Las comunidades afectadas por los proyectos mineros en la región que une a El Estor, Izabal y Panzós, Alta Verapaz, denuncian la contaminación de nacimientos de agua y el incremento de accidentes causados por algunos de los camiones de la empresa minera Maya Níquel; por temor a represalias evitan hablar sobre lo que sucede en su comunidad.
Por Prensa Comunitaria
Algunos de los vecinos de la comunidad Soledad, en Panzós, Alta Verapaz, impidieron el paso de la maquinaria pesada de Maya Níquel, el pasado 8 de noviembre, porque los representantes de la empresa han ofrecido puestos de trabajo a la comunidad, a cambio de que no hagan protestas, pero según lo informado por comunitarios, ese ofrecimiento no se ha cumplido.
Ese martes, quienes protestaban fueron citados a una reunión con representantes de Maya Níquel y horas después se levantó la protesta. No se conocieron los términos de la negociación.
En la comunidad hay grupos de vecinos que apoyan a la empresa minera, porque trabajan ahí o por que se benefician económicamente de las actividades de la mina. Y por otro lado, hay grupos que rechazan su presencia por la contaminación que provoca al medio ambiente y porque no trae ningún beneficio a la comunidad; hasta la fecha no se sabe cuál de los dos grupos realizaba la protesta en esa fecha.
Los motivos de la manifestación, según indicaron vecinos, fueron denunciar la contaminación de los nacimientos de agua y que los camiones de la minera utilizan imprudentemente la carretera que va de Panzós a El Estor, manejando a altas velocidades sin respetar a transeúntes y motocicletas, provocando accidentes de tránsito constantemente.
La comunidad no quiere hablar, tiene miedo
Una mujer Q’eqchi’, a quien llamamos Ana, porque pidió el resguardo de su identidad, teme represalias por hablar con periodistas y contar lo que sucede en la comunidad, dijo que la inconformidad de los comunitarios es por la contaminación de los nacimientos de agua, que últimamente se han manchado con un líquido de color café que parece ser diésel o aceite, “parece que el agua que consumimos tuviera un lodo aceitoso”, agregó.
Ana comentó que su esposo pidió una explicación sobre el color del agua, pero lo que hace Maya Níquel, señaló, es ofrecer trabajos y al final no se resuelve nada. Tanto su esposo como otras personas, después de pedir explicaciones, “siempre se quedan callados como que recibieran amenazas”, comentó.
Mientras insistía en que no es seguro hablar de lo que sucede, agregó que además de la contaminación han destruido la carretera, lo cual es algo que molesta a toda la comunidad, “ha habido muchos accidentes, han causado muerte de niños y personas adultas”, dijo.
El representante de Maya Níquel que ha negociado con los comunitarios y quien ha ofrecido puestos de trabajo y ha incumplido es identificado como Juan Pablo Godoy. Una persona que fue autoridad comunal contó que le exigieron una solución para que se resolviera la posible contaminación del agua; él se comprometió a instalar un tanque de agua con protección para evitar cualquier contagio, pero después de tres años no ha cumplido con el ofrecimiento.
Debido al miedo que existe en la comunidad por ser criminalizados o sufrir represalias la organización comunitaria se ha debilitado, sin embargo, afirman que no cesarán en la lucha por proteger el medio ambiente y su territorio.