Día de Todos los Santos: la vida y la muerte en San Pedro la Laguna

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Créditos: Nuto Chavajay. Hombre retoca la pintura de su familiar en el cementerio de San Pedro La Laguna, Sololá.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Nuto Chavajay

Entre el 1 y 2 de noviembre, los cementerios parecen volver a la vida. Aunque el resto del año se asemejan a ciudades abandonadas, con tristes estructuras grises, en el Día de Todos los Santos los colores y olores les devuelven algo de humanidad a estos espacios de memoria. Y San Pedro La Laguna, Sololá, no es la excepción.

En esta pequeña galería, compartimos algunas de las imágenes captadas en ese municipio del pueblo Tz’utujil y la tradición detrás del Día de Todos los Santos.

Los pasillos del cementerio de San Pedro La Laguna se llenan de color y vida una vez al año. Foto de Nuto Chavajay.
Tres mujeres sonríen frente a la cámara en el Día de Todos los Santos, en San Pedro La Laguna. Foto de Nuto Chavajay.
En el cementerio de San Pedro La Laguna, algunos de los nichos más nuevos cuentan con lápidas que tienen la foto a color de quienes fallecieron. Foto de Nuto Chavajay.
Para amenizar el Día de Todos los Santos, la Marimba Maya Sajquiy toca varias piezas musicales. Foto de Nuto Chavajay.
Una mujer de San Pedro La Laguna sostiene un florero de barro con flores que colocará en la tumba de sus difuntos. Foto de Nuto Chavajay.
Pino, flores y veladoras son algunas de las decoraciones más comunes en los cementerios. Foto de Nuto Chavajay.
Una mujer coloca pino en el piso del nicho de su familiar como una forma de honrarlo. Foto de Nuto Chavajay.
Vecinos de San Pedro La Laguna colocan flores en las tumbas de sus difuntos. Foto de Nuto Chavajay.
Hombre retoca la pintura de su familiar en el cementerio de San Pedro La Laguna, Sololá. Foto de Nuto Chavajay.
Un hombre prende una vela a su padre en el cementerio de San Pedro La Laguna. Foto de Nuto Chavajay.
Dos familiares colocan flores de colores en envases plásticos para colocarlos frente a la tumba de sus seres queridos. Foto de Nuto Chavajay.
Una familia limpia y coloca arreglos florales frente al nicho de su pariente. Foto de Nuto Chavajay.
Incluso las tumbas más sencillas, reciben un retoque de pintura. En este sepulcro, un hombre pinta la cruz de blanco y vuelve a escribir su nombre en ella. Foto de Nuto Chavajay.
Algunos de los nichos en San Pedro La Laguna tienen cerámica y otros más precavidos, incluso, han colocado balcones. Foto de Nuto Chavajay.
Desde tempranas horas, el 1 de noviembre, un joven lleva pintura, brochas y pinceles para renovar la pintura del nicho de su familiar. Foto de Nuto Chavajay.
En los cementerios algunos hombres están listos con pintura, brochas y trapos para retocar la pintura de los nichos, a solicitud de varias familias. Foto de Nuto Chavajay.

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