Este año el premio de Derechos Humanos Robert F. Kennedy, será entregado al pueblo indígena Xinka, que por décadas mantiene una resistencia en defensa de su territorio ante el ingreso de empresas mineras en el lugar.
Por Shirlie Rodríguez
“Es un reconocimiento para todos los pueblos indígenas que hemos tratado siempre de tener una buena participación en defensa de nuestros derechos”, así responde Aleisar Arana, Huxi Hurak presidente del Parlamento del Pueblo Xinka, sobre el premio que recibirán en Washington, D.C. el próximo 6 de junio.
Kerry Kennedy, presidenta del premio en Derechos Humanos Robert F. Kennedy, anunció que el reconocimiento de este año sería entregado al Parlamento del Pueblo Xinka, por defender los derechos de la población indígena en Guatemala.
Este reconocimiento se entrega desde 1984 para homenajear a personas o agrupaciones que defienden los derechos de distintas poblaciones en sus países. La entrega se hace en una gala el próximo 6 de junio en Washington D.C., la capital de Estados Unidos.
Para Aleisar Arana fue una buena sorpresa que recibieron y representa un incentivo que fortalece su lucha, reconoce el trabajo que hacen constantemente, incluso a pesar de que decían de que el pueblo Xinka no existía, pero ahora se evidencia su lucha.
“Es un motivo más para fortalecernos. El mensaje es que nos motiva a seguir conociendo más sobre nuestros derechos y que los pueblos sean reconocidos. Por la falta de conocimiento de nuestros derechos a veces no se avanza y también es importante tener el fundamento legal”, dijo Arana.
Para Kelvin Jiménez, representante legal del Parlamento Xinka este reconocimiento trae esperanza a las personas que se dedican a la defensa de los derechos humanos y de los pueblos indígenas, porque en países como Guatemala, el contexto es complicado.
“Este reconocimiento es para las personas que hacen turnos de 24 horas para que se cumplan las sentencias y evitar que operen empresas extractoras. En 2004 se dio el reconocimiento de nuestros derechos y es importante recibir este premio”, agregó Jiménez.
Respecto a los daños ambientales que han provocado las empresas mineras en sus territorios, el presidente Arana, explica que actualmente están todavía en proceso de que el Ministerio de Cultura entregue información sobre los daños y afectaciones que hay en sus territorios por la extracción de recursos y la operación de empresas mineras.
En el territorio Xinka ha existido el funcionamiento del proyecto Minero El Escobal, antes propiedad de la empresa minera San Rafael y desde 2013, varios dirigentes comunitarios han sido criminalizados por su activismo y defensa del territorio.
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