Por Simón Antonio Ramón
El 3 de mayo de 2019 se presentó en la Muestra de Cine Memoria Verdad Justicia en Guatemala, la película “el Proceso”, que documentó el proceso del juicio político que terminó con el gobierno de la presidenta brasileña Dilma Russeff, el 31 de agosto de 2016, sucesora del Luiz Inácio Lula da Silva, quienes gobernaron Brasil durante trece años la potencia sudamericana.
Para comentar la película se invitó al abogado José Eduardo Cardozo, quien fue Ministro de Justicia y abogado general de la Unión durante el mandato de la presidenta Russeff y posteriormente abogado personal de la presidenta después del proceso de destitución.
Durante la estancia de Cardozo en Guatemala concedió una entrevista a Prensa Comunitaria sobre el proceso contra Rousseff y sus efectos en la democracia para América Latina.
Publicamos esta entrevista porque el jueves 10 de septiembre fue condenado en Brasil el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, principal promotor del desafuero contra Russeff. Cunha recibió una condena de 15 años y 11 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero en el caso conocido como Operación Lava Jato.
¿Cómo marcó la destitución de Dilma Rousseff a Brasil y al partido de que provenía?
Fue una situación muy grave, no fue un proceso de impeachment legítimo, fue un golpe, un golpe parlamentario ¿por qué digo esto? es verdad que la Constitución brasileña, a ejemplo de las constituciones que siguen el modelo de la construcción norteamericana de 1787, prevén la posibilidad de desaforar a quien ejerza la presidencia a través de un juicio político. Más en un juicio político, es un proceso que exige la práctica de actos ilícitos graves, dolosos. Sin esos presupuestos jurídicos no hay situación favorable a un juicio político por de lo contrario lo que presenciaríamos sería un proceso parlamentario.
Crearon una situación retórica, una verdad de un fraude ¿por qué? porque los hechos que fueron imputados a Dilma, como si fueran hechos ilícitos, fueron hechos que todos los gobiernos anteriores hicieron igual. El gobierno de Lula y el de Fernando Henrique Cardoso lo hicieron. Súbitamente los órganos de control, que se llama en Brasil Tribunal de Control cambiaron su entendimiento para decir no, no puede y cuando dice no, no se puede. Dijimos, bueno, no lo hacemos más y ellos dijeron no, aplíquese para lo pasado retroactivamente.
Entonces, se crearon artificialmente cuestiones que no son de corrupción, son cuestiones de manejo presupuestario, aspectos técnicos para justificar el juicio político que no tiene ningún fundamento para la Constitución brasileña. Cuando no tenemos un gobierno legítimo, sin los presupuestos jurídicos para que esto ocurra, tenemos una ficción de un golpe, un golpe parlamentario.
En una intervención suya ante el Senado sobre el desafuero planteó “no se está realizando de conformidad con la Constitución, en caso de consumarse habrá un golpe”. La pregunta aquí es entonces, ¿si usted plantea que solo se podía hacer a través de procesos jurídicos por qué no se acudió a otras instancias para detenerlo?
Sí ocurrió, tuvimos la oportunidad de ir al Organismo Judicial brasileño varias veces. La primera decisión del judicializar para paralizar el proceso inició porque los presidentes de las Cámaras de los diputados, que ahora uno está metido a la cárcel –Eduardo Cunha-, querían por diversas razones que parasen las investigaciones de corrupción en Brasil. Por eso tenía claro que si Dilma no paraba las investigaciones contra él, él abriría el proceso de juicio político que la oposición quería, como Dilma dice no voy a parar, le abrieron el proceso, ahí empieza ahí la ilegalidad.
Durante el período que antecedió la apertura del proceso, Eduardo Cunha, que era el presidente de la Cámara de diputados, que repito hoy está preso, quería crear reglas para hacer un desafuero rápido. Nosotros fuimos a la judicatura y conseguimos detenerlo, las reglas que fueron fijadas fueron las normales, pero no lo descartó.
Tenemos hasta hoy un proceso que discute si era motivo de desafuero o no y, hasta hoy, no hay un pronunciamiento definitivo del Supremo Tribunal Federal brasileño, o sea ya acabó el mandato de Dilma, Temer ya acabó el mandato sucesorio de Dilma y tenemos otro presidente electo y la Suprema Corte brasileña hasta hoy no han decidido definitivamente.
