“Tenemos puertas abiertas para escuchar”, dice la OEA ante denuncias de fraude electoral en Guatemala

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Créditos: Francisco Guerrero, comitiva de la OEA
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

La misión de observación negó un fraude electoral en 2019.

Por Paolina Albani

Una misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) observará las elecciones generales del próximo 25 de junio. Un proceso que ha estado plagado de inconsistencias legales, entre ellas los bloqueos en las inscripciones de candidaturas, que las mismas cortes han confirmado, provocando varias alertas de un posible fraude previo al día de las votaciones.

La misión de observadores de la OEA ha dicho que tienen “las puertas abiertas para escuchar todo aquello que tenga que ver con el proceso electoral”. Sin embargo, esto solo significa que recibirán las inquietudes y las transmitirán a las autoridades a través de recomendaciones.

“Es fundamental que podamos tener una actitud abierta. Tenemos confianza en que el pueblo expresará su punto de vista”, manifestó Francisco Guerrero, secretario para el fortalecimiento de la democracia de la OEA, cuando se les preguntó si indagarían en las denuncias de fraude y amañamiento del proceso.

Ya antes, el 23 de marzo pasado, la OEA se había pronunciado por los señalamientos de fraude electoral en Guatemala, en donde dejó ver su preocupación por el proceso de inscripción de candidaturas y resaltó que las exclusiones que no cumplieran con las características serían contrarias al sistema interamericano.

Algunos detalles de la observación

Para hacer efectivo el proceso de observación, la OEA y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) firmaron un acuerdo que contiene los procedimientos de esa colaboración. Esta será la duodécima ocasión en que la OEA observe un proceso electoral en Guatemala, desde 1970.

En 2022, el tribunal los invitó para acompañar las votaciones, según Eladio Loizaga, embajador y jefe de misión, quien fue canciller de Paraguay. Antes, en Washington, el 20 de abril firmaron un acuerdo de privilegios e inmunidades para los integrantes de la misión.

De acuerdo al magistrado Vladimir Aguilar: “la presencia de la misión de observación de la OEA ayudará a blindar el proceso electoral”. Agregó que “informarán sobre si el proceso ha sido transparente, si ha cumplido con la ley y si ha respetado la voluntad del pueblo. Creemos que será una observación objetiva. Amplia”.

Entre 80 y 90 personas de la OEA formarán parte del equipo de observación y estarán divididos en dos. Un primer grupo, que será el equipo técnico, llegará a Guatemala este miércoles 10 de mayo y recorrerá los departamentos del país.

La OEA se desplegará en los departamentos para conocer los preparativos y desarrollos de la jornada de votación.

Específicamente, observará temas de organización, tecnología electoral, financiamiento, participación política de las mujeres, violencia política, participación de pueblos indígenas y afrodescendientes en campañas y libertad de expresión.

También estarán presentes el próximo jueves 11 de mayo, cuando el TSE realice el simulacro de las elecciones.

Se espera que una vez finalice la misión, el organismo formule recomendaciones “para perfeccionar el sistema electoral guatemalteco”, dijo Loizaga.

En las elecciones de 2019, cuando iniciaban las denuncias de amañamiento, la OEA rechazó la posibilidad de un frade a través de compra de votos y acarreo de votantes en su informe preliminar.

Los rastros de una elección comprometida

La Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) son algunos de los organismos que han emitido pronunciamientos por la falta de transparencia en las votaciones.

Las características del fraude anunciado han tenido que ver con la exclusión de algunos candidaturas que se han auto identificado como “incómodos” para el poder.

Thelma Cabrera y Jordán Rodas, presidenciables del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP); Roberto Arzú, del partido Podemos; el diputado Aldo Dávila, quien busca reelegirse con el partido VOS, y Juan Francisco Solórzano Foppa, quien hasta hace unas semanas era aspirante a la alcaldía metropolitana, son algunos de los participantes que han sido excluidos por el TSE, bajo criterios dispares.

En cambio, el tribunal permitió la inscripción de candidatos con prohibiciones constitucionales como el caso de la candidata a la presidencia Zury Ríos, del partido conservador y de ultraderecha Valor, por ser hija de un jefe de facto; también ha inscrito a narcotraficantes confesos como el actual alcalde de Esquipulas, Palo Gordo, San Marcos, Exadillas Dionel Ramos Aguilar; líderes de culto como el vicepresidenciable de la UNE, Romeo Eduardo Guerra Lemus; y a personas con condenas por delitos de lavado de dinero, como el caso de Manuel Baldizón.

A los señalamientos de irregularidades en los criterios de inscripción, se suman las preocupaciones emitidas por la sociedad civil como el Mirador Electoral, que ha demostrado que los integrantes de las juntas electorales guardan vínculos con funcionarios de gobierno, restándoles independencia; y la Misión de Observación Electoral de Guatemala (MOE), que ha identificado, entre otros, el uso de fondos públicos en la campaña electoral.

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