El senador indígena Feliciano Valencia dijo que “cae un símbolo de 500 años de humillación y dominación a los pueblos originarios”.
Decenas de indígenas colombianos derribaron este miércoles la estatua del conquistador español Sebastián de Belalcázar instalada en el Morro de Tulcán, en la ciudad de Popayán, departamento del Cauca, en el oeste del país suramericano.
La imagen del conquistador español (1480-1551) fue derribada en medio de una protesta que llevaban a cabo comuneros de los pueblos Misak, Nasa y Pijao.
La escena quedó registrada en un video, en el cual puede observarse la manera en que es enlazada la estatua de quien fuera nombrado adelantado y gobernador propietario vitalicio de Popayán en 1540, y luego tumbada hacia un costado.
En un mensaje colocado en la red social de Twitter el senador indígena Feliciano Valencia publicó el video y escribió al respecto: “cae un símbolo de 500 años de humillación y dominación a los pueblos originarios”.
“Mis respetos para los hermanos y hermanas Misak. Como Estado pluriétnico y multicultural otras simbologías deben florecer y adornar el paisaje libertario”, agregó el legislador.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), por su parte, publicó un tuit en el cual afirma: “Si al Gobierno le indigna la violencia contra las estatuas, a nosotros nos duelen las vidas existentes que nos arrebata la violencia de carne y hueso”.
En otro mensaje, la entidad indígena explicó que las personas que derribaron la estatua lo hicieron porque estaban “cansados de que la muerte en los territorios pase en caballo, en moto, en camionetas, en helicópteros y se lleve vidas, sentires, personas”.
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