Por Diego Petzey y Elmer Ponce
La comunidad Pico de Oro, en el municipio de Sayaxché, Petén, se encuentra incomunicada vía terrestre porque está rodeada por terrenos donde se siembra palma africana, propiedad de la empresa Tikindustria S.A. que no ha cedido el permiso para el paso de la población y poder construir una carretera de acceso a Sayaxché.
Durante las tormentas Eta e Iota, las 22 familias que conforman la comunidad Pico de Oro, vieron agravada su situación porque no contaban con una ruta de evacuación segura y tampoco para que les pudiera llegar ayuda. Dos meses después de las tormentas el acceso para llevar víveres e insumos sigue siendo difícil.
Luego de ese suceso, en diciembre del año pasado, los líderes de la comunidad solicitaron mesas de diálogo a la municipalidad a través del alcalde municipal y con representantes de la empresa Tikindustria S.A. para que les cediera el derecho de paso y que la municipalidad pudiera gestionar la construcción de una carretera.
César Martínez, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de Pico de Oro, relató que en los diálogos sostenidos no lograron una respuesta favorable a sus demandas por parte de la empresa.
Empresa no da paso y propone comprar terrenos
Martínez informó a la comunidad que la empresa les ofreció tres opciones: otorgar permiso de paso solamente para un carro y que informaran la hora de movilización; el apoyo de la empresa con una lancha acuática para poder evacuar a la comunidad durante emergencias y albergarse en la comunidad “Lo Veremos”, o que la comunidad pudiera negociar o vender sus terrenos a la empresa.
“Yo como presidente del COCODE expuse esas tres opciones a la comunidad y la comunidad pidió que se les cediera el permiso legal para la realización del proyecto de carretera para tener una salida segura hacia Sayaxche, porque esto es tan importante para cualquier emergencia, para la educación, salud y para la seguridad alimentaria, pero en la mesa de diálogo no se aprobaron esos tres puntos y no se agotaron, entonces nos quedamos en el aire, quedamos volando”, enfatizó.
Para conocer la postura de la municipalidad de Sayaxché y la ruta que usaron las organizaciones que velan para salvaguardar o trasladar apoyo hacia esta comunidad, Prensa Comunitaria intentó comunicarse al número telefónico que aparece en su página de Facebook, pero la persona que atendió indicó que era necesario hablar con el ingeniero Edwin Samayoa Tobar, coordinador del Centro de Operación de Emergencia (COE).
Samayoa Tobar confirmó que sí se realizaron algunas reuniones, pero que él solamente participó en la primera y posteriormente por el estado de emergencia, ya no participó en otras reuniones, por lo que desconoce los acuerdos a los que llegaron. No obstante, aseguró que sí han brindado apoyo a la comunidad con alimentos, agua y frazadas, que fueron recolectadas entre varias organizaciones como iglesias, oenegés, la municipalidad y algunas que recibieron del Gobierno central.
El apoyo que llega por el río
Ese apoyo para Pico de Oro llegó primero al caserío Lo Veremos, esta comunidad queda a una hora de distancia navegando sobre el río Salinas, según información proporcionada por el Cocode de la comunidad.
“Después de mucho esfuerzo y problemas nos han dado permiso para que vengan ciertos camiones a dejar mercancía para nuestras familias y estos camiones llegan solamente a la comunidad de Lo Veremos, porque no hay acceso directo hacia Pico de Oro”, indicaron.
La comunidad a través de sus líderes demanda a las instituciones gubernamentales, instituciones de Gobierno, así como al Procurador de los Derechos Humanos que tomen en cuenta este caso por la situación que están viviendo las familias, con el fin de lograr que puedan tener una carretera de acceso a su comunidad, ante cualquier emergencia por inundaciones o cuando una persona se enferme de gravedad.
Empresa en silencio
También se buscó la opinión y postura de la empresa Tikindustrias S.A. pero no fue posible lograr comunicación, pese a que se insistió con varias llamadas en repetidas ocasiones, pero no respondieron. Encontrar una vía de comunicación con la empresa tampoco fue sencillo, debido a que no tienen una página web o un perfil de Facebook bajo ese nombre comercial. Fue a través del directorio de socios de la Gremial de Palmicultores de Guatemala (GREPALMA) que se logró obtener un número de teléfono al que se realizaron las llamadas.
Empresa con denuncias
Según una publicación del Centro de Medios Independientes (CMI) titulada “Palama Africana en Sayaxché: millonario negocio sin garantías sociales, ambientales y laborales” se detalló que el 28 de febrero del 2012 Tikindustrias, S.A, Nacional Agro Industrial (NAISA) y Reforestadora de Palma (REPSA) no permitieron el ingreso de la Inspectoría General de Trabajo (IGT), ni a los miembros de la Oficina de Derechos Humanos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (OACNUDH) que acompañaron esa visita, con el fin de realizar una inspección por denuncias laborales que presentaron trabajadores en ese entonces ante el ministerio de Trabajo.
Un día después los inspectores lograron ser atendidos y según consta en los registros que se hizo en Tikindustias y Palma del Ixcán, las condiciones de trabajo eran deplorables: el salario era debajo del mínimo, pagando Q.50 quetzales diarios a los trabajadores; existía trabajo infantil; se cobraba el seguro social sin enviar el dinero recogido al Estado; no se contaba con prestaciones laborales y los trabajadores eran expuestos a químicos que les generaban fuertes daños a la salud, sin ninguna protección.
Según un informe que realizó el Consejo Nacional de Desplazados (Condeg) las violaciones eran continuas al Código de Trabajo.
Después de Eta e Iota
Las preocupaciones de la comunidad por la crisis provocada por las recientes tormentas son innumerables, porque quedaron en estado de pobreza, no tienen acceso a comida y pronto el Estado dejará de apoyar porque la emergencia ya terminó, pero los efectos de los desastres seguirán.
César Martínez añade que “como agricultores miramos el dinero hasta que la cosecha salga, y aunque estamos en plan de trabajo, el frijol y maíz tienen muchas plagas. Va ser una cosecha bastante mala, no tendremos mucha producción”, indicó.
Martínez enfatizó en que solicitan al Estado que vean la situación en la que se encuentra el río Salinas, porque es una zona vulnerable donde la tormenta Eta e Iota aumentó la pobreza, “francamente, esperamos que vean con ojos de misericordia y amor para que nos ayuden a salir adelante.”, puntualizó.
Derecho según el Código Civil
El Código Civil de Guatemala en sus artículos 752, 757 y del 790 al 794, estipula la servidumbre de paso, como un derecho real que limita la propiedad de una finca, al obligarla a dar camino y paso de entrada o salida a favor de otra.
Se añade que si un fundo queda cerrado por todas partes, por causa de venta, permuta o división, los vendedores, permutantes o copartícipes, están obligados a dar el paso sin indemnización alguna.
Cuando la servidumbre de paso tenga por objeto un servicio público, debe darse por el punto menos perjudicial al predio sirviente; pero buscando siempre la mayor facilidad y menor distancia hacia el punto en que el servicio deba ser prestado, se enfatiza en ese código.