconocen si la constructora se responsabilizará. “Dijeron que iban a llegar a mi casa para evaluar daños. El miércoles 8 de noviembre, vinieron tomaron fotos y midieron la pared caída. Posteriormente, llegaron a que les firmara unos documentos para el expediente de su caso, pero hasta el momento no vemos esperanza que nos paguen”, puntualizo Álvarez, después de escuchárselos decir a los ingenieros que hicieron la inspección, cuando murmuraban entre ellos.

Oliva ha externado que los encargados de medio ambiente de la constructora les presentaron el proyecto y sus beneficios a los Consejos Comunitario de Desarrollo (Cocodes) de las colonias colindantes,  excepto a quienes tienen sus casas más cercana a la obra.

Foto de Prensa Comunitaria

En la reunión con la empresa se expuso: “Si la obra durara unos 8 días, considerábamos que no generarían mayores problemas en las viviendas, pero ahorita ya tienen más de un mes de estar trabajando en la compactación del suelo lo que provoca demasiada vibración en las viviendas y han empezado a grietarse en los techos de terrazas, paredes y columnas. En unos seis meses o un año, pensamos que puede ocurrir una tragedia con el desplome de las casas”, alertó César Oliva.

El presidente de los vecinos de Minerva indicó que luego de exponer la problemática, uno de los ingenieros de la constructora, abrió un expediente para informar del caso a las oficinas centrales de la compañía. Pero no han tenido respuesta.

“Lo que sí dijeron los constructores fue que cada persona afectada debía llegar a la oficina a comunicarse con ellos y que iban abrir un expediente, para evaluar los daños que había ocasionado la vibración”, contó Oliva.

Daños en los drenajes

Otro daño que prevén es el colapso de los drenajes porque son tuberías de cemento y no de PVC, que tienden a ser más resistentes.

“Ahorita no se van a ver los daños,  pero, a la larga un, un tubo dañado de aguas residuales va a ir consumiendo el suelo y esto puede llegar a causar daños severos en la calle principal, porque hasta podrían hundirse el suelo por la humedad que se puede generar”, teorizó el presidente de los vecinos.

Foto de Prensa Comunitaria

Por aparte, Ana Luisa Olmedo, directora de Comunicación Social del Ministerio de Salud, señaló que han recibido ocho denuncias por escrito, desde el inicio de la obra. Cuatro de ellas, han sido resueltas.
Es decir, que los técnicos de la constructora ya han evaluado los daños de las viviendas y asumirán la reparación de las mismas.

El área de la construcción es árida y eso provoca mayor vibración. Por eso, han mojado el suelo, para que la maquinaria tenga un menor impacto sobre las viviendas, dijo.

“Hemos tenido reuniones con los que viven en el asentamiento. La mayoría se ha quejado de las vibraciones. Tenemos la situación de un muro que se cayó, pero estaba construido con adobe. Con las vibraciones -el adobe- suele caerse si no tiene buena estructura”, indicó Olmedo.

Tanto el Ministerio de Salud como los vecinos, han señalado que el muro de adobe de Álvarez se cayó por las vibraciones. Sin embargo, en las fichas técnicas, OPTESA reportó el 26 de octubre pasado, que el dueño lo derribó para evitar un accidente.

El mismo informe refiere que el 31 de octubre, OPTESA tuvo una reunión con los vecinos afectados y que se llegó a acuerdos, pero no se registraron los acuerdos.

En el pasado, el hospital Carlos Manuel Arana Osorio colapsó durante la segunda semana de septiembre de 2021, cuando se agravaba la crisis por la pandemia de COVID-19, por lo que dejó de recibir pacientes y las condiciones en las que ha estado funcionando, han sido precarias, indicaron voces internas.

Existe peligro de derrumbe

Al consultar a un especialista en temas de riesgo, quien prefirió no ser citado por seguridad, sobre los daños que pueden derivar de las vibraciones en el sector afectado, confirmó que “sí hay bastante probabilidad” de que las casas se derrumben, pues “el lugar -donde están asentadas las casas- es un terreno rellenado que, no tiene una compactación sólida y por eso vibran”.

La intensidad del movimiento que ocasiona la vibración de los trabajos sería similar a un sismo de 2 a 3 en la escala de Mercalli (la escala mide la intensidad de un temblor o cuánto se mueve la tierra) que sería considerado un movimiento acelerado, según la nomenclatura internacional, intensidad equivalente a que un camión de carga pesada pasara continuamente, en un lugar no compactado, explicó.

Según el experto en materia de desastres consultado, el terreno en el que se construye el nuevo hospital necesitaba la compactación del terreno tomando en cuenta que Chiquimula está asentada en un aluvión (un espacio donde los sedimentos de tierra arrastrados por una corriente quedan depositados en un terreno sin compactación natural). Este mismo problema lo presentan otros espacios en el departamento, pues, los terrenos no tienen tierras sólida sobre la cual asentar edificaciones.

Descartó que los drenajes del lugar puedan colapsar y que al hacerlo, laven la tierra, provocando un socavamiento de los caminos, pues están a colocados a unos 50 centímetros de la superficie. Esto pese a que las normas exigen un mínimo de 2 metros de profundidad.

En estos drenajes hay un rompimiento de la tierra que crea un vacío y esta es una de la causa de que la vibración se sienta más en las casas, porque hay una partición del suelo interno que se siente más en las estructuras más cercanas, que en este caso son las viviendas de la colonia Minerva, indicó.

Al consultar al departamento de sismología del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología y Meteorología (Insivumeh), sobre la información dada por el experto anónimo, dijeron que en los últimos cuatro meses, sus sensores han detectado seis microsismos que han sido sensibles en Chiquimula, aunque no necesariamente, ha sido ahí su epicentro.

Estos eventos han tenido magnitudes que van de 1.5 a 2.9 en la escala de Mercalli, y suelen ser indetectables por las personas, más no por los sensores.

La compactación del suelo de un terreno no sería lo suficientemente fuerte como para producir un microsismo, dijeron, pues la cantidad de energía liberada en esos trabajos es muy baja, comparada a un evento de magnitud arriba de 2.

“Es muy poco probable”, fue la respuesta de Sismología cuando se preguntó si las vibraciones producidas por una compactación podrían tener la intensidad necesaria para ocasionar grietas en las casas. Esto porque el movimiento del suelo de una compactación se atenúa rápido, mientras que el movimiento de los sismos libera energía que permanece más tiempo en el suelo.

La investigación de los daños en las viviendas continuará, pero los vecinos de la colonia Minerva mantienen el riesgo de quedar desprotegidos si la infraestructura cede a las vibraciones, no importando su origen.

COMPARTE