¿Qué actores son los que influyen para que la Corte no emita ese dictamen?
Existen varios factores que determinan el proceso, inclusive, el hecho de que el Supremo Tribunal Federal hasta hoy no ha hecho un juzgamiento definitivo de esta cuestión.
En primer lugar, los sectores conservadores de la sociedad brasileña que tiene una gran expresión en los órganos principales de prensa, no estoy generalizando ni hablando de todas las empresas, algunos claramente tienen una actuación projuicio político contra Dilma, entonces estos son los primeros actores; y en segundo lugar, los gobiernos de Lula y Dilma crearon condiciones efectivas para combatir la corrupción, garantizaron la aprobación de leyes que fueron importantes para las investigaciones, también crearon mecanismos de transparencia para el control de los gastos públicos, o sea nunca se combatió tanto la corrupción a partir del gobierno de Lula y Dilma.
Algunas situaciones que existieron, otras que son sospechas y otras que no existieron pasaron a ser acusaciones y utilizados por la oposición contra el Partido de los Trabajadores, contra el gobierno de Lula y contra Dilma y simplemente se olvidó todo o el resto de las otras fuerzas políticas que existen en Brasil, fue en un primer momento muy direccional.
Hoy tenemos a todos envueltos en esa situación, fue muy direccional y se movilizó la opinión pública contra la corrupción que se decía que era solamente del Partido de los Trabajadores, que el partido había introducido la corrupción al Brasil y que era una broma, es como decir que Brasil fue colonizado por los portugueses. Más pegaron uno u otro hecho verdadero de algunos compañeros, otros que no existieron, otros que eran sospechas, otros que no eran nada; claro y crearon esta situación donde la opinión pública fuese proyectada contra el gobierno y el gobierno de Dilma dice no, no vamos a parar las investigaciones de corrupción se tiene que investigar.
Esto también nos hace enemigos políticos de los corruptos porque algunos tienen un recelo que las investigaciones donde sucedieron hechos que no estaban circunscritas al Partido de los Trabajadores, que incluye un senador de la república que dice, tengo tirar a Dilma Rousseff, porque es necesario para hacer un acuerdo ahora para parar todo y las cosas como están, no van para adelante. Dilma pierde la mayoría en el parlamento y tiene una situación de desgaste, desgaste también que se dio por una situación de crisis económica y otros factores influenciaron mucho en la crisis económica del Brasil y se puede aterrizar que pudo haber uno que otro error económico de corrupción del gobierno, más en verdad la situación era triste en el panorama internacional.
Ahora lo que tenemos es una crisis económica, tenemos los conservadores que querían cambiar el gobierno de cualquier forma, teníamos a los corruptos, el clima creado para la corrupción que fue proyectado por los sectores de los medios contra el gobierno y yo creo también, aunque no tengo pruebas de influencias internacionales.
Brasil ha estado incomodando mucho internacionalmente, incomodaban las empresas brasileñas están ganando espacios internacionales en África, en Latinoamérica, incomodaba la situación de proyección que el presidente Lula tenía en Brasil y que tenía Dilma en el mundo. Empezamos a participar en los BRICS, el propio Obama dice que Lula era de “The Guy“, o el hombre, estas situaciones para en el mismo de Brasil incomodaron a muchos intereses y las decisiones que nosotros tomamos en relación a Petrobras, protegiendo a nuestros empresarios de las acciones extranjeras que después fue cambiado por Temer de abrir toda la situación que no queríamos, a las grandes petroleras, todo esto también creó influencia externa para atacar la situación. O sea tenemos factores internos que tienen que ver con la política, con el combate a la corrupción, con sectores de los medios, y tenemos posiblemente acciones externas que influenciaron ese proceso.
Cuando menciona que tanto el presidente Lula como la presidenta Rousseff fueron quienes combatieron la corrupción, ¿qué tanto puede influir un presidente/presidenta en los Tribunales cuando en otros países hay independencia de poderes?
Puede influenciar mucho, por ejemplo, la Policía Federal es subordinada al Ministerio de Justicia y yo fui ministro de Justicia por todo el gobierno de Dilma Rousseff, por más de cinco años, fui el ministro que por más tiempo permaneció en su cargo desde la creación del Ministerio en el imperio del Brasil, salvo uno en una dictadura. En el período democrático yo fui el que permaneció más tiempo y te digo que nunca en ningún momento, Dilma dice no tome iniciativas para impedir la investigación, siempre me dijo, garantice la autonomía de la policía para investigar lo que deben, solamente no permitas abusos.
