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Créditos: Jackie McVicar
Tiempo de lectura: 5 minutos

Por Stef Arreaga

Era la noche del lunes, los medios estaban atiborrados de noticias sobre la masiva movilización de migrantes de Honduras a Guatemala, ya se sabía que la policía estaba haciendo barricadas humanas para impedir su paso.  Hablamos  con un amigo hondureño para pedirle contacto de comunicadores que fueran acompañando la caravana para obtener fotografías o videos de primera mano y comenzar a dar seguimiento a ese vía crucis que se veía venir.  Inmediatamente me habló de Bartolo Fuentes, un periodista comprometido con las causas sociales y sobre todo con el tema de los migrantes.  Nos puso en contacto esa misma noche.

La mañana del martes supimos de manera extraoficial que Bartolo había sido capturado. Durante todo el día estuvimos en contacto con su abogada, su esposa y otras personas cercanas a él, el objetivo principal era dar con su paradero.  Inmediatamente Prensa Comunitaria y el abogado Esteban Celada de CALDH (Centro de Acción legal de Derechos Humanos), interpusieron cuatro exhibiciones personales en favor de Bartolo Fuentes.  En ese momento ya habían transcurrido las seis horas que la ley ordena, luego de una detención, para que cualquier persona que es detenida sea puesta a disposición de un juez competente, en ese caso era el juez de primera instancia de Esquipulas, Chiquimula.  Desde Torre de Tribunales, en ese momento, se hicieron llamadas tanto a la oficina del Organismo Judicial de ese departamento como a la PNC, pero ambas entidades negaban tener registro del periodista.

Durante varias horas seguimos indagando sobre el paradero de Bartolo y no había respuesta ni del lado de Honduras ni de Guatemala. La tensión era cada vez más fuerte a medida que avanzaban las horas. Es mismo martes, a eso de las 5 de la tarde, hicimos una llamada a Luis Eduardo Woltke, defensor de Población Desarraigada y Migrante de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), quien manifestó tener conocimiento del traslado de tres personas cuyo nombre desconocía, que viajaban de Chiquimula “en cordillera” —o sea, de patrulla en patrulla— para el Albergue de Migración a la ciudad de Guatemala.  A eso de las 19 horas, Wolke se comunicó nuevamente para comentarnos que el colega había ingresado al albergue a las 16:45 horas.  Asumimos que estaba con los otros dos jóvenes con quienes se encontraba al momento de su detención.  Sin embargo, al transcurrir las horas supimos que se habían “desviado” para llevarlos a la comisaría de Jutiapa.  Jutiapa que, definitivamente, no está en el camino… ¿En dónde estaban los dos jóvenes?

Esa noche del martes, acudimos junto con el abogado Celada al albergue. Ya Woltke nos había dicho que era imposible ingresar y peor aún a esas horas de la noche.  Aún así, Celada logró entrar al albergue y asegurarse que efectivamente Bartolo se encontraba en el lugar.  Nunca pudieron hablar en privado, todo el tiempo alguien de Migración estuvo cerca, era notable que el periodista tenía mucho que hablar, habían pasado al menos 12 horas y no sabíamos qué cosas había vivido en ese tiempo.

A la mañana siguiente, Dunia Montoya, una periodista reconocida y esposa de Bartolo llegó a Guatemala.  Rob Mercatante, director de Human Rights Defenders Project (HRDP) y yo, llegamos a encontrarla. Mercatante daría el acompañamiento en materia de Defensa de Derechos Humanos.  Un medio colombiano le había insistido a Montoya hacerle una entrevista vía Skype. Después de su llegada brindó una entrevista bastante aclaradora, con una posición contundente sobre la situación de su compañero.  Ese medio, horas más tarde subió una nota con la entrevista, que decía: “Uno de los organizadores de la caravana migrante, fue detenido este martes al intentar ingresar a territorio guatemalteco”. Así como ese medio ya habían muchos otros que atribuían a Bartolo la organización de la histórica y multitudinaria caravana.  El mismo presidente Jimmy Morales aseguró la captura del “líder”, refiriéndose a Fuentes.  Y así en menos de 24 horas,  Bartolo no solamente era el líder sino también el traficante humano más peligroso de todos los tiempos. Y es que lo de peligroso no es un invento: un policía del albergue de Migración cuyo nombre nos reservamos, nos comentó que la consigna era cuidarlo bien porque se trataba de un hombre sumamente peligroso a quién habían capturado traficando niños en Esquipulas y que incluso habían pedido refuerzos para acompañarle hasta la frontera “por si acaso se quería escapar”.

Durante la tarde del miércoles tuvimos algunas reuniones con organizaciones de derechos humanos. Finalmente la Procuraduría de Derechos Humanos  nos indicó que Bartolo sería expulsado del país a las 5 de la mañana vía terrestre.  La embajadora de Honduras en Guatemala había manifestado estar al tanto de la situación del periodista y abrió la posibilidad de que un carro de la embajada acompañara el transporte que retornaría a Bartolo a la frontera, en donde podría viajar Dunia.  Horas más tarde este ofrecimiento fue cancelado.  Pero al fin su esposa pudo verlo y hablar unos minutos con él, nuevamente en presencia de personal de Migración.

A las 4 am del día jueves, estábamos afuera del albergue de Migración, Rob, Dunia, la persona que nos llevaría hasta la frontera y yo.  A las 5 am no pasó nada, ni a las seis, ni a las siete… Ya estábamos preocupados, no teníamos  ninguna información de Bartolo.  A las 8 am solicitamos a la PDH verificar si aún se encontraba en el lugar y de ser así investigar el motivo por el cual continuaba en el país. Cinco horas más tarde de la salida prevista, la Comunicadora de Migración, Alejandra Mena, nos informó que el colega aún continuaba en el país porque había recursos de exhibición personal pendientes y que mientras no se evacuaran, Bartolo no podría salir del país.  A todas luces Bartolo continuaba siendo detenido ilegalmente y esa era la razón menos creíble para impedir su salida.  Esa misma noche, entre organizaciones de derechos humanos, Prensa Comunitaria y Edy Tábora, abogado y director del Comité Nacional por la Libertad de Expresión en Honduras (C-Libre) que llegó al país para dar seguimiento al caso de Bartolo, decidimos dar el viernes una conferencia de prensa urgente para dar a conocer su detención ilegal y las condiciones en las que se encontraba en Guatemala. También esa misma noche Dunia Montoya presentó una denuncia al Ministerio Público, en donde señala a la PNC, al Instituto Guatemalteco de Migración y a Jimmy Morales por la captura ilegal, detención ilegal y declaraciones públicas difamatorias en contra del periodista.

El viernes estábamos a punto de iniciar la conferencia de prensa junto a varios medios y organizaciones sociales presentes, cuando Dunia recibe una llamada… Bartolo estaba al teléfono, en pocos segundos le dijo: me llevan para Honduras, estoy en el avión ahora voy a abordar, llego a las 11.   Después de eso no hubo más comunicación.  Se alertaron a las organizaciones en Honduras, se hizo un llamado popular para el recibimiento de Bartolo en el aeropuerto Toncontín.  Estábamos a la espera de lo que sucediera a su llegada. Cientos de personas, medios y activistas estaban recibiéndolo y respaldándolo.  Literalmente hicieron una barrera humana alrededor de él para que nadie se atreviera a detenerlo.  Inmediatamente dio las primeras palabras públicas después de más de 72 horas privado de su libertad en Guatemala, esto fue lo que dijo:

Y fue así, como no llegué a conocer personalmente a Bartolo. Sólo pude observar las luces del salón donde permanecía desde afuera del albergue.

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