Por Elías Oxom
Chimoté es otra de las aldeas que estuvo inundada durante 33 días en el municipio de Carchá, Alta Verapaz. Las lluvias causadas por las tormentas Eta e Iota afectaron a 48 familias de esta aldea, en total de 198 personas fueron damnificadas.
Las familias perdieron sus casas por las fuertes lluvias. Las autoridades comunales estiman que la extensión de tierra que quedó bajo el agua fue de 1 caballería y media aproximadamente; perdieron unas 8 manzanas de café y 6 manzanas de cardamomo, también perdieron los cultivos que tenían en el patio de las casas.
Para esta emergencia se habilitaron dos albergues temporales. Uno en la escuela primaria y otra en un salón de una finca privada. Carlos Batz destaca la unidad y la solidaridad como respuesta inmediata de los mismos vecinos y autoridades comunitarias durante la emergencia. La organización comunal ha actuado en los momentos críticos de emergencia ante la ausencia del gobierno e instituciones públicas.
Algunas personas que estaban trabajando fuera de la aldea regresaron para apoyar a sus vecinos y familia para resguardar la integridad de los habitantes de la aldea.
La tristeza y los niveles de preocupación sobre la alimentación son altas en la comunidad, las familias no han recibido víveres en las últimas dos semanas. El presidente del Comité Comunitario de Desarrollo (COCODE) dice que algunas instituciones les han ofrecido ayuda para la reconstrucción de sus viviendas, pero hasta el momento no han visto la llegada de apoyo. Actualmente la niñez, mujeres y hombres empezaron a construir nuevamente galeras para sus familias y pasar las fiestas de fin de año en estas viviendas improvisadas, porque la finca privada donde se encuentra el albergue dio un tiempo límite para abandonar el salón. Ahora esperan apoyo del Estado para la reconstrucción de sus hogares y mejorar la situación en la que se encuentran hasta el día de hoy, un mes después de la tragedia causada por la tormenta Iota.