Por Carlos Ernesto Choc
Más de 350 personas del pueblo maya Q’eqchi’, que conforman unas setenta familias ubicadas en la comunidad Polígono 1, en el área sur del municipio de El Estor, Izabal, denunciaron que viven abandonas por el Estado de Guatemala y no han recibido atención durante la emergencia nacional provocada por la covid-19.
“Nos hemos enterado del apoyo que el Gobierno está dando en otros lugares, pero aquí no hemos recibido ni siquiera una mascarilla”, dijo Sebastián Tiul, guía Principal de la comunidad.
Una de las mayores preocupaciones de las y los pobladores es que las niñas y niños de la comunidad presentan graves síntomas de desnutrición y eso los podría poner en mayor riesgo ante la covid-19.
María Pop Rax, integrante del Consejo Comunitario de Desarrollo Urbano y Rural (COCODE), denunció que varias personas han llegado a solicitarles copias de los documentos personales de identificación, pero sin informar qué tipo de ayuda les estarán brindando.
“Solo quieren llevarse nuestras copias de documentos personales, pero seguimos sin recibir nada a cambio”, expresó Pop.
Comunidad aislada
Las personas de la comunidad Polígono 1, que necesitan acudir a la cabecera municipal de El Estor, deben atravesar en lancha el lago de Izabal, que ahora se complica con la implementación del toque de queda a partir de las 18:00 horas, como parte de las restricciones implementadas por el Gobierno por contener el coronavirus.
“Nos cuesta ir a comprar comida o medicinas y tenemos miedo de ser detenidos porque nos pueden arrestar si no regresamos a tiempo”, expresó el guía Principal de la comunidad.
La llegada del invierno también es otro factor que incrementa los problemas para la comunidad, porque sufre el desbordamiento de ríos, provocando el incremento de las enfermedades respiratorias o las provocadas por los mosquitos y no cuentan con un puesto de salud ni agua potable.
El puesto de salud más cercano se encuentra en la aldea Sepur Zarco, donde se ubica una clínica móvil que fue gestionada por las mujeres de esa comunidad, pero tampoco cuenta con suficiente medicina y solo atienden el día jueves, según expresaron los comunitarios.
“Nosotros no sabemos qué va a pasar si la pandemia del coronavirus llega aquí, podemos morir de esa enfermedad o de hambre”, lamentó Pop Rax.