Después de una semana de intenso trabajo y de compartir saberes y sentires finalizó este 29 de abril, el encuentro continental Mujeres, Territorio y Libertad de Expresión, en el que se tejieron alianzas y se analizó el estado de salud de la libertad de expresión en el continente.
Por Juan Calles
Después de una semana de intercambio de conocimientos y experiencias 50 periodistas, comunicadores, comunicadoras, cineastas, y activistas comunitarios de 10 diferentes países de Abya Yala finalizaron el encuentro continental “Mujeres, Territorio y Libertad de Expresión” en el que se identificaron formas y estrategias para romper el cerco mediático que imponen gobiernos e intereses económicos hegemónicos.
“Podemos soñar con acciones conjuntas para lograr una comunicación desde los territorios desde nuestras realidades”, mencionó Nancy Bravo, representante y autoridad indígena del municipio Toribió en el Cauca, Colombia.
Las lluvias refrescaron los días durante las actividades del encuentro, el frío que venía del altiplano guatemalteco no disminuyó el ritmo y la intensidad de los talleres, el ambiente fue cálido entre periodistas de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia, Honduras, El Salvador, México, País Vasco y Estados Unidos. Entre recuerdos violentos y hostiles, se enumeró la persecución y el hostigamiento contra el trabajo que se realiza en los territorios, sin embargo, al final del encuentro se concluyó con la consigna: “Por nuestros muertos, ¡ni un minuto de silencio, Toda una Vida de lucha!”
Cineastas indígenas de Ecuador, México y Bolivia, periodistas de Argentina, Brasil, México, Honduras y Guatemala, locutores de radios comunitarias de Honduras y El Salvador, activistas de la comunidad LGBTIQ+, Feministas y defensoras del territorio de Abya Yala, bajo la premisa de que la comunicación es un derecho humano que permite a las comunidades ejercer su derecho a la libertad de expresión y a estar informadas e informados, desarrollaron talleres de redacción, seguridad digital, mujeres y territorio.
Una red de comunicación recorre Abya Yala
Abya Yala significa Tierra en plena madurez y es el término con que los pueblos originarios Cuna de Panamá, denominan al continente americano. Es la forma en la que los pueblos en lucha por la madre tierra se refieren al continente que habitamos para quitarle el nombre colonial e italiano de “América”. En referencia al comerciante italiano Américo Vespucio, a quien se debe el nombre del Continente.
Neoliberalismo, elites económicas, regresión autoritaria, golpes de estado, agresiones, amenazas, masacres, despojo, saqueo y muerte, se fueron listando como temas comunes, la palabra miedo se repetía en cada intervención, sin embargo, se acompañaba de la convicción de cada participante de continuar su labor de hacer comunicación comunitaria, desde los territorios, desde nuestras realidades.
Para Anastasia Mejía, periodista comunitaria maya-k’iche’ y directora de la estación de radio Xol Abaj Radio y Xol Abaj TV, “la libertad de expresión no existe en Guatemala”. “Los periodistas damos nuestras vidas, nos ponemos en peligro, nos arriesgamos, pero debemos tomar medidas de seguridad porque estamos expuestos ante cualquier situación, incluso la muerte. No tenemos a dónde recurrir. La única esperanza que tenemos es unificarnos los periodistas, comunicadores, organizaciones, indígenas. A los corruptos les duele que los jalemos desde los pies y los arrastremos”, indicó reafirmando la necesidad de construir redes y alianzas a lo largo de Abya Yala.
Por su parte, Maru Waldhüter, del colectivo editorial “Marcha Noticias”, de Buenos Aires, Argentina, el periodismo comunitario, feminista y alternativo se fortalece en la región la crear una agenda común que acompañe procesos populares, de lucha, de resistencias, de reivindicaciones y, al mismo tiempo, romper los cercos mediáticos, políticos, económicos y de difusión.
Periodismo comunitario: la necesidad de seguir en medio de la persecución y el acoso
Hoy en Abya Yala, la libertad de expresión está secuestrada por las élites dominantes
Como una forma de cerrar el encuentro continental se elaboró una declaración final, en la que se sientan las bases para alianzas futuras y trabajo en conjunto para darle el sentido continental a la actividad.
“Este no ha sido un simple encuentro, sino un reencuentro de personas y pueblos que entrecruzamos nuestros caminos desde tiempos en los que nuestras ancestras y ancestros empezaron a tejer la palabra. Igualmente, decimos que este es un reencuentro de experiencias, de urgencias, de denuncias agolpadas, de impaciencias ante la injusticia, de gritos y silencios desde los que, como siempre, reafirmamos nuestro derecho a ser eso que queremos ser: personas libres en territorios libres, plenos en el Buen Vivir para nuestros pueblos”, resalta en el pronunciamiento.
Antes de apagar los micrófonos, guardar las cámaras y preparar maletas para volver a sus territorios se concluyó con un punto importante: la hermandad y la solidaridad nos llevarán a alcanzar los objetivos comunes. “La libertad de expresión traspasa el ámbito comunicacional para convertirse en la piedra angular del ejercicio verdadero de todos los derechos, incluido aquel que alude a una vida digna, libre de violencias hacia las personas, hacia la Madre Tierra y hacia los pueblos originarios y donde estos puedan expresar su diversidad, sus anhelos, sus deseos, en suma, su derecho inalienable al Buen Vivir”, se concluyó.