El pueblo Mopán celebra el Takin Che’ o Palo Ensebado, una práctica espiritual de agradecimiento

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Créditos: Yo soy de San Luis Petén.
Tiempo de lectura: 5 minutos

 

El Takin Che’ o “Palo ensebado” es una tradición centenaria que une lo terrenal con lo espiritual para pedir por buenas cosechas y el bienestar del pueblo maya Mopán, es además una oportunidad para que cada año se dé un acercamiento entre los pueblos Q’eqchi’ y Mopán.

Por Elías Oxom

Las comunidades maya Mopán de San Luis, Petén, celebraron su fiesta patronal este 25 de agosto y como parte de las actividades organizaron el Tak’in che’ (palo ensebado) en el parque central del municipio. En la actividad también participaron las comunidades Mopán de Belice y Q’eqchi’ de Poptún, como parte de un acercamiento entre pueblos.

La organización del Tak’in che’ está a cargo de una comisión que organizó la actividad por la feria del municipio, pero quienes estuvieron a cargo dijeron que la celebración tiene unos 300 años y que anteriormente estaba bajo la responsabilidad de la Cofradía y de la Iglesia católica.

Foto: Maynor 502 oficial.

La actividad se realiza desde 1708 cuando San Luis fue decretado como municipio. 312 años de historia tiene esta actividad cultural.

Para los mayas Mopán el Sa’yuk o Valerio, el árbol sagrado que se utiliza para el “Palo ensebado” se siembra en las selvas de la comunidad y su uso se ha mantenido a través de la tradición oral que los ancianos transmiten a las nuevas generaciones.

Según Froilán Caal, coordinador de la actividad, los preparativos inician con tres meses de anticipación, haciendo ceremonias en junio, julio y agosto para pedir permiso al creador y formador del universo, y a mediados de agosto empiezan los novenarios, que son nueve días de oración.

Durante este periodo, cada familia puede solicitar que el novenario se realice en su casa; los días de oración, que inician a las 6 de la mañana y finalizan a las 5 de la tarde, concluyen el 25 de agosto. Además, Caal dijo que la novena se dedica a San Luis, el patrono de la feria.

Una publicación de la revista Expresión de la cultura Sanluiseña señala que “Palo ensebado” es un acto espiritual de agradecimiento al Creador y Formador, para ello se coloca el tronco de árbol de Sa’yuk o de Valerio, levantado como una asta, para enlazar la energía del corazón de la tierra con la energía del corazón del cielo, que proveen la existencia humana.

Foto: Maynor 502 oficial.

El proceso para elegir el tronco del “Palo ensebado”

Tres meses antes de la ceremonia, narra Caal, se buscan tres árboles de Valerio o palo de bandera (sa’yuk) en las montañas, se pide permiso al dueño de la parcela para cortarlos. Para la cultura Mopán existen dos tipos: “se utiliza el palo macho, porque hay un palo hembra; el palo de Valerio es un árbol que busca la claridad dentro del bosque, es el más alto dentro de la montaña, se buscan tres porque algunos tienen el tronco podrido, en la mitad o en la cúspide y esto hace que al caer se quiebre”, explicó.

Foto: Yo soy de San Luis Petén. Músicos Q’eqchi’ acompañan la celebración.

El corte del sa’yuk, dijo Caal, se realiza cada 24 de agosto, para lo cual hay una comisión que se encarga de nombrar a los cargadores. Se necesitan al menos unas 80 personas que por la mañana se dirigen al lugar donde cortarán los troncos, antes de hacerlo los mayordomos celebran una ceremonia debajo del árbol, queman incienso y velas; para posteriormente cortarlos; mientras tanto, en la iglesia se queda uno o dos mayordomos para recibirlo en el pueblo que llega las 11 de la mañana.

El diámetro del tronco es de unas cinco cuartas, no tiene exceder la medida, ya que es la medida que indican los abuelos, su longitud debe ser entre 15 a 20 varas. Según Caal el que se utilizó este año era bastante largo.

Cuando el tronco hace su ingreso al parque de San Luis se engrasa con manteca y sebo, para después preparar su instalación, una brazada antes de la cúspide ya no se coloca sebo ni manteca al tronco para evitar accidentes.

Como es muy pesado se utilizan tres o cuatro varas gruesas para levantarlo a un cierto ángulo, mientras tanto, se van colocando los ganchos hechos de madera “maciza” como le llaman los comunitarios, señala Caal.

Para la fabricación de los ganchos se usa el palo de pimienta, al gancho se le pone bejuco de pimienta, bejuco de diferentes colores y aromas; después se levanta con 13 lazos, que representan los días del calendario maya, pero como algunos lazos se rompen, se pueden usar hasta 20. En la cúspide lleva una corona de los seis colores que simbolizan los puntos cardinales; quien logra subir hasta la cúspide se queda con la corona como premio.

Foto: Yo soy de San Luis Petén. La Danza del venado acompaña las actividades del “Palo ensebado”.

Para participar en la competencia existe un solo requisito: la abstinencia sexual; no se cobra el ingreso, ni se pide nada a cambio, son seleccionadas cuatro personas, quien decide participar corre riesgo por la altura del tronco.

La actividad se ambienta con música, un grupo de músicos interpreta los 23 sones Mopán, se escenifica el “Baile del venado”, y también hay música de arpa, tambor, chirimía y marimba.

Según Caal, “tiempo antes se encontraba el tallo muy cerca, pero ahora se caminan de 15 a 20 kilómetros para conseguir el tallo, esto debido a la depredación del bosque y el avance de la industria ganadera, ellos están destruyendo todos los bosques”.

Para Caal el Takin Che’ o “Palo ensebado” promueve el encuentro del pueblo Mopán de Petén y Belice, “el 80% se quedó en Belice y el 20% en Guatemala, cuando España entregó a la corona británica el territorio beliceño, entre 1783 y 1786; y los pueblos mayas quedaron divididos”, concluyó Caal.

Foto: Cortesía.

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