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Créditos: Alva Batres
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

A pesar de que no existieron inconvenientes para votar en el departamento, el conteo se vio marcado por la retención de una periodista, varios digitadores del TSE y señalamientos de alteración de papeletas.

Por Alva Batres y Rony Ríos

Contrario a lo que ha sucedido en años anteriores, en donde se dan conflictos en los centros de votación en Puerto Barrios, Izabal, las elecciones del pasado domingo 25 de junio se desarrollaron sin mayores inconvenientes en la emisión del sufragio; sin embargo, al entrar la noche los digitadores del Tribunal Supremo Electoral (TSE) fueron el blanco de intimidaciones.

El alcalde Hugo Sarceño fue reelecto por tercer periodo consecutivo. Llegó a la municipalidad de Puerto Barrios en el periodo 2016-2020 con Prosperidad Ciudadana; en 2020-2024 con Todos y está vez ganó las elecciones con el partido oficial Vamos para el periodo 2024-2028, con 12,148 votos.

La figura de Sarceño ha sido criticada por la población, se aduce que pasa gran parte del tiempo de su gobierno en Miami, Estados Unidos, donde reside su familia. Durante sus dos periodos, la deuda de la Empresa Eléctrica Municipal con el Instituto Nacional de Electrificación (INDE) se ha triplicado, pero la gente revalidó su candidatura en las urnas.

Abstencionismo 

La jornada comenzó con la apertura de los centros de votación a las 7:00 horas y con poca afluencia de personas en la mañana, lo cual se evidenció al cierre con un abstencionismo generalizado que alcanzó el 40 por ciento.

Dentro los incidentes que se manifestaron en la emisión del voto fue que, algunas Juntas Receptoras de Votos (JRV) entregaron dos papeletas rosadas a los votantes, pero el incidente fue solucionado de inmediato.

Esto se debió a un error de procedimiento porque la instrucción era que las papeletas debían ser extendidas frente a los votantes, para que se cercioraran que no estaban marcadas y que era el número indicado de boletas para la emisión del voto.

Otro de los incidentes reportados fue la toma de fotografía a las papeletas ya marcadas, por lo que el personal de los centros de votación tuvo que exigir que el material fuera eliminado de los teléfonos celulares. Esta medida se adopta para intentar reducir el fenómeno de compra de sufragios porque hay partidos que ofrecen dinero o bienes a cambio del voto.

Dentro de las particularidades de este proceso fue la habilitación de nuevos centros en las aldeas Media Luna, Cacao Frontera y Veracruz.

Al entrevistar a los pobladores, Emilia Sosa de 60 años, del sector de Río Nuevo expresó que el nuevo centro de votación en Cacao Frontera les ha beneficiado porque en ocasiones anteriores tenían que viajar a Entre Ríos.

El conteo

Al concluir el conteo, las Juntas Recetoras de Votos entregaron sus cajas a la Junta Electoral Municipal (JEM) de Puerto Barrios, pero fue en ese momento cuando los fiscales del partido VAMOS llamaron a los medios de comunicación porque, al parecer, se estaba alterando una de las actas.

La JEM envió de nuevo el acta a la JRV para revisarlas y hacer los testados respectivos. En este caso no se entregó copia de las actas a los fiscales, solo les permitieron tomar fotografía de estas.

En el municipio de El Estor una periodista fue retenida, pero fue liberada inmediatamente. En Livingston, retuvieron a un grupo de siete digitadores, a quienes los pobladores no los dejaban evacuar el centro de votación, por lo que se tuvo que enviar a los antimotines y a lo policía; por medio del diálogo con los lideres se logró resolver y dejaron ir a los digitadores. En aldea Guitarras se retuvo a la digitadora, pero con apoyo de las fuerzas de seguridad logró ser liberada.

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