Créditos: Prensa Comunitaria
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En 2019, fue la primera vez que el voto nulo obtendría validez de alcanzar la mayoría absoluta. Sin embargo, en esa ocasión apenas alcanzó el 5%. Cuatro años después, en estas elecciones fue el principal protagonista al ganar en 13 de los 22 departamentos con 17.38%, según resultados preliminares, 1.52% por arriaba del partido que logra el primer lugar el 25 de junio. El voto nulo suma al voto antisistema en estas elecciones, lo mismo que el voto que depositaron en Semilla, abstención, en blanco, juntos dan un total de 75.73 por ciento de votos que los analistas consideran una expresión antisistema del electorado. 

Por Isela Espinoza

Al menos 22 candidatos de los 28 partidos políticos inscritos intentaron ganar la presidencia en las elecciones generales 2023, pero ninguno alcanzó el 50% más uno que, se necesita para ganar en primera vuelta. Tres binomios fueron excluidos con razonamientos opacos por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el resto fueron en coalición.

El abstencionismo también fue parte de la jornada electoral y registró 39.92%, es decir 3,692,521 ciudadanos decidieron no acudir a las urnas. Tanto el voto nulo y el abstencionismo reflejan el descontento de la población por el deterioro de la democracia, así como hacia la clase política tradicional y la desconfianza hacia las instituciones que velan por el proceso electoral como el TSE, afirman analistas. Ambos acumulan el 56.58 % de los votantes a nivel nacional y si se suman lo votos en blanco (6.9897%), el porcentaje de rechazo al modelo y sistema político alcanza el 63.65 por ciento.

Sin embargo, comparado con las elecciones generales de 2019, Bernardo Arévalo, del partido Movimiento Semilla, y Sandra Torres de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), pasaron al balotaje que se realizará el próximo 20 de agosto con menos votos que el presidente saliente, Alejandro Giammattei.

Según datos preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con el 99% de las actas escrutadas, el voto nulo obtuvo, a nivel nacional, el pasado 25 de junio el 17.38 % por encima de Torres que ganó con el 15.86 % y Arévalo con 11.77%.

En los Estados Unidos con el voto de los guatemaltecos en el extranjero el porcentaje del voto nulo fue alto, con un 38.18 por ciento.

Para estos comicios, estaban habilitados 9,372,164 de guatemaltecos para acudir a las urnas, de esta cifra 5,061,386 mujeres están empadronadas y 4,310,778 hombres, es decir, existe una mayoría de mujeres en el padrón electoral.

El mayor número de ciudadanos empadronados se encuentra en el departamento de Guatemala con 2,113,241, seguido por el departamento de Huehuetenango con 702,212; Alta Verapaz con 614,727; Quiché con 535,364 y Quetzaltenango con 502,539.

De los 22 departamentos del país, el voto nulo ganó en 13. Mientras que Torres ganó únicamente en cinco, Arévalo en tres y el partido oficialista, Vamos ganó en uno.

De los primeros cinco departamentos con mayor número de empadronados, la presidenciable de la UNE ganó en Huehuetenango, Quiché y Alta Verapaz. Mientras, Arévalo se adjuntó Guatemala y Quetzaltenango.

Aunque durante la campaña, organizaciones políticas como el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) o Podemos llamaron a sus simpatizantes a ejercer el voto nulo, ante la negativa de inscribir a sus binomios presidenciales en estos comicios, fueron pocos los candidatos que se mostraron a favor de este mecanismo que contempla la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) reformada en el 2016.

En el departamento de Guatemala, únicamente tres candidatos presidenciales lograron superar el 9.74% del voto nulo, se trata de Manuel Villacorta (9.64%), Zury Ríos Sosa (13.62%) y Bernardo Arévalo De León (29.66%).

Contexto de las reformas a la LEPP

En 2019, en relación al voto nulo fue la primera vez que cualquier elección podía declararse nula si conseguía la mayoría absoluta según el artículo 2023 de la Ley Electoral. Durante las marchas contra la corrupción en 2015, los guatemaltecos exigían cambios en la LEPP. Y según un dictamen de la Corte de Constitucionalidad (CC), el voto nulo se promovió para que el ciudadano expresara “su rechazo, hartazgo o insatisfacción respecto a la clase política”.

Sin embargo, aunque el Congreso aprobó las reformas al momento de la creación del artículo 203 Bis, los diputados eliminaron del primer párrafo la palabra “otros” que los obligaba a postular nuevos candidatos al momento de repetir alguna elección, cerrándole la posibilidad a la ciudadanía a elegir nuevamente con los mismos candidatos, según señala una nota de elPeriódico.

Previo a las exigencias de la ciudadanía en 2015 y a las reformas de la LEPP, el voto nulo registraba 214,674 en la primera vuelta de las elecciones generales de 2011 y en la segunda vuelta alcanzó 125,040.

Mientras, en el 2015 el voto nulo registró 216,363 en la primera vuelta y en la segunda 105,555.

Menor cantidad de votos para quienes pasan a segunda vuelta

En las elecciones generales de hace cuatro años, de 5,040,423 votos emitidos el candidato presidencial del partido Vamos, Alejandro Giammattei, obtuvo en la primera vuelta 608,083 votos.  Mientras, Sandra Torres en esa ocasión logró 1,112,939, según datos de la memoria electoral del TSE.

En la elección pasada participaron 19 partidos políticos compitiendo por la presidencia, nueve menos de la elección actual.

Este año, Torres volvió a conseguir su pase a la segunda vuelta, pero ahora solo alcanzó a conquistar 880,842 votos (15.8%). Ante este escenario, los analistas afirman que nada está dicho aún para la segunda vuelta ya que, en 2019, Giammattei se adjudicó la presidencia con 1,907,767 votos. Mientras, Torres solo obtuvo 1,384,044 sufragios.

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