En esta entrevista contamos la historia de resiliencia de uno de los candidatos a diputado por el distrito metropolitano del partido Winaq. En su adolescencia fue desplazado interno para sobrevivir a la persecución de jóvenes y grupos organizados de oposición al régimen de la década de los ochenta.
Por Andina Ayala
Heriberto Martín, exdirigente estudiantil, tenía 16 años cuando empezó a organizarse en su municipio de Malacatán, San Marcos, al sur occidente del país, de donde tuvo que huir debido al cierre de espacios de participación política. Es sobreviviente de la represión en Guatemala de las décadas de los setenta y ochenta.
Llegó a la capital como refugiado interno en 1969, ahora tiene 70 años de edad, cuenta que no vino a la ciudad por su gusto, sino para preservar su integridad. Su papá tenía un amigo que trabajaba en Prensa Libre, y a través de él, obtuvo su primer trabajo como ayudante de mantenimiento, y poco a poco fue escalando hasta que lo despidieron por organizar un sindicato en el medio.
Persistente y comprometido con la defensa de los derechos laborales, formó parte de la Central Nacional de Trabajadores en 1980 cuando desaparecieron a 27 de sus compañeros.
Actualmente, es abogado y notario, ha entregado su quehacer político a la búsqueda de justicia en el país. En esta contienda electoral participa con el partido Winaq, por el distrito metropolitano en la casilla número cinco. Martín dice que es un movimiento político que le representa porque considera que desde este espacio se puede construir la unidad de la izquierda y los sectores progresistas.
Su vida pasa por tres etapas: sobreviviente de la guerra, abogado y ahora candidato a diputado. Conozcamos más de Heriberto Martín en esta entrevista.
Cuéntenos sobre su carrera política
Soy sobreviviente del Conflicto Armado Interno (CAI), en mi experiencia sindical, tuve la suerte de no ser parte de los veintisiete compañeros secuestrados de la Central Nacional de Trabajadores cuando yo tenía 17 años en 1980. Posteriormente, fui parte del Comité de la Asociación de Estudiantes de Derecho.
Después de la firma de los acuerdos de paz en los noventa continúe acompañando y asesorando legalmente demandas de justicia social. He trabajado mucho el tema ambiental, trabajé como director de la organización Acción Ecológica, y de otras organizaciones no gubernamentales y cooperativas. Recientemente, entregué mi cargo para participar en política, que es un derecho ciudadano.
¿Qué le motiva a participar en política hoy?
Nosotros como luchadores sociales creemos que es necesario ocupar los puestos de toma de decisión. A mí me propusieron desde las organizaciones del movimiento social. Me motiva pensar que con nuestras capacidades fortalecemos el Estado de derecho y la institucionalidad del Estado guatemalteco.
¿Cómo diputado cuál será su agenda de trabajo?
Como diputados de Winaq, nuestro objetivo es fiscalizar y legislar en favor de los derechos humanos y constitucionales. En mi caso, por mi experiencia, me enfocaré en los derechos laborales, en la reforma del órgano de la Inspección General del Trabajo para dotarle con más capacidad de equipo y facultades para aplicar la legislación laboral y sancionar a los patronos que no cumplen con los derechos laborales.
Otros compromisos que tenemos son promover medidas a favor de la vivienda, la certeza jurídica a la vivienda popular, impulsando que el Estado legalice los terrenos de asentamientos populares, pero desde una perspectiva integral con medidas de gestión de riesgo y gestión ambiental.
Queremos lanzar políticas de vivienda social ambientalmente responsables. Además, promover el acceso al servicio a la energía eléctrica. Fiscalizar el pago del servicio de energía eléctrica para que respondan las condiciones económicas de la mayoría de la población.
Winaq ha hecho coalición para la alcaldía con los partidos URNG y Movimiento Semilla, ¿Por qué no lo hicieron también para otras candidaturas?
Nosotros estábamos promoviendo la unidad a través del Bloque Democrático, pero lamentablemente no fue posible. Los partidos con los que se logró tener diálogo se fueron separando por intereses personales. Con URNG se logró la coalición a nivel nacional y en algunos municipios y departamentos que son pocos.
En el departamento de Guatemala vamos a participar como Winaq, somos seis entre ellos jóvenes y mujeres. En otros casos como con el partido MLP (Movimiento para la Liberación de los Pueblos) no fue posible porque sostenían que ellos eran fuertes y que si queríamos unirnos debíamos acatar lo que ellos dijeran. Nosotros tenemos un pensamiento crítico y nos gusta proponer porque es uno de los principios democráticos no sólo sumarse.
¿Qué piensa de la situación política actual?
Es bastante preocupante porque los espacios poco a poco se han ido cerrando, desde el gobierno de Jimmy Morales con la expulsión de la CICIG, y con Alejandro Giammattei, ha logrado destruir la institucionalidad que había sido construida con los Acuerdos de Paz en 1996.
Nosotros pretendíamos promover una cultura de paz y profundizarla, pero no es de interés de los últimos gobiernos. Nos queda denunciar desde nuestros espacios de participación ciudadana política.
Usted fue cercano a la prensa, ¿Qué piensa del derecho a la libertad de expresión e información?
Yo apoyaría ese derecho. En un principio hay que trabajar bastante para que se respeten los derechos individuales.
¿Y sobre los casos de abuso de la judicialización contra defensores de derechos humanos…?
No hay una aplicación real de la ley. Lo que están haciendo prácticamente son acciones políticas y tomando medidas de hecho sin agotar el debido proceso.
Como diputados de Winaq, vamos a exigir el debido proceso porque no solo es la criminalización contra periodistas sino contra luchadores sociales. A nuestro alrededor hay varios compañeros presos por defender los derechos laborales, derechos de los campesinos y por la libertad de organización. Es un reto grande, pero hay que asumirlo.
Algún mensaje que quiera darle al electorado
Que voten por una vida mejor y para vivir con dignidad.