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“Historias para abrazar nuestras luchas”, retrata la violencia que sufren las mujeres de Totonicapán

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Créditos: Leopoldo Batz
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

“Mi nombre es Maribel y nací en San Cristóbal Totonicapán. Tengo 39 años y soy sobreviviente de violencia. Cuando era niña sufrí maltratos en mi casa; deseaba estudiar pero no me dejaron. Desde pequeña tuve que trabajar”, así comienza uno de los relatos incluidos en “Historias para abrazar nuestras luchas”, que tiene como objetivo inspirar y motivar a las niñas, adolescentes y mujeres de que es posible vivir una vida libre de violencia.

Por Leopoldo Batz

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer fue presentado este material ilustrado con contenido informativo y de sensibilización. El folleto recopila los testimonios de tres mujeres de Totonicapán en su camino por salir de la espiral de la violencia.

Foto: Leopoldo Batz

La autora, Flor de María Pérez, dijo que con este documento se pretende hacer reflexionar a la población sobre los retos que enfrentan las mujeres, no solo al vivir la violencia en sus propios hogares sino también al momento de presentar sus denuncias, buscar apoyo o encontrar el equilibrio emocional.

Las tres historias son reales aunque con nombres ficticios para resguardar su identidad de las mujeres. Maribel, de 39 años, es originaria de San Cristóbal Totonicapán; Lucía, de 36, de San Francisco El Ato, y Alma, de 27, de Momostenango. En el caso de Alma, ella narra que se casó a los 19 años y cómo logró escapar de una pareja violenta luego de ser víctima de golpes y encierro. Encontró en el Centro de Apoyo Integral  para Mujeres Sobrevivientes de Violencia (CAIMUS), ayuda y sanación al dolor ocasionado por años de violencia.

Foto: Leopoldo Batz

Para elaborar el material se contó con el acompañamiento y apoyo del equipo multidisciplinario del CAIMUS de Totonicapán. Esta organización cumple tres años de trabajo y compromiso en el acompañamiento y apoyo integral a niñas, adolescentes y mujeres de los siete municipios de este departamento, que han vivido o están viviendo situaciones de violencia.

El trabajo consiste en que las mujeres puedan acceder a la atención en el idioma maya K’iche’ o español, sin ningún costo. Las instalaciones, que se ubican en el edificio del antiguo hospital de Totonicapán, en la terminal de buses de la zona 3, cuentan con módulos de atención con personal profesional: trabajadora social, abogada y notaria; procuradora legal, psicólogas y médica.

Foto: Leopoldo Batz

Entre los resultados alcanzados en los últimos tres años están: el apoyo y acompañamiento a 370 mujeres, adolescentes y niñas sobrevivientes de violencia, provenientes de los 7 municipios; 195 procesos legales finalizados satisfactoriamente y 12 sentencias penales para los agresores.

El CAIMUS cuenta con el apoyo financiero de varias instituciones no lucrativas, como Pies de Occidente y la Cooperación Alemana, entre otros.

Foto: Leopoldo Batz

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