La policía federal fue fortalecida, ganó en técnica, en refuerzo institucional, en autonomía para investigar y esto es muy importante porque cuando la policía investiga sometida a condiciones políticas no hace un trabajo serio, no hace un trabajo correcto, este es el primer punto; el segundo punto, el fiscal general, en Brasil tenemos Procurador General de Justicia, que es el jefe del Ministerio Público, que es escogido por el Presidente de la República. Lula y Dilma nunca quisieron escoger un nombre de su confianza quisieron respetar la preferencia de los fiscales o ustedes escogen o que quieren y yo he de nombrar y así fue hecho, dos veces por Dilma y dos veces por Lula, o sea no hubo un vínculo político entre en presidente y el jefe del Ministerio Público, que no le debía ningún favor al presidente y se garantizaba la autonomía del Ministerio Público ante el ejecutivo, ese es el segundo punto.
Tercero, el presidente no puede aprobar leyes, más puede mandar mensajes de leyes, el presidente Lula y nosotros mandamos proyectos de leyes importantes de combate a la corrupción, fueron varios, se creó también un órgano especial en el ejecutivo que se llama la Contraloría General de la Unión para que junto con el Ministerio Público, junto los tribunales de cuentas pudieran actuar e investigar situaciones ofensivas a la probidad, a la moralidad y la corrupción, entonces fueron muchas medidas. Un presidente no puede resolver un caso de corrupción, pero puede tomar iniciativas mucho muy importantes para garantizar la autonomía y la independencia. Muchas veces en las investigaciones en Brasil hay abusos y hoy lo tenemos claro, un presidente tiene que buscar impedir los abusos, yo tenía órdenes muy claras para impedirlos. El problema es cuando los abusos son de los jueces, los fiscales, ahí el Ejecutivo no tiene nada que hacer, porque como mencionó usted tenemos una independencia de los poderes, en Brasil tenemos muchos abusos de investigación inclusive de jueces, de miembros de fiscales, de todos, hay algunos localizados.
Llama mucho la atención que el juez que mando a aprehender a Lula y lo colocó en la cárcel, Sérgio Moro, hoy el Ministro de Justicia de Bolsonaro, seguramente si Lula no hubiere sido condenado, estaría disfrutando de la presidencia, él la ganaría cuando Moro lo condena, cuando la sentencia es confirmada por un órgano que confirma casi todas las decisiones de Moro, que es el Tribunal Regional Federal, Lula no pudo disputar las elecciones y Bolsonaro gana y curiosamente el juez Moro es su Ministro de Justicia.
En el contexto del campeonato mundial de futbol ¿tiene alguna relación las manifestaciones de 2016 o son diferentes?
Sí y no, son diferentes y no son diferentes. En 2013 tuvimos grandes manifestaciones en Brasil en una situación que para nosotros nos pegó de sorpresa porque nunca habíamos vivido. En primer lugar, a una situación mundial de desgaste de la democracia representativa, en varios países del mundo teníamos manifestaciones como ejemplo en Estados Unidos, estaba el movimiento The Occupy de Wall Street, tenemos manifestaciones en España, y en varios lugares del mundo que muestran que es un fenómeno mundial de descontento con la legitimidad de la democracia. Las personas hoy quieren su protagonismo, la manifestación de 2013 era una manifestación que no tenía líderes y sus reivindicaciones eran diversas, para salud, educación, cuestiones específicas, muy curioso que millones de brasileños fueron a las calles. Ese movimiento para nosotros fue sorprendente, eran contra los sistemas políticos. En el caso brasileño contra la corrupción y nosotros la combatimos contra la clase política en general, el desgaste al gobierno empezó ahí.
La oposición y los órganos de prensa capturaron esto para catapultar contra el gobierno la insatisfacción que tenía. Otro problema que las personas muchas veces no perciben, pero está registrado un estudio del IPA que aborda que las crisis económicas en el Brasil para el gobierno y para el órgano parlamentario. Brasil ha tenido un cambio muy fuerte social, millones de brasileños dejaron la miseria, tenían hambre y pasaron a no tener hambre, pasaron a comer y a vivir una mejor situación de calidad de vida, pasaron a consumir, el proyecto brasileño que fue fantástico: la bolsa familiar de Lula. Brasileños que no tenían casa pasaron a tener casa, brasileños que no tenían luz pasaron a tener luz, que no podían ir a la universidad fueron a la universidad, inclusive, con situaciones que podían estudiar en el extranjero en grandes universidades el gobierno costeando.
