La peor imagen internacional

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Créditos: prensa comunitaria
Tiempo de lectura: 2 minutos

 

Por Edgar Gutiérrez Girón

El retrato hablado del sistema de justicia

El tiro salió por la culata. El sistema de justicia guatemalteco quedó retratado internacionalmente como “corrupto” y cooptado por poderosas elites mafiosas locales. Esa fotografía perdurará demasiado tiempo en la retina de quienes toman decisiones políticas, financieras y comerciales que nos atañen.

Las credenciales del fiscal Curruchiche -que el lunes 16 anticipó una investigación contra el ex comisionado Iván Velásquez, ahora ministro de Defensa de Colombia- han salido a relucir: sancionado por Estados Unidos como agente “corrupto” por liberar a decenas de procesados en hechos de gran corrupción y perseguir a los operadores de justicia independientes y honestos.

También fueron refrescados los antecedentes de la jueza Flores que se prestó a librar las órdenes de captura contra cuatro guatemaltecos que contribuyeron a arrinconar a los principales beneficiarios de 20 millones de dólares en sobornos de la constructora Oderbrecht.

La contribución de Curruchiche, Consuelo Porras y Giammattei a la internacionalización de la severa descomposición de la justicia guatemalteca activará un circuito de presiones y sanciones que acarrearán costos simbólicos y reales en el corto y el mediano plazo.

El crédito político externo de Guatemala se ha derrumbado totalmente. Con esta pésima reputación, ¿qué resultados se pueden esperar del diferendo por Belice, arbitrajes comerciales y los casos de violaciones de derechos humanos tramitados en cortes internacionales? El cabildeo en Washington será aún más oneroso y habrá menos dinero legítimo para fondearlo.

Este momento solo se puede comparar con el final del periodo de los gobiernos militares.

Pero la condición de un país paria es más complicada ahora que durante la Guerra Fría. Esta vez no se trata de una confrontación ideológica sino de la disputa de un narco-Estado que está terminando de configurarse en el vecindario de una de las dos superpotencias globales. Se trata por tanto de un problema de seguridad nacional que adquiere alta prioridad. Por aparte habría que estimar las oportunidades comerciales y financieras perdidas en el proceso en marcha de relocalización de inversiones y reducción de las cadenas de suministro.

Esta semana está marcada por cuatro eventos: 1) Quedó expuesta internacionalmente la podredumbre del sistema de justicia, 2) El Estado de Guatemala viola la Convención de Viena (en la que tanto se ha refugiado el régimen) cuando se anuncia (Curruchiche) y se refrenda (Giammattei) la persecución contra Iván Velásquez, violentando los artículos sobre inmunidades diplomáticas, 3) Un tribunal constituido en Sala de Apelaciones le dio oxígeno a la UCN (el “partido de ideología narco”, según un cable de hace años de la embajada de Estados Unidos) y 4) En este contexto, mañana el TSE convocará a elecciones generales, que el sistema judicial se encargará de sabotear selectivamente.

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