Créditos: Prensa Comunitaria
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Este domingo 9 de julio, mujeres socias de la organización Centro de Apoyo para las Trabajadoras de Casa Particular (CENTRACAP) tomaron las calles de la zona 13 de la ciudad capital para protestar y visibilizar la carencia de derechos laborales y diversos abusos que deben soportar cuando trabajan en las residencias.

Por Andina Ayala

 “Nuestro trabajo no es considerado como aporte a la economía del país”, explicó Margarita Castro, socia fundadora de CENTRACAP, que también se movilizó por la Avenida de las Américas, en la zona 13 de la ciudad, en el circuito de Pasos y Pedales que se instala los domingos, hasta llegar al monumento al Papa Juan Pablo II.

Las cuarenta mujeres trabajadoras de casas particulares que protestaron, se reunieron en la plaza el Obelisco, de la zona 10 y en algunos puntos de Pasos y Pedales encontraron personas que les aplaudían.

Otras personas hacían gestos de sorpresa y algunas asintieron con la cabeza ante sus demandas. “Todo el trabajo que hacen y lo poco que se valora”, dijo en voz alta un corredor que pasaba al lado de la caminata.

No reconocer el trabajo que las mujeres realizan en las casas, es algo que la sociedad ha tolerado y que ha propiciado el incumplimiento de sus derechos laborales por parte de las personas que las contratan.

Otra de las demandas principales que las trabajadoras exigen es el trato digno, porque constantemente son denigradas y maltratadas por sus empleadores.

“Nosotras nos quedamos cuidando de sus casas, nos encargamos de tener lista su comida, la limpieza de sus mascotas, a veces hasta hacemos trabajos de un albañil o plomero, mientras ellos se van a su empresa, a su negocio o a su finca”, aseguró Marta Xico Turcios, socia de la organización.

Pese al aporte que ellas realizan, se registran casos donde las trabajadoras de casa particular tienen un sueldo de Q900 quetzales, equivalente a US$112.5 al mes.

Para ellas es importante también que se respeten los horarios de ley, porque la mayoría comienzan su jornada a las cinco de la mañana y finaliza a altas horas de la noche, lo que implica estar a disposición de sus empleadores entre quince o más horas diarias.

Visibilidad disruptiva

La actividad de las mujeres organizadas constituye la primera vez en que realizan una acción de visibilidad de esta naturaleza.

También indicaron que es la primera vez que la realizan en la zona 13, frente a la zona 14, dos áreas de las más privilegiadas de la ciudad de Guatemala, a nivel socioeconómico.

Frente a la movilización, circuló en redes sociales desinformación que señalaba al partido Movimiento Semilla como el organizador.

CENTRACAP, se pronunció al respecto y enfatizó que tiene 34 años de existencia en Guatemala y no busca abolir el trabajo doméstico, pero sí mejorar las deplorables condiciones laborales para el sector de trabajadoras de casa particular que sigue invisibilizado.

Publicado originalmente en RUDA.

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