La Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) secuestró miles de documentos originales que estaban en poder del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Las actas 4 y 8 registran los resultados de la primera vuelta electoral, pero en qué consisten estos y cuáles son los riesgos de que ahora estén en posesión del Ministerio Público (MP).
Por Prensa Comunitaria
La unidad que dirige Rafael Curruchiche extrajo, el sábado 30 de septiembre con la oposición de los magistrados que integran la autoridad electoral, las actas 4 y 8 originales de las comicios generales del 25 de junio.
Durante el secuestro de los documentos se pudo observar a magistrados que intentaban detener que las cajas llenas de documentos salieran de la sede del Tribunal Supremo Electoral. Uno de los fiscales que participaban en el operativo hasta le gritó “ridículo” a uno de los magistrados electorales que se oponía al secuestro de las actas.
Esta acción del MP ha provocado más rechazo en la población y ha hecho que Estados Unidos eleve la temperatura de sus declaraciones al indicar que “los responsables tendrán que rendir cuentas” y que “utilizarán todas las herramientas disponibles” para sancionar a los que intenten socavar la democracia.
¿Pero por qué hay tanto alboroto? Aunque el MP se empeña en decir que es una diligencia más, declaró el caso en reserva y no permitió que los medios documentaran el operativo. ¿Qué fue lo que en realidad pasó con este allanamiento? La respuesta descansa sobre el contenido de las actas, el tesoro que los magistrados del TSE mantenían celosamente resguardado en la sede central del ente.
¿Qué contienen las actas electorales secuestradas?
En las actas 4, según el TSE, se deja constancia de la cantidad de votos que las organizaciones políticas obtuvieron en cada una de las mesas electorales. Se hace una por cada papeleta: presidente y vicepresidente (blanca), diputados distritales (celeste), diputados por lista nacional (verde), corporación municipal (rosada) y diputados para el Parlamento Centroamericano (amarilla).
Las actas 4 son elaboradas por las Juntas Receptoras de Votos (JRV). Entonces, cada una de estas juntas realizó cinco actas, las cuales también consignan la cantidad de votos nulos, votos blancos, número de votantes de la mesa, cifra de papeletas recibidas y no usadas, la firma de los fiscales de los partidos y si hubo una impugnación.
En tanto que las actas 8 son elaboradas por las Juntas Electorales Departamentales (JED) y contienen los resultados finales que cada partido político obtuvo en un departamento. En este documento aparece la cantidad de impugnaciones que fueron presentadas durante el escrutinio, las que fueron ratificadas y resueltas en la audiencia de revisión de votos.
Es en esta última acta que se hacen correcciones a la sumas de votos, en caso se haya aceptado alguna impugnación interpuesta por un partido político. En resumen, es el documento final que totaliza los resultados en un departamento.
https://www.tse.org.gt/images/eg23/INSTRUCTIVO%20JED%20JEDC-M1-2023%20USO%20DIGITAL.pdf (ver página 19 “Mecanismo de revisión de escrutinios”)
Por aparte, el TSE explicó que las actas 4 y 8 son recibidas por la Auditoría Electoral, con el fin de verificar los resultados y obtener las sumatorias finales para poder oficializar las votaciones. Estos documentos no se ingresan en las cajas electorales que están en el Parque de la Industria, en cambio se entregan al Tribunal en su sede central y quedan en resguardo de su Secretaría General.
¿Qué riesgos supone que los documentos originales estén en manos del MP?
La presidenta del TSE, Irma Palencia, manifestó este lunes 2 de octubre que los resultados de las elecciones ya fueron oficializados, que fueron certificados, y que se adjudicaron los cargos y se entregaron las credenciales a quienes resultaron electos. Por ello, consideró que es improbable que las nuevas autoridades no puedan asumir el 14 de enero próximo, pese a que se hayan efectuado allanamientos o por el secuestro de documentación.
Sin embargo, el viernes por la tarde luego que el Ministerio Público empezó el allanamiento, Palencia dijo sentirse muy preocupada porque “estamos custodiando el voto y la voluntad popular, pero estamos perdiendo los documentos originales”. Horas más tarde en un comunicado el TSE pedía el apoyo de los 60 diputados electos y 340 alcaldes electos para que se pronunciaran y defendieran la democracia, porque el MP se quería llevar las actas en las cuales constaban los resultados de la primera vuelta.
“Era más eficiente y eficaz que el Tribunal les certificara las mismas y, de esa forma, respaldar legalmente cualquier petición futura ante un juez. Al haberse procedido como lo hicieron, solo (existirá) la versión del Ministerio Público”, indicó Ovidio Orellana, expresidente del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) sobre la forma en la que la FECI secuestró las actas.
Orellana dijo que ahora que los documentos originales están en poder de la fiscalía, eso supone cualquier posibilidad de alteración de los mismos, puesto que ningún ente electoral estuvo o está presente en las acciones del ente investigador.
“Está claro que si el MP se llevó esas actas, lo que busca es hacer su propio conteo de votos. Si encuentra diferencias, buscará responsabilizar penalmente a alguien y, de paso, podrá buscar una resolución judicial que pueda afectar, incluso, el propio proceso electoral”, acotó.
En tanto que Gabriel Aguilera, magistrado del TSE, manifestó que es “muy delicado” que personas que no tienen el conocimiento y no comprenden el contenido de las actas, entren a analizarlas y a tratar de interpretarlas sin contar con la presencia de quienes las llenaron.
Las actas originales que contienen los resultados de la primera vuelta electoral y estaban en poder de los magistrados del TSE ahora están en las manos del Ministerio Público.
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