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Los testigos que apagaron sus voces pero sus testimonios quedaran en la memoria y la historia

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Créditos: Nelton Rivera
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Carlos Choc

Al paso de los años son muchos los acontecimientos que la sociedad guatemalteca ha experimentado. Uno de ellos es el fallecimiento de personas que fueron testigas en casos emblemáticos de la historia reciente del país. Por ejemplo, el juicio por genocidio cometido por Estado de Guatemala en el tiempo de la guerra y en el que un juzgado condenó a 80 años de prisión al general golpista Efraín Ríos Montt (1926-2018) por el delito de genocidio.

Más de 20 años han pasado después de que los informes de la verdad en el país recogieran cientos de testimonios de personas que sobrevivieron a los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad del Estado de Guatemala, de esa fecha para 2020 muchas de esas víctimas han fallecido por diversas causas.

En 2020, en el caso conocido como Creompaz fallecieron cuatro personas, tres más murieron en el caso que se llevó por el delito de genocidio, según información proporcionada por el Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH).

El caso del Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de la Paz (Creompaz):

El 16 de enero 2020 falleció Jesús Caal, de 74 años, por enfermedad común. Fue testigo en el caso de la zona militar N° 2, en Cobán, Alta Verapaz. En su testimonio habló sobre los desalojos violentos cometidos por el ejército durante los primeros años de la década de 1980.

El 22 de julio falleció Marta Julia Sagüi de Cu, originaria de Chicoyogüito, fue testiga en el caso que se sigue por la desaparición forzada de un grupo de personas.

Teodora Chen, falleció el 20 de diciembre. Era originaria de la comunidad de Río Negro del municipio de Rabinal, Baja Verapaz, y sobreviviente de la masacre del 13 de febrero de 1982 en la comunidad Xococ y testiga en el caso de la zona militar Nº 21.

Juana Victoria Ical Cahuec falleció el 24 de diciembre. Era madre de Lazaro y Salvador Moran Ical, quienes fueron desaparecidos y sus restos recuperados en las instalaciones de la zona militar donde ahora funciona Creompaz.

En la actualidad, este lugar es conocido como el Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de la Paz (Creompaz), que también fue un enorme cementerio clandestino durante los años 1981 a 1987. En ese terreno la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) encontró entre 2012 y 2015 más de 500 osamentas humanas en 4 fosas, la mayoría de los restos encontrados eran de personas que mostraban señales de tortura.

Lea más sobre el caso:

Los desaparecidos que el Estado no quiere buscar

Caso por genocidio:

En mayo de 2013, la justicia guatemalteca determinó que sí hubo genocidio en Guatemala. En esa ocasión se determinó que 1,771 mayas ixiles fueron víctimas de una política que buscaba acabar con ellos. Durante el juicio se mostró la importancia del testimonio de los testigos. De ese caso por fallecieron tres testigos durante el 2020, quienes aportaron su testimonio ante las masacres cometidas por el mismo Estado a través del Ejército:

Nicolás Bernal falleció el 16 de enero a sus 82 años. Fue el primer testimoniante de los hechos ocurridos el 25 de marzo de 1982, en la aldea Canaquil, Santa María, Nebaj, Quiché. En parte de su testimonio expresó que formó parte obligatoriamente de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), además agregó que algunos de los soldados les sacaron “los corazones a los muertos” y los juntaron en una casa y quemaron los cadáveres.

Marcelino Castro falleció el 22 de mayo a los 82 años, en la comunidad Villa Hortencia II de San Juan Cotzal, Quiché. Fue uno de los primeros sobrevivientes que denunció la existencia de los cementerios clandestinos en su comunidad desde 2003.

En 2007 se exhumó los restos de familiares de Castro que fueron masacrados por el ejército de Guatemala, en la comunidad Tu Pa’l (conocida como Villa Hortencia II). En este lugar hubo tres masacres en donde al Principal Marcelino perdió a sus padres, tíos e hijos.

El 20 de septiembre falleció Andrés Laynez, maya Ixil, a los 74 años, quien fue sobreviviente de la guerra y narró ante un tribunal los delitos cometidos por el Ejército que dirigía José Efraín Ríos Montt, condenado a 80 años de prisión en mayo de 2013 por genocidio y crímenes contra la humanidad.

Para el abogado Héctor Reyes Chiquin, los testimonios de las y los sobrevivientes que han fallecido en estos casos han sido valiosos y han aportado a la compresión de la historia reciente del país. Su voz quedó registrada en el proceso y en el caso, “pero en otros casos de genocidio no podemos contar con esas declaraciones que en su momento sirvieron de base y fueron fundamentales para condenar a exmilitares como el caso de José Efraín Ríos Mont”, expresó.

Uno de los sobrevivientes de la guerra en Guatemala y y cuyo padre Mariano Mes, fue desaparecido el 11 de agosto del año 1983, expresó: “la justicia en nuestro país debe ser pronta y no retardada especialmente en estos casos de genocidio, violaciones a nuestras abuelas y desapariciones de nuestras familiares, por que cuando se retarda los procesos se corre el riesgo de que las y los testigos puedan fallecer”.

 
 
 
 
 
 

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