“Ya lo logramos, después de unos años de búsqueda, de lucha, después de tantos años de no saber, de siempre estar en la duda, es una victoria para mí, para mi familia y para un país que ha sufrido mucho como Guatemala.” Ignacio Segura.
Fotorreportaje por Juan Rosales
Ignacio nació en el caserío Santa Luisa, Taxisco, Santa Rosa el 30 de junio de 1984. Ese día fue separado de su familia. El viernes 24 de junio de 2022, 38 años después, Ignacio volvió a ver a su madre, Olga Marina Alvarado.
A Ignacio lo adoptó una familia canadiense. Antes, el niño pasó por una red ilegal de adopciones: sus papeles fueron alterados y tuvo que esperar casi dos años en un refugio antes de ser adoptado por una familia francocanadiense. Creció en la parte de habla francesa de Canadá y su español tiene ese acento. Su historia es compartida por muchos niños y niñas guatemaltecas que fueron adoptados por canadienses y crecieron en Quebec. Algunos de ellos fundaron la colectiva Estamos Aquí. Su lema, “Vivos nos llevaron, vivos estamos y vivos regresamos”, resume su espíritu.
La búsqueda de Ignacio comenzó de manera más formal en el 2020, cuando la pandemia aún no había llegado con toda su fuerza. Ignacio encontró a su madre casi tres años después, con ayuda de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental y otras organizaciones, con las que viajó a conocer a Olga, a su hermana Nataly y a tres de sus sobrinos.
Ignacio nació en el caserío Santa Luisa y fue ahí, en la casa de doña Bernarda, amiga cercana de Olga, que se llevó a cabo el encuentro.
Ese día, viernes 24 de junio de 2022, la jornada comenzó temprano. Ignacio salió de la ciudad a las 6:30 a.m. Dos carros formaban el convoy que lo acompañaba. El viaje, entre fotos, paradas y pláticas, duró tres horas y media. Ignacio entró a la comunidad a eso de las 10:30 am. En la casa de doña Bernarda, la familia de Ignacio ya estaba esperando con globos, comida, cuetes. Había mucha expectativa.
La reunión fue emotiva. Abrazos, lágrimas y un sentimiento de alivio por parte de Ignacio al finalizar un camino de búsqueda y comenzar otro por conocer a una mamá de cuyos brazos lo arrebataron. “Vamos a empezar a conocernos y aquí están algunos de mi familia, aquí están unas primas, tengo a mi hermana, tengo a mis sobrinos. Así que sí es una nueva etapa, siento que perdí un peso… es como un renacimiento sabes; desaparecí y reaparecí hoy”, fueron palabras de Ignacio tras el encuentro con su familia.