Por Prensa Comunitaria
Varias entidades defensoras de la indumentaria maya, manifestaron su rechazo a la campaña publicitaria del restaurante y panadería San Martín, en la que emula perrajes como gabachas, cuando esa prenda de vestir es de uso ceremonial. Dicho comercio impulsó así la inauguración de una sucursal en la ciudad de Quetzaltenango.
El Colectivo Uchajixik atz’yaq mayab (Defensa de la Indumentaria Maya), el Museo Ixkik del Traje Maya y otras entidades de la ciudad altense, calificaron como un atrevimiento de dicha panadería y recordaron que el pera’j (perraje), es utilizado por las mujeres como traje de gala en días especiales. “Es la parte simbólica que denota respeto a nuestros ancestros”, indicaron.
De acuerdo con la información, en idioma K’iche’ existe la palabra Atz’yaq para nombrar a la indumentaria Maya, en tanto que otras personas la llaman, de forma inapropiada, como “ropa típica”, “ropa regional”, “ropa indígena”, con lo cual se quita el valor histórico ancestral.
La panadería y restaurante San Martín, publicó recientemente en las redes sociales, la apertura de una sucursal en el centro histórico de Xelajuj N’oj. En las fotos se observa que el personal porta una gabacha confeccionada con el diseño de una prenda ceremonial del traje que utilizan las mujeres k’iche’ de Quetzaltenango.
Esta situación provocó indignación en una gran parte de la población Maya K’iche’, colectivos y asociaciones de la región, además de considerarlo como una apropiación indebida, utilización y mercantilización de una prenda ceremonial de la indumentaria ancestral Maya K’iche’.
La información subraya que el pera’j o q’u, llamado en español “perraje”, es una obra de arte textil que tiene valor cultural, económico y político, que contiene historia. Los textiles mayas se basan en la ciencia de la matemática, auxiliada por disciplinas como la simetría y el matiz.
El perraje lo utilizan las mujeres para bailar el son ceremonial en las fiestas, que es la parte simbólica y fundamental que denota respeto a los ancestros; también lo portan las señoritas en la entrega de reliquias; las mujeres de todas las edades, en fiestas, sepelios y otros eventos importantes de la comunidad; los tejidos mayas son testimonios de dignidad, resistencia y existencia, aclaran.
Como sociedad multicultural, es importante que se parta del conocimiento de los valores que conduzcan al respeto mutuo en Xelajuj No’j o Quetzaltenango, “con el fin de conocernos y promover una cultura de respeto y armonía”, dice el comunicado.
Las entidades defensoras de la indumentaria maya solicitan a la empresa San Martín, que retire el textil maya de la gabacha de su personal y asuma el compromiso de promover la cultura en forma respetuosa -no folklórica- y fundamentada, para sentar las bases de una Guatemala plural.
Finalmente, exigen la intervención de las autoridades competentes, para que den seguimiento a esta denuncia.
Otros casos polémicos de la empresa
La empresa ha sido criticada en otras ocasiones, por asumir posiciones de tipo político y social en sus negocios, que han sido vistas como una intención de querer influir en sus clientes.
En agosto de 2018 se discutían en el Congreso de la República las iniciativas de: Ley de protección a las niñas víctimas de violencia sexual, en la que se contemplaba el aborto en niñas de 14 años que sufrieran abuso sexual; la Ley de protección a la familia, que prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo y la Ley de identidad de género, que buscaba proveer de identificación a personas transgénero, de acuerdo con su condición.
En esa ocasión colocaron afiches en sus negocios, para convocar a una marcha contra el aborto, lo que provocó reacciones encontradas, en su mayoría de rechazo, en las que se podía leer: “San Martín tiene un cliente menos; yo decido no ustedes”, “¡Qué les pasa! ¿Acaso tratan de influir en sus clientes? o “Ese pensamiento retrógrado y su apoyo a una ley me parece igual de retrograda ¡Sí me enoja!”.
En septiembre de 2019, nuevamente, los restaurantes y panaderías San Martín se unieron a una campaña que buscaba destituir al Procurador de los Derechos Humanos (PDH), Jordán Rodas. El periodista, catedrático y escritor, Haroldo Shetemul, tuiteo: “Los propietarios de la panadería San Martín le hacen el juego al Pacto de Corruptos y sirven de plataforma para atacar al Procurador de los Derechos Humanos”. Al respecto, Raúl Figueroa Sarti, escritor y fundador de la casa F&G Editores, respondió: “No le hacen el juego, son cabeza del pacto de corruptos…”.