Por Realmente Periodismos de Ixcán
Integrantes del Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE) del municipio de Santa María Tzejá informaron que desde el sábado 21 de marzo no se permitirá la circulación, únicamente para las emergencias o casos fortuitos y durante los días que restan de la cuarentena a nivel nacional.
La disposición significa que no se podrá ingresar y salir de la comunidad. La restricción abarcará a comerciantes y personas quienes viajan diariamente a la cabecera municipal o aldeas del municipio de Ixcán, Quiché, según acordó el COCODE en una reunión de emergencia que realizó al final de la tarde del viernes 20 de marzo.
En este sentido, sugieren a las personas que busquen un alojamiento cerca de su área de trabajo o de responsabilidad cotidiana para evitar viajar diariamente a la comunidad. Asimismo, acordaron que en coordinación con la autoridad comunitaria los vehículos repartidores de productos de la canasta básica únicamente podrán llegar a dejar la mercadería al lugar en donde está ubicada una talanquera, durante un día específico a la semana, informó Daniel Gutiérrez Osorio, presidente del comité de salud.
Los integrantes del COCODE argumentaron que fue necesario realizar una ampliación de las medidas de prevención sobre los doce acuerdos aprobados en asamblea comunitaria el pasado 15 de marzo, debido al avance del COVID-19, para el viernes pasado ya había sumado 13 casos positivos a nivel nacional; mientras en la comunidad, muchas personas aún circulan libremente, sin importarles el peligro latente de contagio.
Además, el comité de salud informó que ya tienen conocimiento de varias personas provenientes de las regiones de México que ingresan a la comunidad a altas horas de la noche cuando no hay vigilancia y otras personas que entran a través de los matorrales, burlándose del puesto de control, señaló Gutiérrez Osorio.
Aplican medidas de prevención contra coordinadora del COCODE.
Mildred Rosales, coordinadora del COCODE, fue informada esa misma noche que ya no podrá ingresar a Santa María Tzejá, después de regresar de un viaje por la cabecera departamental de Quiché, declaró el alcalde comunitario Ángel Lux Gonzáles.
Según el alcalde Lux González, en cumplimiento de los acuerdos de la asamblea, se restringirá la entrada a la coordinadora tras visitar la cabecera departamental de Quiché, el lugar donde se informó que se había ubicado a la primera persona contagiada con el COVID-19, relató el alcalde comunitario.
Mildred Rosales, contactada vía telefónica respondió que está sorprendida con la medida, según recuerda, durante la asamblea comunitaria nunca se aprobó la prohibición del ingreso de las personas a la comunidad; además, las decisiones tomadas durante la reunión de ese día fueron sin su presencia y consentimiento como representación máxima del COCODE, aseguró.
La coordinadora también mostró su inconformidad porque la autoridad comunitaria permitió la entrada de una maquinaria y trabajadores y a un grupo de estudiantes provenientes de la capital; “casualmente cuando voy cerca de la comunidad me informan que no puedo ingresar”, narró vía telefónica.
Rosales cuenta que se vio obligada a viajar a la cabecera departamental de Quiché para realizar trámites administrativos y cada dependencia que visitaba siempre pasaba las medidas preventivas institucionales, aseguró.
Rosales agregó que desafortunadamente tendrá que proceder legalmente contra el responsable de esta decisión, porque la considera una violación a sus derechos humanos y contradice los lineamientos oficiales, que, de hecho, el presidente Alejandro Giammattei ya que les advirtió a los alcaldes que no se extralimitaran en sus funciones, añadió.
Ángel Lux, refiere que la coordinadora le solicitó un permiso antes de viajar a la cabecera departamental de Quiché, que le fue negado. A cambio se le advirtió que la alcaldía no tomaba ningún compromiso; si viajaba que lo hiciera bajo su propia cuenta y riesgo tomando en cuenta las advertencias a nivel nacional, aseguró.
A eso de las 21:31 horas, la coordinadora del COCODE llegó a la talanquera instalada en la entrada de Santa María Tzejá, en ese momento el personal de vigilancia le permitió ingresar a la comunidad para tomar la cuarentena en su vivienda, pero la afectada decidió únicamente recoger algunas pertenencias y buscar un lugar distinto fuera de la comunidad “no vaya a ser que de verdad resulte algún contagiado, y entonces a mí me van a culpar”, dijo en una segunda llamada telefónica.