Esta situación ha sido un cambio social brutal, al mismo tiempo la oferta de los servicios de los consumidores podrían tener acceso, por ejemplo de repente todos podían pagar avión, comprarse coches, los móviles quedaron condicionados, los aeropuertos estaban abarrotados, los restaurantes estaban llenos, las personas que estaban en la clase media ascendieron. Ahora qué cosa tenemos, la clase media quedó inconforme, con un mal humor terrible porque no ascendió y otros ascendieron y los que ascendían decían ahora tengo plata y no tengo cómo hacer porque compro coches pero no tengo como andar porque no se puede andar por las calles de Brasil, claro entonces un mal humor, al mismo tiempo teníamos un malestar con la democracia representativa y esto encendió la manifestación de 2013.
A partir de ahí los sectores de oposición, controladores de la media y posiblemente incentivadores externos capitalizaron esto para un camino contra el gobierno, nosotros tratamos responder, de proponer una reforma política. Eduardo Cunha, que era el presidente de la Cámara y los concejos, dijeron no queremos reforma política, quería simplemente el desgaste de esas manifestaciones contra el gobierno, por eso 2013 nada tiene que ver con las manifestaciones del juicio político, tienen lazos que le unen. Las razones son distintas, pero indiscutiblemente no habría proceso si no se hubiera dado la captura de las manifestaciones de 2013 por los órganos de hegemonía de los conservadores en Brasil.
¿Cuál fue el papel que jugó el señor Michel Temer que primero era vicepresidente posteriormente presidente durante todo este proceso?
Conozco al vicepresidente Michel Temer, somos profesores de la misma universidad, casi fui su alumno y después fui profesor de la facultad de derecho de la Pontificia universidad Católica de Sao Paulo -PUC- y él también, tenemos inclusive el mismo carácter, nos llevamos muy bien, ahora por eso puedo hablar con tranquilidad. Temer tiene un papel de traición, articuló con Eduardo Cunha un juicio político, no nos parecía que esto ocurriría, Dilma tenía un vínculo digamos afectivo con Temer, por otro lado no sabía que sería un traidor, él nos golpeó, la verdad articuló el juicio en las sombras, utilizando las libertades que Dilma daba de gobierno a él para articular a su favor, articuló contra Dilma, por tanto fue un papel que efectivamente que no se esperaba de una persona con quien se tenga relaciones y que fueron electas juntas, un mínimo de lealtad que un gobierno debe tener.
¿Se logró confirmar si era cierto que Michel Temer era el infiltrado de la CIA como lo dijo WikiLeaks?
No podría decirlo, mucha gente habla, pero sería una ligereza de mi parte decir que lo hizo. Es cierto que tenía una gran ambición de ser presidente, es cierto que era cercano a personas que no tenían un compromiso real con la ética, claro tanto que todos, todos inclusive él mismo, están acusados duramente de corrupción por hechos que se pasan a Dilma, o sea Dilma no tiene esas acusaciones que Temer tiene y que los ministros principales de Temer tienen, uno de esos principales Ministros hoy están en la cárcel que fue capturado con millones de dólares en dinero.
Saliendo de Brasil y abriendo el panorama a la región, ¿Cómo marca la destitución de la presidenta Dilma Rousseff a América Latina?
De una manera muy fuerte, según un estudio de un argentino que da clases en Estados Unidos, en la universidad de Pittsburg, que se llama Pérez-Liñán, escrito en 2007 o 2009 un libro que se llama The Presidential Impeachment y la Inestabilidad Política en América Latina, dice que después de las dictaduras militares de la década de los años 80, no se tienen más condiciones de tener golpes militares por una cuestión de posicionamiento de opinión pública mundial. Después dijo, cuando un gobierno empieza a incomodar a las élites, el camino es el juicio político y curiosamente en el 2009 escribe que la receta que tiene todos estos procesos de los gobiernos que incomodan las élites, se colocan en ls caminos de acusaciones de corrupción, fuerte presión de medios, manifestaciones de masa, tentativa de descrédito del candidato a presidente, pero ya no se discute si hay hechos lícitos o ilícitos.
