Por Lourdes Álvarez Nájera
El cerro sagrado Candelaria o Jolom B’ay, ubicado en San Juan Sacatepéquez es un lugar de importancia ceremonial y cultural para las comunidades mayas y ajq’ijab’ o guías espirituales, que denunciaron la instalación de una tubería de agua desde un tanque que fue construido en ese lugar, que irrespeta el carácter de Patrimonio Cultural Natural de la Nación, otorgado por el ministerio de Cultura y Deportes en 2004.
José Luis Chaycoj, tesorero del comité pro conservación del cerro Jolom B’ay, aseguró que cada administración municipal que asume el cargo “solo están viendo qué hacer para explotar el cerro”, desde que fue declarado patrimonio, de manera principal porque no se ha dado a conocer qué significa esa categoría y sus alcances.
El año pasado llegaron del ministerio de Cultura y nuevamente actualizaron la ficha del sagrado cerro y nos preguntaron quién autorizó la construcción un tanque de agua, indicó Chaycoj.
Al declarar ese lugar como patrimonio cultural y natural se debe propiciar su cuidado y conservación, “por eso donde construyeron el tanque es un delito, pero no lo hemos querido denunciar porque primero queremos aclarar las dudas. Ya pedimos al ministerio una copia del expediente, pero a la fecha no nos lo han facilitado”, agregó el tesorero.
Hace dos años la administración municipal de entonces autorizó la colocación de una antena telefónica en el cerro, pero la población se organizó y logró detener ese proyecto.
En la actualidad, la administración a cargo de Juan Carlos Pellecer Agustín, habría intentado quitar algunos árboles que estaban marchitos y recientemente instalar la tubería de agua, sin embargo lograron detener las acciones, por lo que ahora se acercaron a la nueva Comisión de Cultura y Deportes de la municipalidad, pero siguen esperando una respuesta concreta sobre las medidas a tomar para la conservación del lugar, dijo Chaycoj.
“El terreno consta de aproximadamente 12 manzanas, pero nosotros estamos velando por dos, porque el ministerio de Cultura dice que nadie tiene derecho a sacar ni árboles, ni piedras, ni matorrales, ni fauna ni flora del sagrado cerro”, aseguró el entrevistado.
Por su parte, Jacobo Pérez, vocero de la municipalidad, indicó que la maquinaria que se reportó en el lugar “únicamente llegó por la introducción de tubería para que el pozo pueda tener una mejor distribución desde el tanque que se encuentra en ese cerro y que beneficiará a mucha población”.
Aunque el carácter patrimonial del lugar reconoce el Acuerdo Sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, en el que se establece la existencia de lugares sagrados donde se ejerce históricamente la espiritualidad, el vocero añadió que esa era propiedad de la municipalidad, “que ha cedido comprendiendo la importancia que tiene para la comunidad, pero como ha sido concedido es un área que debe ser protegida y conservada por la comunidad porque se les cedió”.
Este domingo 16 de mayo, con donaciones de las comunidades y de los ajq’ijab’ se realizará una actividad para reforestar y adornar el cerro sagrado a partir de las 8 de la mañana.