Créditos: Lucy Chay
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“La historia de lucha de las Guardianas del Lago” es el tema principal de un documental que fue presentado por primera vez al público en septiembre pasado. El video de 19 minutos de duración muestra la experiencia y el trabajo realizado, por más de una década, de un grupo de mujeres Tz’utujil de San Pedro la Laguna, Sololá, que se han dedicado a cuidar y frenar el deterioro de las aguas del lago de Atitlán.

Por Lucy Chay

Hace ya un año, el 24 de octubre de 2022 en el marco del Día Internacional contra el Cambio Climático, una procesión irrumpió la agitada circulación de la Avenida Reforma, una de las principales vías de la ciudad capital de Guatemala, símbolo de la opulencia y el poder económico.

Sobre dicha avenida, las mujeres y hombres Tz’utujil de San Pedro la Laguna, Sololá, participaron en una representación sobre la procesión de las Tesheles, un recorrido que realizan las esposas de los cofrades o de mayor edad, quienes llevan frutos que luego son colgados en arcos del municipio cada Miércoles Santo y que marca el inicio de la Semana Santa.

La población Tz’utujil recorrió la famosa avenida de la ciudad ese día, pero en lugar de frutos trasladaron la basura recolectada de las aguas del lago de Atitlán y la tiraron frente al edificio de la Cámara de Industria, el emblemático inmueble de las cámaras empresariales más influyentes del país.  “Tu industria, Tu basura”, fue el claro mensaje que dejó el performance realizado.

Pero la procesión no fue un acto aislado o improvisado de la población Tz’utujil.

San Pedro la laguna ha sido reconocido por ser el primer municipio en prohibir por medio del acuerdo 111-2016 el uso de bolsas plásticas, pajillas y duroport.

En la actividad participó un grupo de mujeres que cada mes, desde hace más de una década, se reúne a orillas del lago de Atitlán, en San Pedro la Laguna, para extraer la basura que flota en sus aguas.

“Quisimos recrear la procesión y trajimos los plásticos, la basura, lo pestilente y lo grotesco como un exvoto a la industria y una forma de interpelar la racionalidad sobre sus ganancias, que nadie las calcula y la responsabilidad que tienen en la destrucción del lago de Atitlán”, dice Nancy González una de las integrantes del Colectivo Tz’unun Ya’, un colectivo de mujeres del municipio y que por su trabajo son conocidas como las Guardianas del Lago.

Desde el año 2009 este grupo de mujeres ha extraído cientos de toneladas de basura del lago y ha buscado que las empresas que utilizan el plástico o productos contaminantes se responsabilicen del daño que provocan. Son 13 grupos de mujeres con más de 300 integrantes los que mensualmente se reúnen en las jornadas de limpieza.

“Nosotras hemos luchado y cada mes hemos bajado a limpiar el lago, porque no queremos ver nuestro lago sucio, contaminado de botellas, pañales, tapitas y latas.  Nos da una nostalgia al llegar al lago y ver esa basura. Hemos luchado y seguiremos luchando porque no queremos ver nuestro lago sucio. Pedimos que las autoridades cumplan su función y compromiso de no seguir mandando basura en nuestro lago”, dice Isabel Cumatz, una de las guardianas del lago.

El trabajo colectivo ha contribuido a preservar el lago y a frenar la contaminación y el daño que producen los desechos sólidos, especialmente el plástico.  Sin embargo, el grupo reconoce que estas acciones no son suficientes para frenar el deterioro del lago.

“Esta problemática es compleja hay dos racionalidades que se contraponen. Hay dos narrativas, una que culpa a las comunidades de ser las responsables del detrimento de la naturaleza y que excluyen la responsabilidad de los emporios económicos y sus ganancias, y la narrativa de entender al lago como un ente viviente que da gritos, que pide ayuda y que no es solamente un espacio paisajístico de ocio si no un espacio de continuidad y pervivencia de la vida”, dice González.