Muchas situaciones de juicios políticos de América latina, que no tienen hechos en el debido proceso legal, como el caso de Lugo en Paraguay, fue un verdadero golpe, y Lugo no tuvo condiciones para presentar su defensa prácticamente, poquísimo tiempo para que pudiese producir su defensa delante del parlamento paraguayo y Dilma lo mismo, entonces la cuestión que se coloca para América cuando las fuerzas conservadoras y las influencias externas quieren que un gobierno legítimamente electo no permanezca, una de las alternativas es cesar su mandato por medio del parlamento a través de acusaciones, a través de movilizaciones, a través de medios que hacen una presión para el desgaste de la imagen y facilitar la decisión del parlamento que hace los cambios de presidente, aunque no se tengan hechos para esto.
¿Cuál es la situación jurídica de Michel Temer, expresidente de Brasil y Eduardo Cunha?
Bueno Michel Temer fue encarcelado por un juez que lo envió de forma equivocada, porque determinó prisión preventiva sin base, por un error, hay indicios muy fuertes contra él y pruebas que permiten que al final sea condenado. La situación procesal de Temer es muy difícil creo que será condenado, claro no se podría colocar una medida cautelar ahora, no es correcto en el Estado de derecho, es así que se hace así, la persona tiene el derecho a presentar su defensa, lo contradictorio de la defensa es que es algo sagrado en el Estado de derecho y Temer aunque se tenga la convicción de lo que ha hecho, tiene derecho a su defensa, por tanto cuando se coloca a Temer en la cárcel no fue correcto, al final hay una gran posibilidad de que sea condenado por corrupción por lavado de dinero, por organizaciones criminales.
Eduardo Cunha tiene otra situación, está metido en la cárcel, creo que en la cárcel de San Luis, también una medida cautelar, tenía indicios muy claros que intentaba obstruir la justicia, por ejemplo él había amenazado a Dilma Rousseff diciendo que si no se paraba con las investigaciones, abriría un juicio y ahora hay condiciones que puede colocarlo preventivamente en la cárcel, por tanto Cunha está metido en la cárcel y tendrá una condena monstruosa porque se descubren muchos millones de dólares que simplemente tenía y había obtenido en el ejercicio de la función pública.
¿Cómo llega Temer a la vicepresidencia?
El Partido Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) era el partido mayor de la Cámara de los diputados, si el gobierno del Partido de los Trabajadores quería tener una mayoría tranquila para gobernar el Brasil era imposible, gobernar si no se tenía la mayoría en el parlamento, tenía que tener un acuerdo con PMDB, pero es un partido que hace siempre acuerdos con bases de la subbancada y con bases en la gobernabilidad.
Entonces, Lula ha hizo un acuerdo con Temer, con el PMDB y Dilma le dio continuidad, no era propiamente una visión ideológica programática era una decisión para tener gobernabilidad, ahora es una cosa que no se puede olvidar, hay una película que se llama “Durmiendo con el León”, nosotros dormimos con el enemigo, el PMDB fue el principal responsable de la quiebra Dilma Rousseff, nos traicionó.
¿Qué relación tiene el PMDB con el actual presidente Jair Bolsonaro?
Está en una situación muy delicada porque con el gobierno de Temer llegó a una situación muy difícil, los principales liderazgos están acusados, por ejemplo Temer facilitó inmensamente la transición para Bolsonaro, inclusive él nombró a los hombres de confianza de Temer para cargos importantes, hay un acuerdo que fue hecho pero no se coloca muy claramente para todos los parlamentarios, el PMDB tiene una postura condescendiente, no se tiene muy claro hasta el momento la relación a nada.
Con el tiempo que lleva el presidente Bolsonaro ¿cuál es el futuro de las políticas públicas que se impulsaron tanto en el gobierno de Lula da Silva como también en el de la presidenta Rousseff?
Puedo decir con mucha claridad que el gobierno de Bolsonaro, en pocos meses, empezó en enero y nosotros estamos en mayo, es un desastre, es un absoluto desastre. Lula recientemente llamó al gobierno un bando de locos, claro a mí me parece que tiene una cierta dosis de razón porque son cosas completamente fuera de propósito.
Bolsonaro hace un juramento de amor a Estados Unidos y a Trump, ponen la opinión pública a los Estados Unidos o los rechaza, recientemente el prefecto de Nueva York dice que hizo un homenaje a un hombre que está tomando posturas en contra del medio ambiente, por favor tiene que cancelar el homenaje que haría la Cámara de comercio de Brasil en Estados Unidos que se dio en Nueva York, al mismo tiempo tiene posturas completamente locas, desde el punto de vista de “bueno vamos a dar más armas a la población” el camino contrario a lo que sería correcto por todo los especialistas. Tiene posturas en relación a mujeres y homosexuales que son un horror, al medio ambiente, a los indígenas, una cosa horrorosa.
Para favorecer la no demarcación de tierras indígenas, quiere atender los intereses de los latifundistas, cosas contra el medio ambiente, encima que hace una cosa horrorosa, pide que los alumnos digan que si el profesor está hablando mal del gobierno o contra o haciendo algo que puede ser de izquierda, para que puedan ser castigados, corta el presupuesto de las universidades federales, dice no quiere más cursos de filosofía y sociología porque son para los de izquierda ¿qué es esto? Es la autonomía universitaria.
Esas son cosas que él podría hablar. Por ejemplo dice que quería colocar una embajada en Jerusalén que motivó una aversión del mundo árabe y después cambió de posición para montar apenas un despacho es que insisto ¿para qué? ¿Qué posición es esta? Estos son cosas completamente locas, tiene una Ministra de Derechos Humanos que habla cosas que son espantosas, dice que los bebes en Holanda son objetos de actos sexuales de sus papás ¿de dónde sacó eso? Son cosas que los hombres, los maridos, los chicos tiene que usar azul y las mujeres rosa, es que insisto, entonces son cosas que son increíbles y podría hablar por dos horas más de cosas desastrosas que andan haciendo en Brasil.
Las políticas sociales todas fueran destruidas y los consejos de participación eliminados, quieren hacer una reforma a la jubilación que es un horror, creo que tienen que hacer una reforma a la jubilación, para pago de los jubilados, no tengo duda que quieren acabar con los viejos ¿qué quieren? quieren privatizar todo, quieren privatizar Petrobras, quieren privatizar todo, es algo completamente loco que está aconteciendo en Brasil, inclusive somos objeto de bromas en el mundo, por las tonterías que Bolsonaro hace, entonces es esto.
Tener a un presidente Donald Trump en Estados Unidos y a un Bolsonaro en Brasil y a algunos presidentes conservadores, unos más fuertes que otros, en toda la región latinoamericana, ¿Cuál es el reto ahora para la democracia en Latinoamérica que lleva 20, 25 años de haber alido de las dictaduras militares?
Es un momento muy difícil para la humanidad, la elección de Trump en Estados Unidos es un desastre para los humanistas, no hablo solamente de personas de izquierda, estoy hablando de los humanistas, de los demócratas, de las personas que respeten los derechos humanos.
De Bolsonaro puede ser hasta peor, porque tiene la misma ideología que Trump, es un tipo hace tonterías, entonces es una situación muy difícil porque estos presidentes diseminan el odio, la intolerancia, el descrédito a la democracia, colocan personas contra personas, o sea su política es una política de odio, la discriminación de seres humanos, de la violencia pero ¿qué tenemos que hacer? luchar contra ellos, luchar de forma pacífica, inteligente, con las ideas, luchar en el lugar en que cada uno está, en el trabajo, en la escuela, en las calles, luchar, luchar discutiendo, haciendo a las personas reflexionar, siendo intolerantes contra la intolerancia, la única intolerancia que se justifica es la intolerancia contra los intolerantes, tenemos que educar, concientizar, abrir las mentes y los corazones de las personas, las ideas de que no voy a tratar a seres humanos como no fueran seres humanos.
Para terminar con esta conversación, usted como protagonista del proceso del juicio político, ¿cuál es el aporte que la película “El Proceso” puede proporcionar a la democracia en Latinoamérica?
Importante para reflexionar, soluciones reales, no es una historia que se creó, son escenas que se pegaron durante todo el proceso, no hay ni un comentario que no sea de los propios personajes que participan, toda la película está hecha con una clara exposición de los hechos. Verán que la misma situación se puede repetir en todos los países del mundo, la misma situación de respeto al Estado de derecho y de respeto a ley y de respeto a los mandatos, a la ciudadanía y democracia pueden ser repetidos. Entonces, esta película antes que todo es una alerta, una alerta del riesgo democrático que nosotros tenemos hoy en el siglo 21.