Por esto, el colectivo de mujeres ha dado un nuevo paso para alzar la voz a nivel nacional e internacional. El martes 19 de septiembre, en el Centro Cultural de España ubicado en la zona 1, se realizó el lanzamiento de un documental que visibiliza el trabajo, su organización y la iniciativa en la búsqueda de salvar al lago.

“Las Guardianas del Lago”

El documental de 19 minutos recoge la experiencia y el trabajo que realiza el grupo de mujeres.  Explica la razón de sus preocupaciones y lo que el lago representa en sus vidas y la vida de todos los que habitan alrededor.

“Es un esfuerzo del colectivo, nunca pensamos en hacer un documental, pensamos al inicio hacer una pequeña campaña de la comunidad para visibilizar el trabajo de ellas que llevan más de 13 años extrayendo basura del lago”, dice Josué Chavajay integrante del Colectivo Tz’unun Ya’.

Fueron las mismas guardianas las que apoyaron para la realización y las que validaron cada escena del video, explica.

El documental también es una denuncia contra las empresas que no se responsabilizan de los productos que terminan en las aguas del lago. “Nos traen productos chatarras, les damos su dinero y nos dejan su basura”, dice Salvador Quiacain, en una de las escenas.

El grupo de mujeres señala que no pueden seguir destinando sus territorios para ser depositarios de basura y que es tiempo de hablar de la responsabilidad extendida de las empresas, sobre su producción e impacto ecológico que no se puede calcular.

“Nosotras hemos venido a presentar este documental. No venimos por gusto, venimos a hacer visible la problemática que nosotros vivimos en el lago de Atitlán. Retomemos las costumbres de los abuelos y las abuelas que cuidaron el lago, retomemos esas buenas prácticas de no usar esos productos que están contaminando nuestro lago”, dice Lina Samol durante la presentación del documental.

El documental ha sido presentado ya a la comunidad en San Pedro la Laguna y al público en una primera convocatoria en septiembre pasado.

“Este material que hemos visto nos sirve para alimentar el debate, no solo para concientizar, queremos aportar a la discusión del modelo societal que deseamos, que replantee nuestras ideas de desarrollo y que nos lleve a las entrañas del lago”, explica González tras la presentación del documental.

Los siguientes pasos

Las acciones del colectivo no se detienen y expresan que ya han entregado un anteproyecto al concejo municipal para declarar de uso público siete kilómetros de playa que sirven de filtro natural y ayudaría a revitalizar al lago.

También explicaron que buscan que se amplíe el acuerdo 111-2016 para que se regule el ingreso del PET al municipio de acuerdo a su volumen, tamaño y su composición química. El tereftalato de polietileno, PET por sus siglas en inglés, es un tipo de plástico resistente y liviano utilizado en botellas y envases

El trabajo del colectivo de mujeres fue mencionado en el informe anual de este año por el secretario general de las Naciones Unidas como un ejemplo para la conservación de la naturaleza y promoción de la sostenibilidad medioambiental.

“Reconocemos los esfuerzos y el compromiso del colectivo para la conservación de los recursos naturales en el lago Atitlán, es un trabajo inspirador para toda la población y principalmente para quienes trabajamos por los Derechos Humanos. Estas son las acciones concretas que necesitamos impulsar para combatir el cambio climático y sus efectos en la vida de las personas y el planeta”, dijo Mika Kanervauori, representante de la Oficina del Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala.

Las guardianas señalan que la contaminación del lago no es un hecho aislado y por esto el abordaje del problema debe ser de forma sistemática.

“Nosotras no somos recogedoras de basura. Pedimos a las autoridades cumplan su función y compromiso, que tomen la conciencia de no seguir mandando basura en nuestro lago. También Hacemos un llamado para que cuidemos los bienes naturales, porque sin el lago no podemos vivir”, dice Cumatz, guardiana del lago y una de las protagonistas del documental.

El colectivo programa una tercera presentación del documental antes de que finalice noviembre.  El lugar elegido para presentarse sería frente a la sede central del Ministerio Público (MP) donde la protesta y la resistencia contra la corrupción y los funcionarios señalados de atentar contra la democracia prevalece.

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